El malestar en la cultura.

El malestar en la cultura.

Resumen Capítulo 2: Formas para lidiar con las fuentes de sufrimiento

La vida, en la forma en que se nos ha impuesto, nos resulta muy pesada, debido a que nos depara sufrimiento, decepciones e imposibles. Entonces para soportarla, nos es indispensable utilizar ciertos medios para mitigar aquel sufrimiento [calmantes], los cuales según Freud (2010), son de tres tipos: las distracciones poderosas, las que empequeñecen la miseria; las satisfacciones sustantivas, que reducen dichas miserias [como el arte]; y los narcóticos, que nos vuelven insensibles a ellas, ya que actúa sobre nuestro organismo y modifica su química.

Por otro lado, Freud (2010) se pregunta por el objeto que tendría la vida humana, cuál sería su finalidad. De esto se señala que, por un lado, sólo la religión va a ser capaz de responder a esta interrogante, ya que la idea de la finalidad de la vida estaría en función de un sistema religioso, por otro, se plantea que el fin del hombre es la felicidad, llegar a ser feliz, y no dejar de serlo. Distingue dos fases, un fin positivo y un fin negativo, que evitan dolor y displacer y hacen experimentan intensas sensaciones placenteras, respectivamente. La felicidad se aplicaría al segundo fin, siendo entonces la finalidad [la felicidad] fijada por el principio de placer, pero no siendo este programa realizable ya que la realidad se le opone, incluso transformándolo por influencia de este mundo exterior, en principio de realidad. Todo lo que se quiere satisfacer a través del principio de placer solo proporciona bienestar inmediato, tibio bienestar, por lo que nuestra felicidad estaría limitada por nuestra constitución, y esta disposición no nos permite gozar intensamente sino el contraste, pero en muy menor medida lo estable. Es más fácil experimentar desgracia en la vida, el sufrimiento nos amenaza por tres lados [organizados para la desdicha], tanto el propio cuerpo, el mundo exterior y las relaciones con otros seres humanos, siendo el último el más doloroso. El propio cuerpo, que, condenando a la aniquilación y la decadencia, ni siquiera puede eludir de los displaceres producidos por el mismo. El mundo exterior, fuente de fuerzas destructoras omnipotentes e implacables. Las relaciones humanas, tal vez la mayor y más intensa fuente de sufrimiento, y casi ineludible. Como resultado de este panorama, el hombre tiende a rebajar sus pretensiones de felicidad, a seguir el principio de realidad, llegando a considerarse feliz por el hecho de haber eludido la desgracia. Así, la finalidad de evitar el sufrimiento relega a segundo plano la de lograr el placer.

En este sentido existen consecuencias de preferir el placer a la prudencia, pero también diferentes métodos para evitar el sufrimiento, atemperando las exigencias de dicha. He aquí los 10 métodos:

El aislamiento voluntario y de los demás es el método más inmediato contra el sufrimiento que se originan en las relaciones humanas, siendo la quietud la felicidad alcanzada.

Otro método es el someter a la voluntad del hombre a la Naturaleza, como miembro de una comunidad humana, empleando la ciencia.

La intoxicación es otro método destinado a producir una modificación del sufrimiento, en este caso mediante la alteración química del organismo, utilizándose para escapar del peso de la realidad, refugiándose en un mundo propio que ofrece mejores condiciones para la sensibilidad, pero cuando existe una privación de esta satisfacción, causa intenso sufrimiento.

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