El Malestar En La Cultura, Puntualicacion
Enviado por kscontrerasr • 19 de Agosto de 2013 • 805 Palabras (4 Páginas) • 301 Visitas
El hilo conductor del Malestar en la Cultura, nos ha llevado a través de la insatisfacción del individuo como tema central; es decir, la restricción que impone la cultura en la realización de sus pulsiones la cual genera “malestar” y sufrimiento”. Las normas impuestas chocan contra las exigencias pulsionales del sujeto (en su mayoría de índole sexual y/o agresiva), que al ser consideradas indebidas, generan cierto sentimiento de culpa.
Freud aduciendo al aforismo de Schiller que decía que “hambre y amor hacen girar coherentemente el mundo” establece los instintos del yo, interpretando al hambre como representación de todo aquel instinto que buscaba conservar el individuo, por otro lado; el amor tendía a los objetos y tenía como función última conservar la especie; de ahí establece los instintos objetales. Introduce el concepto de libido para designar la energía de los instintos objetales aunque aclarando que el yo también puede estar impregnado de libido (denotado bajo el término Narcisismo) y que ésta se originó el yo. El instinto de sadismo contrario a la concepción estándar de los instintos objetales no se basa en el amor ni en la conservación; es más éste se arraiga en la agresividad y tiene como fin la destrucción causando grandes choques con el yo. Finalmente se aceptó sin duda alguna la pertenencia del sadismo a las cuestiones amorosas pues de cierto modo según Freud “el juego de la crueldad bien podía sustituir al juego del amor”.
Hay que tener en cuenta que una pulsión supone un proceso dinámico, consistente en un movimiento de una carga energética que hace tender al organismo hacia un fin. La pulsión tiene su fuente (estado de tensión interno), su fin (terminar esta tensión) y, un objeto (gracias al que puede alcanzar su fin). En su obra “Más allá del principio del placer” (1920) Freud sostuvo la idea de que había una pulsión cuyo fin era la conservación de la vida y llevarla hacia unidades más grandes. (El Eros). Pero ésta no estaba sola puesto que una pulsión de muerte estaba presente jugando un rol antagónico, de desintegrar y destruir lo que Eros construye. Al decir que estas dos van juntas no siempre se puede hablar de rivalidad puesto que hay casos en los que las dos se complementan; por ejemplo si la agresión se dirige hacia afuera, salva al sujeto de la autoagresión, es decir, conserva su vida. Pero, si esta agresión hacia fuera era limitada, ello no podía menos que traer por consecuencia un incremento de la autodestrucción, de manera tal que si está presente una la otra también lo estará. La idea de que la pulsión de muerte supone la concepción de que todo ser vivo fue en un "antes" un "ser no vivo"; por lo tanto, la satisfacción de la pulsión sería un retorno a un estado anterior. La libido es la energía del Eros pero la tendencia agresiva autónoma como parte de la pulsión de muerte es un gran obstáculo
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