El uso de la relajación
Enviado por perlaselena • 10 de Diciembre de 2014 • Informe • 376 Palabras (2 Páginas) • 165 Visitas
A lo largo de la jornada de clases, el alumnado ha de hacer frente a una serie de exigencias de actividad mental y física que demandan un alto nivel de escucha activa, concentración, atención, y en definitiva, la activación de una serie de mecanismos psicológicos de codificación, selección, almacenamiento y recuperación de la información significativa, procesos donde las cogniciones, conductas y emociones se superponen. Estos requisitos en el procesamiento de
la información pueden no funcionar adecuadamente al ser incompatibles con determinadas situaciones ansiogénicas a las que están sometidos los alumnos/as como conflictos familiares, exámenes, las expectativas de competencia y auto eficacia, etc, así como las tensiones propias de su desarrollo evolutivo, tales como la preocupación por la propia imagen corporal, las relaciones interpersonales o la instauración o definición de ciertos rasgos de personalidad. El empleo de la relajación, entendida como un estado de desactivación fisiológica (sin que se confunda con la somnolencia) tiene efectos paralelos a nivel cognitivo, a nivel motor o conductual y a nivel emocional, contribuyendo a la amortiguación de la resonancia afectiva.
Ayuda a focalizar la atención sobre los objetivos del aprendizaje, permitiendo, a su vez, al alumnado experimentar mayor seguridad, bienestar y gratificación al realizar un ejercicio agradable, reforzante e incompatible, por otra parte, con el desasosiego o el nerviosismo.
Estudiar y trabajar en al aula tras haber realizado ejercicios de relajación produce un efecto directo sobre el rendimiento y el aprendizaje, pues estudiar relajado, o atender relajado, estimula la concentración sobre aquello que nos ocupa y queremos aprender, aumenta la receptividad y capacidad mental para asimilar conceptos así como la claridad para comprender y entender conocimientos, además de agilizar la memoria para acceder a los recuerdos almacenados en el cerebro. Esto es así como consecuencia de reducirse la interferencia de estímulos molestos o externos, minimizar las distracciones y aliviar las tensiones corporales y/o preocupaciones excesivas. Por otra parte, la respuesta de relajación facilita la toma de conciencia de uno mismo en el espacio y el tiempo, lo que favorece una mejor dinámica de interacción con el entorno. A su vez, posibilita la formación de una más positiva imagen corporal que se traduce en la mejora del autoconcepto, promoviendo el desarrollo personal y constituyendo por tanto un valor educativo en sí mismo
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