El Surgimiento de las ideas

El surgimiento de las ideas

Toda buena obra requiere de dedicación y esfuerzo para poder ver la luz, todos estamos de acuerdo con eso. Aun así, hay un factor aún más importante que interviene en este complicado proceso: Las ideas. Y es que, uno podrá tener la mejor habilidad para redactar, pero, si no se tiene una base desde donde partir, ese proyecto seguramente fracasará, sea un texto de ficción o un texto del tipo científico. Todos los que queremos dedicarnos a la escritura, en algún momento, hemos escuchado hablar del “bloqueo del escritor” con bastante recelo. Y en realidad, no hace falta irnos tan lejos. Cualquiera alguna vez se ha enfrentado a una hoja en blanco tratando de rescatar ideas para empezar a plasmarlas y darle fin a la tarea. Por desgracia, si no contamos con los instrumentos necesarios, seguramente fracasaremos en esta parte inicial. Mas, si el problema no se centra en esta primera parte, sino en un punto más avanzado del proyecto, digamos, la estructuración de las ideas, igualmente podremos recurrir a ciertas técnicas que nos ayudarán, tanto a obtener nuevas ideas, como a estructurar, jerarquizar y centrar el problema en torno a la idea de investigación inicial.  De esta forma, podremos elegir el tipo de investigación que llevaremos a cabo, y esto, nos llevará a enfocarnos más y así poder realizar la investigación de una forma realmente precisa. En las siguientes líneas, hablaré un poco más acerca de estas técnicas, cómo utilizarlas y cuando se les puede dar un buen uso.

Las ideas: ¿De dónde vienen éstas?

Como mencione al inicio, lo principal es conseguir nuestra tan anhelada idea que nos llevará a la concepción de nuestro trabajo. Pero ¿de dónde? Bueno, no hace falta más que pensar en aquellas veces en las que estamos sentados mirando a la nada, y de repente, escuchamos una melodía que nos invita a crear; o en aquel momento mirando a través de la ventana, cuando cierta imagen aparece ante nosotros y nos hace pensar, etcétera. Una idea surgirá de una interacción, a través de nuestros sentidos, de lo que pasa a nuestro alrededor. Entonces, siendo este el caso, podemos deducir que una idea podrá llegarnos en el salón de clases, en el cine, leyendo un libro, trotando por la mañana, escuchando música e infinidad más de situaciones. Ahora, es bastante romántica la idea del escritor que tiene una idea magnifica, corre hacia su computadora,  se sienta y de un sólo jalón escribe un texto sin precedentes. Desgraciadamente, se requiere mucha más preparación para poder germinar una investigación, como es debido. Esto porque nuestra idea inicial se moldeará y sufrirá cambios en el trayecto, lo cual nos podría hacer inseguros acerca de nuestro tema de investigación; y porque, es necesario poder acomodar estas ideas de una forma lógica y entendible. Por ende, lo mejor es recolectar las ideas (a través de documentales, investigaciones de campo, lecturas, etc.), generar ideas secundarias, jerarquizarlas y estructurarlas para empezar a redactar nuestro trabajo. Ahora mismo, unas líneas más abajo, voy a nombrar los pasos necesarios para darle forma a estas ideas.

Ya tengo la idea inicial, ¿ahora qué?

Después de ese momento de iluminación que antecede una idea, puede que nos sintamos confusos acerca de cómo manejarla y qué hacer con ella. Por ende, a lo mejor perdamos nuestro objetivo inicial y hasta nos frustremos un poco.  Para poder evitar esto, lo mejor es apuntar la idea y  generar ideas secundarias de ésta (aunque de esto se hablará más adelante), así como empaparnos en el campo de estudio al que deseamos dedicarnos. Es decir, si tú vas manejando por una transitada avenida de tu ciudad, y por casualidad, te detienes en una luz roja, y debido a esto, se te acerca un chico para limpiar tus parabrisas; a lo mejor te preguntes ¿por qué este chico está aquí y no en la escuela?, ¿dónde están sus padres?, ¿qué hace el gobierno acerca de esto, ¿cómo ve la sociedad esta conducta?, ¿cuántos chicos más sufrirán las mismas condiciones?, etc. Esta es la forma perfecta para iniciar un proyecto de investigación. Ahora, lo que debemos hacer es empaparnos en este campo de estudio: ver documentales al respecto, leer reportajes, hacer investigaciones de campo con estos chicos, pedir estadísticas, etcétera. Esto nos ayudará a volver un poco más doctos en el tema y así mismo como a ir perfilando si nuestra investigación será cuantitativa o cualitativa. Una vez adquirido lo antes mencionado, lo mejor es sumergirnos en trabajos anteriores de este tipo. Esto nos ayudará a enfocarnos aún más pues nos dirá si investigar de cierto tema que ya está bastante analizado, o mejor aún, verlo desde otro enfoque o darle un pequeño giro para hacerlo más novedoso.

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