El Hombre Light

El hombre light

Así es llamado un individuo “el hombre light”, un sujeto sin valores, liviano, ligero, superficial, divertido, intranscendente, casi hueco. En dos palabras vulnerable.

La lectura antes vista para poder hacer esta crítica me parece acertada y nada fuera de nuestra cotidianidad y realidad social.

El ser humano está en constante cambio, en ocasiones es común escuchar “no seas mediocre y piensa en el futuro o en el mañana”, pero muchos individuos incluyéndome lo hemos enfocado hacia otra perspectiva, como en la riqueza, en las fiestas, en los amigos, en los bienes económicos, a un empleo bien remunerado, en un coche, en una casa, en la ropa y en artículos que a veces no utilizamos y se vuelcan a perder en nuestro refrigerador o alacena, incluso en nuestro closet y en nuestras vidas. Siempre estamos en la constante búsqueda de “algo” ¿de qué? Solo la necesidad o aquellos vacíos que llevamos dentro nos harán estar en la inquietud de tener en nuestro poder algo que tal vez no sacie por un momento, pero nuestra búsqueda no parara, porque no estamos bien consigo mismos.

Pretendemos caerle bien a la gente, cuando no nos caemos nosotros mismos, queremos conocer algo, cuando no nos conocemos a nosotros, queremos que nos escuchen sin saber escuchar, queremos cambiar a la gente, cuando no hemos cambiado para ser mejores personas, a menudo escucho “yo necesito” pero muy lejos oigo “yo te ayudo o te doy” estamos acostumbrados a obtener las cosas de forma muy fácil y algo con un indicio de dificultad, sentimos que la vida se nos va.

Hemos dejado de sentir, desde que elegimos comprar un regalo para demostrar el amor que tenemos por alguien, sufrimos cuando no nos dan “algo” en nuestro cumpleaños, envidiamos al de alado por su coche, casa, ropa o amigos, ya no nos expresamos con el lenguaje o los gestos, las manos han dejado de ser vehículo para experimentar el amor y tocarlo, ahora las manos son el vínculo para escribir un mensaje o entrar al Facebook, hemos perdido la capacidad de saborear, oler, oír, hablar y tocar, ahora queremos tener, solo tener.

Creemos que estar bien, significa vestir bien, tener un coche, una casa y una carrera profesional y aun mejor un empleo bien pagado, creemos que el amor es tener un novio(a) aunque no lo conozcamos, creemos que la amistad es tener una amiga(o) para ir a tomar unas chelas de vez en cuando, creemos que la superficialidad existe pero no en nosotros, sino en los demás.

La felicidad es momentánea, pero siempre estamos en busca de ella, queremos o pretendemos que la felicidad sea el poseer más, la tristeza y la alegría penden de un hilo, al igual que el cuerdo y el loco, o el neurótico y el psicótico. A menudo pensamos que podemos estar mal, pero no hacemos nada para cambiarlo, a menudo creemos amar sin ser mamados, a menudo pretendemos

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