El Solista

El Sr. Ayers, un gran admirador de la música de Beethoven fue un niño al que le gustaba tocar el chelo;

Vivió toda su vida encerrado en su casa, no le gustaba salir, pues lo que el más deseaba era seguir tocando su chelo, a medida que fue pasando el tiempo, perdió su chelo y comenzó a tocar un violín, después de mucho tiempo al ingresar a la escuela de música y en donde su trastorno esquizofrénico se hizo aún más evidente, después de esto dejo la escuela y comenzó a vivir en las calles, tocando su violín en estas.

Tiempo después se encuentra con el columnista Steve López, del periódico “Los Ángeles Times”, al cual comienza a considerar su dios ya que este está empeñado en ayudarlo a dejar las calles y a recuperar la normal o mejor dicho a tratar su trastorno para que este sea capaz de retomar su vida o por lo menos tener una un poco más normal.

Vemos como el Sr. Ayers comienza en su mundo de música a tener unas alteraciones sensoperceptivas, como alucinaciones auditivas, y síntomas positivos y negativos, claros de la esquizofrenia, vemos como presenta alucinaciones, trastorno del pensamiento, delirios de persecución y angustia que con el paso de la película se van haciendo más evidentes y presentan una mayor intensidad, al grado de golpear al Sr. López aquel al que él consideraba su dios.

Lo que es interesante es que después de esa discusión entre estos dos personajes el Sr. Ayers se vuelve un poco más estable al grado de poder reunirse con su hermana nuevamente e incluso poder asistir a un concierto rodeado de personas.

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