El problema mente-cuerpo: fundamento teórico de la psicobiología.

“El problema mente-cuerpo: fundamento teórico de la psicobiología.

El problema mente-cuerpo es una cuestión filosófica que ha tenido una repercusión muy grande en las teorías científicas de la psicología y la neurobiología.

Hace 25 años hubo una convergencia entre dos disciplinas distantes, la inteligencia artificial y la filosofía de la mente, a la zona de traslape entre ellas se denominó “ciencia cognitiva”.

 La ciencia cognitiva, ha congregado a especialistas debido al tema “problema mente-cuerpo”. Las diversas soluciones al problema que han establecido los filósofos como los monismos y dualismos se han vuelto paradigmas teóricos de diversos científicos y el debate se revitaliza.

Los fenómenos que conforman la materia del debate, son: la relación entre la actividad cerebral, los procesos mentales, la conciencia y la expresión motora que constituye la conducta. Es por esto que el problema ente cuerpo, tiene diversos problemas, como son:

• El problema de la reducción.

Se le conoce como reducción a la posibilidad de explicar cosas y hechos por la naturaleza y comportamiento de sus componentes.
La psicología se aboca a analizar las funciones de la mente, posee una metodología y un cuerpo teórico independientes. Se argumenta que las funciones cerebrales que se manifiestan como contenidos mentales pueden surgir de diversos sistemas neuronales por lo que no es posible su reducción.

Se perciben dos soluciones a este problema: o la mente se puede reducir a la función cerebral o se puede correlacionar con ella.

Aunque permanece el problema del tipo preciso de relación entre mente o conciencia y cerebro o cuerpo.

• El problema de la representación.

La Ciencia Cognitiva propone que hay representaciones en los sistemas procesadores de información constituidas por la manera como el sistema mapea la información de su exterior e interior.

Se acepta que deben existir mapas o representaciones de los sistemas cognitivos cuya naturaleza es necesaria elucidar.

La representación, entonces, es un elemento de flujo de información por medio del cual un sistema cognitivo reconstruye la información misma.

Aunque, las relaciones entre la representación, la semántica, la conciencia y el cerebro son intrincadas.

• El problema de modelaje.

La inteligencia artificial constituye una aproximación técnica y metodológica concreta, aunque persiste la discusión sobre si es posible simular el pensamiento en una computadora, o viceversa, si el cerebro puede ser entendido como una computadora húmeda, es decir que su información se maneja mediante neurotransmisores, receptores, ionóforos y otras moléculas en vez de microcircuitos, o bien si la mente puede ser modelada por un algoritmo.

Las computadoras tienen sintaxis pro no semántica, esto quiere decir, que pueden ordenar signos de manera significativa para sus programadores pero no saben lo que están haciendo, dado que la conciencia esta permeada por la semántica.  Este es un argumento de John Searle, y e ingenioso pero asume que hay una estrecha unión entre semántica y conciencia. Y no todos pueden estar muy de acuerdo con este hecho. Así que aún persiste el problema del modelaje de la mente.

El cerebro debe estar dotado de subjetividad, está la presencia de la mente, de significado o de conciencia, no se restringe a una maquinaria complicada y una programación adecuada, sino a una situación ambiental que les da significado en la que la cultural y la conducta juegan un papel muy importante.

• El problema del sujeto.

Se cuestiona la esencia de una persona, sobre el “yo” y el “ser”. Constituye una “teoría del sujeto”, en la cual se debe de escoger si el “yo” es una esencia permanente sustancial o no una construcción psicológica o neurofisiológica, una ilusión o una noción de psicología popular.

• El problema de causalidad.

Los procesos funcionales de ciertos grupos neuronales causan procesos mentales o conciencia.  Se puede adoptar un “epifenomenalismo”, según el cual, la conciencia es un producto colateral y final de ciertas actividades cerebrales sin propiedades causales, o también se puede creer en la idea de que la conciencia es producto de la actividades física pero que si tiene propiedades causales.

En la causalidad mental existen tres posibilidades: o lo mental causa lo físico, o lo físico produce lo mental o no hay efectos causales entre estos.

• El problema de voluntad.

Algunos autores, sin renunciar a la evidencia científica son capaces de mantener el libre albedrio como una opción sensata que delimita la responsabilidad moral y legal de los seres humanos.

Freud y Skinner, opinaban, que el determinismo implica una cadena de eventos causalmente enlazados que descartan la posibilidad de actuar libremente. La conciencia de la libertad sería un espejismo, en este caso, una ilusión de los humanos cuya mente y conducta son determinadas por su dotación genética, su funcionamiento neuronal yo su historia.

LAS SOLUCIONES.

Ha habido un progreso en las soluciones al problema mente-cuerpo. Algunas culturas clásicas  establecieron que serían tres opciones metafísicas excluyentes.
Las dos primeras son monistas, pero opuestas: el cosmos consiste solo de una sustancia sea esta física, espiritual y mental.
La tercera posibilidad es que el mundo sea esencialmente dual, con una sustancia material y otra espiritual que puedan o no entrar en contacto con el ser humano.

El dualismo maniqueo, postulaba dos principios, uno bueno asociado al espíritu y al alma, y otro malo asociado al cuerpo y a la materia.

Los escolásticos establecen un dualismo fundamental en la teología cristiana, un dogma de la iglesia.

Varios filósofos europeos especificaron diversas teorías con referencia a la mente y el cuerpo.

Entre ellos, René Descartes postulo un universo mecanístico organizado materialmente, que incluye al cuerpo humano y un mundo espiritual en entran en contacto en el cerebro. Se trata de un dualismo interaccionista por que el cuerpo puede influir sobre la mente, y viceversa.

Thomas Hobbes, postulo la esencia del materialismo moderno con la idea de que lo mental no es nada más que el movimiento de ciertas partes del ser pensante.
Mettrie dio impulso a las tesis del monismo materialista de Hobbes.

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