El Sentido De La Vida

EL SENTIDO DE LA VIDA

DE ECKAHART TOLLE

Este ensayo aborda el tema del sentido de la vida, proponiendo la necesidad de encontrarlo en la vida sentida, en el valor de la experiencia que antecede al sentido. Propone diferenciar entre el sentido “de” la vida y el sentido “en” la vida de cada persona. Precisa que la pregunta sobre el sentido, adquiere profundidad cuando se tiene en cuenta quien hace la pregunta, cuando la hace y que está buscando al hacerla.

En los seis videos de Eckhart Tolle, buscando el sentido de la vida, hace referencia a los cambios inevitables del individuo y la sociedad en que vivimos actualmente y que paso o que aceptación debe hacer la humanidad para lograr un equilibrio interior con todo lo que existe. Sus preceptos en los videos, son sencillos y profundos los cuales tienen una base que consisten en trascender nuestro ego basado en el estado de conciencia y la observación de la identificación mental con las religiones, sociedades y los paradigmas creados por nuestra mente consciente desde el momento en que nacemos.

En su conferencia “El Sentido De La Vida”, intenta que las personas encuentren la paz interior que tanto buscan, logrando así una satisfacción y una mayor conexión directa con el poder del ahora, con el universo y con todo el potencial interno que tenemos cada uno de nosotros y como nuestras vidas transcurren entre aquello que originamos (ideas, pensamientos, creencias) y aquello que experimentamos. A veces existe un alineamiento entre lo creado y lo vivido, o sea, entre la intención y los resultados de nuestra conducta. Otras veces sentimos el peso de la incongruencia; el desliz entre lo pretendido y lo logrado. Cuando se plantea el tema del sentido en la vida, ocurre algo parecido. Cabe distinguir entre lo que originamos, el sentido que le queremos dar a la vida y lo que experimentamos, que puede otorgarle un sentido distinto.

La diferencia entre uno y el otro es el valor que se otorga a la experiencia por encima de la creencia, es decir, una cosa es creer y la otra es saber. Pueden hacerse largas disquisiciones sobre el sentido de la vida, sin embargo, basta tan sola una experiencia negativa Y/o positiva, para que se alcance el sentido pleno que puede tener la vida para una persona.

Sin embargo, la mayoría de personas hemos experimentado en algún momento de nuestra existencia, esa extraña sensación de vacío existencial, ese desentrañarse y quedarse en la nada después de haber experimentado situaciones negativas en nuestra vida. De golpe todo lo que parecía tener sentido deja de tenerlo. Ya no hay ánimos. No hay pasiones. No hay nada. El orden establecido se derrumba y nos adentramos en el caos, en la más dura de las incertidumbres. Llegados a este punto existencial empiezan las preguntas y comenzamos a tomar conciencia de nuestra situación real y que podemos hacer para mejorarla.

Es en este punto donde creemos que la vida sentida, antecede al sentido de la vida. Sólo podemos encontrar el sentido en la vida viviendo. Ello no excluye que se tengan creencias sobre lo que puede dar o no sentido a la existencia independientemente de nuestras experiencias positivas y negativas que hayamos vivido. Incluso como un acto de compromiso personal, o de fe, se puede orientar la vida, darle un significado. No obstante, es la experiencia y la conciencia la gran determinadora del sentido en la vida.

No basta, eso sí, con simplemente experimentar. Los individuos tenemos experiencias muy comunes, sin embargo son vividas de forma diferente según cada persona. Nadie construye la realidad de la misma manera, con lo cual, será buena la cita de Karl Jaspers cuando dice: “lo que uno es, lo ha conseguido a través de la causa que se ha dado a sí mismo para llegar a serlo” Detrás de esas causas se encuentra el sentido.

Esas causas no pueden ser solo fruto de una retórica mental, sino adquirida en la propia experiencia, en el vivir, en el ser consciente de lo vivido y lo aprendido, junto con la elaboración posterior de lo vivido. Y más aún, al final se impone una voluntad: La voluntad de sentido. Llegados a este punto, cabe preguntarse sobre el propio sentido de del video que pretende abordar el tema del sentido en la vida. Si todo se explica por la propia experiencia y esta, además, es subjetiva, la interrogación sobre el sentido de la vida puede llegar a ser insuficiente e incluso frustrante.

Así lo abordó el fundador de la logoterapia Viktor Frankl:

“La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una racionalización secundaria de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia

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