El ambiente en el cuarto de Ria

Sí la mañana hubiese sido más fría, el verano estaría totalmente opacado por un intentillo del invierno de gobernar el día, pero a medida de que las horas pasaban y el sol aclaraba el ambiente se hacía más caluroso.

El ambiente en el cuarto de Ria se hacía cada vez menos soportable y su increíble mal humor ganaba campo en la batalla por soportar los grados que iban subiendo. Odiaba y no podía soportar las altas temperaturas, su cuerpo se tensaba y en cada diminuto movimiento brotaban chorros de sudor de su piel, y ni hablar de su cabello que se comenzaba a pegar a su pegajosa y sudorosa cara mientras sus rizos se esponjaban lenta y escandalosamente.

Suspiro sonoramente y cerró los ojos con fuerza, no podía estresarse y ya veía a su padre regañándola por hacer ‘una tormenta en un vaso de agua’ —Su mente repitió la frase con la misma voz gruesa de su padre—. Abrió las ventanas y la puerta y se tiro en el suelo como si su vida dependiera de ello, respiro profundo hasta que consiguió estar en paz, no sentía el frío del suelo pero sí una mínima helada que le recorría la espalda y la refrescaba. Su mente comenzó a llevarla a lugares que no eran conocidos, pero tampoco desconocidos. Ya había estado ahí antes, esas risas que llevaba el viento, ese olor a gatos, ese viento frío erizándole cada vello de su cuerpo, Ria sabía que estaba por pasar, iba a soñar. Abrió los ojos de golpe y se levanto del suelo, no podía dormir, no quería dormir, no después de los sueños que últimamente la perseguían. Respiro profundo y tomo sus cosas (cartera y llaves) y salió de la habitación.

Lo mejor sería ir a visitar a Camille, había llegado a la ciudad días antes y Ria no había dado señales de vida frente a ella. Tomó agua del bebedero y fregó unos cuantos vasos de leche de sus hermanas menores, gajes de la hermana mayor. Pilló a Pelusa, el gato persa blanco de la familia, restregarse en la alfombra mirando fijamente un muñeco de Lauri que tenía en sus garras. No presto atención y rodeo al gato para salir por la puerta trasera.

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