El trabajo y el miedo
Enviado por yeko666 • 6 de Febrero de 2013 • Ensayo • 1.872 Palabras (8 Páginas) • 279 Visitas
El trabajo y el miedo [artículo completo]
ruben Opinión - Opinión
Tiempos de miedo...
“conocer las finalidades de la represión y situarlas en nuestra realidad, como una forma de comprender y dar sentido a muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor. De esta forma podemos también conocer los mecanismos que la represión utiliza y plantear algunas formas de hacerle frente”
(Riera, Martín Beristain, 1993: 25)
Estamos en un momento histórico de crisis global y profunda. Desde la hegemonía del poder, se nos dice que para intentar superar estas crisis, la única posibilidad, objetivamente necesaria, es realizar una serie de cambios dolorosos que impondrán sacrificios a todos. En caso contrario, el desastre absoluto, la bancarrota total, el caos, el abismo: todo, absolutamente todo se derrumbará y se perderá para siempre…
Cada pocos días vuelven a sonar las alarmas. Un agente anónimo que se hace llamar “el mercado” desata situaciones que de nuevo imponen como necesidad técnica objetiva profundizar en la implementación de esos cambios dolorosos, reformas estructurales que impondrán sacrificios a todos…
Todo cambia a una velocidad vertiginosa. La incertidumbre es cotidiana; la zozobra y la angustia se extiende en el ánimo de todo el mundo. La amenaza es constante, el peligro inminente, la debacle puede llegar en cualquier momento. El miedo se instala de forma permanente, de manera extensa e intensa: está en el medio, en el aire, y llega a cada rincón de nuestra existencia.
Con el cuento de la crisis y a base de miedo nos han quitado derechos laborales, rebajado las pensiones, bajado los salarios… Nos gobiernan a base de miedo. Se trata de producir en la poblacion un fuerte impacto emocional a través de una situación intensa y profunda de amenaza, una situación que desoriente; y antes de que pueda darse cualquier reacción, implementar rápidamente una serie de cambios profundos en la estructura económica, social y política. La doctrina del shock.
El miedo está en las conversaciones, en las razones y en los sentires, orientando nuestro comportamiento, mediando las formas de relación, de ver el mundo, de afrontar la vida. Miedo a la “crisis”, al “rescate”, al despido, al desempleo, a no encontrar trabajo, a no poder pagar el alquiler o la hipoteca del piso, al desalojo, a la pobreza…
El miedo tiene un potente peso en nuestro día a día…El miedo, un sentimiento que paraliza, que disuade de organizarse, de reclamar cualquier derecho, que lleva al conformismo, que convence de lecturas de la realidad en que es imprescindible aceptar lo inaceptable… El miedo campa a sus anchas en nuestras vidas, pero sin embargo, no lo nombramos mucho y poco lo tratamos. Por eso también, resulta tan eficaz como herramienta para conducir nuestras conductas…
En el día a día del trabajo, el miedo está muy presente. ¿quién no se ha callado más de dos veces por miedo? También en el trabajo, el miedo orienta muchas de nuestras conductas, y permea en todas las formas de relación que se dan en su contexto: entre trabajadores, entre trabajadores y jefes... Constituye una de las principales herramientas cotidianas para someter y conducir la conducta de los trabajadores. A trabajar más por menos, y sin chistar. Si no, a la calle. De la mano del miedo de abajo, la soberbia de arriba.
El miedo no es precisamente algo nuevo en el trabajo. Sin embargo, como trabajadores, en la lucha por nuestros derechos, no sabemos muy bien qué hacer con él, más allá de aguántarse cada quien el suyo, apretando calladamente los dientes o de indignarnos con los desmovilizadores discursos del miedo que promueven sindicatos funcionales al sistema.
La cuestión entonces puede ser qué hacemos con el miedo desde abajo, desde lxs trabajadores, para defender mejor nuestros derechos. Una psicología social del trabajo desde una perspectiva de psicología de la liberación tal vez pueda resultar de alguna utilidad al respecto.
Una primera tarea puede ser nombrar el miedo en el trabajo, considerar su existencia y tratar de conocer sus mecanismos y efectos, para poder afrontarlo mejor, individual y colectivamente. A eso apuntamos con este texto.
El miedo, introducción
“…la emoción más natural de todas es el miedo (…) los psicólogos han dejado de llamarle “miedo” y ahora se refieren a él con la palabra “stress” ”
(Watson, 1982: 57)
Se refiere al autor a los psicólogos militares que estudiaban el miedo de los soldados en la guerra, y a los efectos que este renombramiento trae consigo: la desvalorización moral y filosófica de la real importancia del miedo en el combate, como respuesta legítima ante un situación intimidatoria. El miedo es convertido en fría respuesta psicológica que trae efectos psicológicos y que puede ser calculada, modificada, gestionada… Los psicólogos militares no realizan ningún tipo de intento de modificar las situaciones de intimidación (Watson, 1982: 58). Su objetivo es conseguir que los soldados estén dispuestos a implicarse en el combate, sin cuestionarlo, hasta el punto de dejar en él su propia vida.
Con esta maniobra, los psicólogos militares producen una normalización de la intimidación que funda la situación y las posteriores formas de relación. No se cuestiona ningún aspecto de la situación de coacción, la intimidación se convierte en “lo normal”. Y más aún, al hacerla normal y natural, se la hace desaparecer del entendimiento del escenario. Una cuestión normal, el miedo ante una amenaza, se torna entonces una cuestión anormal que presentan algunos individuos. No se ha de cambiar nada de la situación, se ha de cambiar al individuo que presenta el miedo. El problema es la persona, no la coacción.
Desde los departamentos de “recursos humanos” y la psicología del trabajo hegemónica, el miedo en el trabajo
...