El malestar para la psicología
Enviado por Paola Loiudice • 24 de Septiembre de 2016 • Monografía • 1.713 Palabras (7 Páginas) • 208 Visitas
El malestar para la psicología
Paola Loiudice – Legajo L-5204/3
Desarrollos Psicológicos Contemporáneos B
Profesor Ángel Fernández
- Introducción
En este trabajo pretendo analizar una entrevista a Daniel Kahneman psicólogo estadounidense e israelí, nacido en Tel Aviv en 1934. En 2002, junto a Vernon Smith, fue elegido ganador del Premio Nobel de Economía por “haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo incertidumbre”.
En la entrevista mencionada (publicada en la página web www.inconciente.com), Daniel Kahneman dice que “en un mundo muy riesgoso, la forma de proteger a la gente es resguardarla hasta cierto punto de sus propios errores.”
La denominada Teoría de las Perspectivas, que los llevó a ganar el premio Nobel, es considerada importante en la fundación de la Economía del Comportamiento. Según esta teoría: “los individuos toman decisiones, en entornos de incertidumbre, que se apartan de la teoría clásica económica que nos describe un individuo que toma decisiones racionales”. Estos psicólogos dicen que los individuos tienen aversión a la pérdida, que prefieren no perder 10 dólares a ganarlos.
Una de las formas en la que esta teoría es aplicada como estrategia de marketing es ofrecer un producto para que el cliente lo pruebe por un tiempo (en nuestro país una famosa empresa de filtros de agua utiliza este método). A la hora de devolver el producto, o perderlo, la mayoría de las personas no lo hacen y lo terminan comprando. El vendedor solo tiene que lograr que quieras llevarte a casa un producto “gratis”.
- Desarrollo
Y para esto solo necesita saber utilizar el lenguaje, es su única herramienta. Su discurso nos envuelve, nos da argumentos irrefutables de por qué conviene que este producto forme parte de nuestra vida. Y a pesar de que nos da mucha información sobre los beneficios del mismo, jamás nos dice los contra, jamás nos habla sobre las condiciones laborales de las personas que participaron en su fabricación, ni cómo afectan sus desperdicios al planeta. Nos dice que el 80% de las personas lo eligen, que el 70% lo volverían a comprar, y muchos datos más que no podemos refutar porque no somos los amos de ese discurso. Solo nos muestran una parte de la realidad, la que conviene que sepamos, el resto está velado.
Pero no estamos hablando de demonios, de los malos de la película, son las reglas de juego.Toda intervención del discurso es manipulación, no hay inocencia cuando se habla,porque se pretende obtener algo del interlocutor, tiene una intencionalidad.
Cuando leemos la frase de Kahneman: “en un mundo muy riesgoso, la forma de proteger a la gente es resguardarla hasta cierto punto de sus propios errores.”, no podemos ser inocentes y pensar que solo quiere hacernos un bien, y cuidarnos de nosotros mismos. Tenemos que ser capaces de leer en su discurso, de encontrar en esa red de palabras la intencionalidad de las mismas. ¿Querrá llevarnos a vivir al Walden, donde nos moldeará la conducta hasta lograr que ante el estímulo de retirar el producto que nos dejó un tiempo gratis, reaccionemos negándonos a renunciar a él?, o tal vez será que quiera recrear el Mundo Feliz, un lugar donde podamos comprender que este producto es lo mejor, y tomemos conscientemente la decisión de conservarlo. Entonces, cuando leemos esta frase no debemos olvidar de lo que se trata: producir un efecto. Y si hablamos de producir un efecto, hablamos de una política.
La política del discurso trata de reducir las distancias entre las intenciones y sus efectos; porque utiliza estrategias que responden a la intencionalidad de esa política. Hay un contenido ideológico en ese discurso. Y aquí, toda la maquinaria económica, recibe ayuda de la psicología para lograr los efectos esperados: asegurar el predominio de la clase dominante a partir de técnicas y estrategias de consumo. Se estudia el comportamiento económico del individuo, el objetivo es lograr la supervivencia del consumo (no de la especie), esa será la ideología del discurso neoliberal, será la intencionalidad de su política.
El discurso psi toma como propios algunos de estos acontecimientos, y los transforma en prácticas específicas, excediendo su propio campo como sucede en este caso. Pero esto no ocurre sin luchas, porque hablar de intencionalidad es hablar de luchas, es llegar a la forma más radical de la política, a la dimensión de dominio. Dominio de las decisiones humanas que van a redundar en un beneficio económico.
¿Y de qué manera se domina? Según Louis Althusser: “…los aparatos ideológicos del Estado funcionan masivamente con la ideología como forma predominante pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite, una represión muy atenuada, disimulada, es decir simbólica. Así la escuela y las iglesias “adiestran” con métodos apropiados…. También la familia…. También el aparato ideológico del Estado cultural…” Entonces, los aparatos ideológicos del Estado son el arma, instrumento de dominio, la clase dominante intenta usarlos para reproducir su orden pero lo que se produce allí es la expresión de una lucha.
Todos los aparatos ideológicos del Estado, sean religiosos, escolares, familiares, jurídicos, políticos, sindicales, de información, o culturales, están involucrados en la lucha por el dominio. De otra manera, no se podría entender cómo un psicólogo gana un Premio Nobel de Economía. El objetivo de la ideología es, al decir de Althusser, asegurar el orden dominante por medio de la palabra. La Teoría de las Perspectivas, ganadora del Nobel, reproduce, justifica, argumenta y promueve determinado orden a través de su discurso; se escriben libros sobre ella, se enseña en las universidades, se le otorgan premios que le dan un cierto prestigio, se la inserta en la sociedad y circula entre nosotros sin que nos demos cuenta. Muy pronto se transforma en una representación predeterminada más.
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