El fenómeno de la Violencia Sexual
Enviado por Melisa Rendon • 17 de Agosto de 2022 • Ensayo • 1.597 Palabras (7 Páginas) • 70 Visitas
El fenómeno de la Violencia Sexual
Melisa Galvis Rendón
Laura Peláez Upegui
Universidad Pontifica Bolivariana
Facultad de Psicología
Violencia sexual y salud mental
Medellín
2022
La violencia y en profundidad la violencia sexual es una problemática frente a la cual cualquier niño, niña, adolescente, mujer y hombre puede estar expuesto. Esta, es una problemática que durante los últimos años se ha intentado darle mucha más visibilidad y cobra importancia su atención, así como reaccionar frente a ella, pues es tan común y cercana que se vuelve invisible y cotidiana para nuestro entorno.
La violencia sexual puede presentarse de distintas maneras y en cualquier lugar, por esto, es importante empezar reconociendo a que nos referimos cuando hablamos de este término, según la Organización Mundial de la Salud & Organización Panamericana de la Salud. (2013) ¨La violencia sexual abarca actos que van desde el acoso verbal a la penetración forzada y una variedad de tipos de coacción, desde la presión social y la intimidación a la fuerza física¨ (p. 1), incluido el acto de manipulación e intimidación. También es violencia sexual cuando se accede al cuerpo del otro sin su consentimiento, incluso cuando esa persona no está en las condiciones para darlo.
Aunque la violación se hace más visible y común contra las niños, niñas y mujeres, es importante tener en cuenta que los hombres y población consideradas como minorías (comunidad LGTBIQ +, pertenecientes a comunidades indígenas y discapacitados), también son víctimas de estos actos, sin embargo, hay muy pocas investigaciones y cifras al respecto. Independientemente de la persona que sea abusada, la víctima siempre estará en una condición que le degrada, deshumaniza y que puede dejar consecuencias negativas afectando su integridad como persona, su salud mental y su vida en sociedad.
Cuando nos hacemos la pregunta, ¿Por qué se da la violencia sexual? Hay que entrar a analizar multiples aspectos del entorno en el que vivimos. En Colombia las cifras de violencia sexual, que aunque no son exactas en su totalidad, muestran cómo hay una gran vulneración de los derechos humanos en contextos familiares, sociales, laborales, de delincuencia común y en el marco del conflicto armado. En un sistema patriarcal de dominación como el de Colombia, se tienen mecanismos para justificarla, legitimarla y darle consentimiento silencioso. En consecuencia es perpetuada, vista como cotidiana y de tal forma que las condiciones que la propician permanecen ocultas.
La cultura se ha encargado de propiciar estos actos, pues se tiene la idea de ¨amo¨, que va a tener siempre la dominación sobre alguien más vulnerable que él o ella, como: Los mayores sobre los niños, los hombres sobre las mujeres, jefes sobre empleados, personajes importantes en el conflicto sobre las víctimas, entre otros. Se mencionan estos por poner algunos ejemplos de esos espacios donde la relación de poder puede ser un factor de riesgo para la violencia sexual.
En el marco del conflicto armado se ha perpetuado mucho esta práctica, en dónde las mujeres han sido las más afectadas y vulneradas. El Centro Nacional de Memoria Histórica (2021) habla sobre las dinámicas que se han vivido durante todos estos años de conflicto y muestra las principales cifras que permiten evidenciar las afectaciones de la violencia sexual en relación con el conflicto del país:
Los datos del OMC muestran que entre 1959 y 2020 se han registrado 15.760 víctimas de violencia sexual en todo el país, en el marco del conflicto armado. El 61,8 % de las víctimas corresponde a mujeres y el 30,8 % a niñas y adolescentes (ambas categorías suman el 92,6 % del total). El rango de edad más frecuente para las personas que han sufrido este tipo de abusos está entre los 14 y los 17 años.
De las víctimas de violencia sexual con pertenencia étnica, el 87,36 % corresponde a afrodescendientes, el 12,14 % a indígenas, el 0,29 % a palenqueras y el 0,21 % a personas del pueblo gitano. También es necesario recalcar en este contexto que las personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas –mujeres lesbianas, hombres gays, personas transexuales, bisexuales o intersexuales– han sufrido distintos repertorios de violencia sexual en el marco del conflicto armado, que buscan imponer un orden social en el que no tienen cabida las formas de vida que se apartan de la heterosexualidad.
Como lo he expuesto antes, aunque la violación es la forma más recurrente, este tipo de violencia dentro de la realidad actual de nuestro país, se considera violencia sexual la desnudez forzada, el acoso, el abuso y la explotación sexual, la esterilización, embarazo y aborto forzados, mutilación de órganos sexuales y amenazas de difundir contenido sexual de la víctima. Los mecanismos que generalmente utilizan para abordar a las personas vulnerables son la persuasión, amenaza, coacción, chantaje, intimidación, aprovechamiento de relaciones de poder o enamoramiento. Estos actos pueden traer graves consecuencias físicas, en la salud mental, sociales, conductuales e incluso ocasionarle la muerte.
En este sentido, la dinámica cultural, que por lo general se percibe como machista, termina condicionando aspectos básicos de las relaciones de género como roles y comportamientos sociales. Desde este punto de vista podemos hablar de una cultura de la violación, en donde es posible evidenciar expresiones que normalizan la violencia sexual como un problema, podemos encontrar que dichas expresiones han ocasionado que se transforme el comportamiento de las mujeres principalmente, en dónde según lógica cultural se considera que ellas son quienes deben hacer y dejar de hacer para prevenir ser abusadas por sus victimarios.
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