El Lenguaje De Los vínculos

EL LENGUAJE DE LOS VÍNCULOS. DE LA INDEPENDENCIA ABSOLUTA A LA AUTONOMIA RELATIVA. DENISE NAJMANOVICH

Crisis, cambios y caos son términos que últimamente se escuchan con mucha frecuencia. La economía, la educación, los valores están en crisis. Pero debemos preguntarnos: ¿Lo que está en crisis son las cosas mismas o nuestra forma de apreciarlas?. La concepción clásica del conocimiento y sus modos de producción y gestión asociados ponen el acento en la “objetividad” de los problemas. Pero otras perspectivas más contemporáneas plantean que los problemas emergen en la interacción del sujeto con el mundo, se constituyen desde una determinada concepción, cobran valores distintos desde diversos puntos de vista. Estamos realizando un pasaje importante:

MODERNIDAD POSMODERNIDAD

Universo: cosmos mecánico Islas de estabilidad en un mar de caos.

Certezas definitivas No hay certezas definitivas

Conocimiento absoluto No hay conocimiento absoluto. El observador

Progreso permanente no se separa de lo observado.

En la época moderna con Descartes comenzamos a creer en la existencia de un método que nos permita determinar el error y la confusión para acceder al reino de la verdad. El modelo es la matemática. La filosofía está escrita en el libro que está abierto ante nuestros ojos continuamente: universo. Pero para descifrarlo debemos comprender el lenguaje.

No pretende establecer la verdadera y única historia, sino que intentará ejercer una función historizante para construir una narración posible y coherente que permita producir sentido en nuestro navegar histórico.

La concepción clásica tomaba la separación radical sujeto objeto como una verdad incuestionable, nunca se puso en duda tal afirmación, pero sin embargo, hoy nos damos cuenta de que al expulsar lo cualitativo y privilegiar lo cuantificable; mecanizar el cosmos y separar el cuerpo del alma (dualismo; escisión) quedan fuera del mundo de la ciencia la emoción y la belleza, la ética y la estética, el color y el dolor, el espíritu y la fe, el arte y la filosofía, el cuerpo emocional y el mundo subjetivo. El sujeto de la objetividad no podía dar cuenta de sí mismo porque no se veía a sí mismo, era un hombre desencarnado.

Hay nuevos lentes para el nuevo mundo

“Uno de los más famosos y sencillos experimentos relata una experiencia en la que le colocaron a un individuo unos anteojos con lentes inversos, de tal manera que viera todo <<cabeza para abajo>>. La primera reacción del sujeto fue de una gran confusión y desorientación, pero en la medida en que se acostumbraba a moverse en su <<nuevo mundo>>, todo su campo visual se transformó,

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