"El Intercambio Lingüístico En El Medio Familiar Y Sus Efectos En El Desenvolvimiento Del Lenguaje Infantil".

Como hemos visto a lo largo del curso, todo lo que rodea al niño influye en su desarrollo y adquisición del lenguaje, es por esto que es bueno que exista un intercambio lingüístico, ya sea con su familia, compañeros, primos, etcétera, para que el niño adquiera el lenguaje, pues este depende de las interacciones que tenga el niño en su vida cotidiana.

En este ensayo describiré dos casos de dos pequeños de la misma edad, pero con situaciones familiares diferentes.

El primer niño que analicé es Alejandro Parra Amaya de 4 años de edad. Vive con sus padres, pertenecen a la clase alta, estudiaron hasta nivel licenciatura y ambos trabajan. Es el segundo hijo de tres. Alejandro tiene un lenguaje muy claro, asiste al Jardín de Niños, juega con sus hermanos y primos por las tardes y esto le ayuda a tener un lenguaje un tanto desenvuelto. Debido a que convive con bastantes personas está un poco avanzado en su léxico y se le facilita más conversar con las demás personas. Cuando interactúa con adultos o niños que no conoce o no ve muy seguido suele hacer preguntas para iniciar una conversación. En este caso creo que es muy cierto lo que menciona Bernstein (1960):

“El entorno ofrecido por los padres en casa, relacionado con el estatus socioeconómico influye en el desarrollo del lenguaje”.

Me pude dar cuenta que esto de cierto debido a que el niño tiene habilidades lingüísticas, utiliza términos más formales al hablar puesto que es lo que escucha en casa, además de que los padres lo corrigen si no pronuncia bien alguna palabra, entre otras cosas.

La siguiente niña analizada se llama Abril Amaya Vanegas, de igual manera tiene 4 años de edad. Su familia pertenece a la clase media y vive con sus padres. El padre trabaja y la mamá es ama de casa. Es hija única y su madre siempre la ha protegido además está muy apegada a ella. Creo que esto resulta un poco desfavorable para la niña debido a que es chipilona y esto provoca que hable con un tono de voz mimado y no pronuncie de forma correcta sus palabras. Además de que no hay un reforzamiento del vocabulario por parte de la familia. Asiste al Jardín de Niños y por las tardes no convive con niños, solamente con sus padres. Como convive con menos gente y siempre con las mismas personas, presenta un poco de timidez al platicar.

Al analizar a dos niños dentro de diferentes circunstancias familiares y distintos contextos sociales he observado que las relaciones comunicativas se favorecen principalmente en el hogar y de igual manera este es el lugar donde se dan situaciones que provocan un desarrollo de lenguaje desfavorable.

La influencia que ejerce la familia en el lenguaje del niño debe consistir en una buena estimulación, haciendo que se exprese, sin limitarlo ni perderle la paciencia. Del mismo modo, interactuando con ellos en todo momento que lo requieran como en sus tareas, juegos, pláticas, al ver la televisión,

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