Ensayo De Los Limites Del Amor

Los límites del amor

Cuantos de nosotros no hemos escuchado alguna vez que el amor es incondicional, que no tiene medidas y que si no te entregas del todo y sin condiciones es porque en realidad lo que sientes no es amor verdadero, muchas veces ¿verdad?. Pero, ¿realmente todo aquello significa “amor verdadero”? Walter Riso es el autor del libro “Los límites del amor, hasta donde amar sin renunciar a lo que soy” en el cual plantea justamente que el amor debe tener ciertos límites para que de ese modo no se vea agredida o disminuida la individualidad ni la dignidad de ninguno de los miembros de la relación; sin embargo poner límites no significa de ninguna manera amar menos, sino más bien amar de una manera realista, inteligente y razonable. A continuación realizaré un breve análisis del libro mediante mi opinión personal.

La primera parte del libro nos habla de los límites que debe tener un amor saludable. En esta parte, es sorprendente ver como en la mayor parte de la sociedad esta difundida e interiorizada la creencia de que el amor va de la mano con el sacrificio. Esto se ve más comúnmente en la comunidad femenina, pues poseen la idea de que deben hacer cualquier tipo de sacrificio para mantener la unidad familiar, aún a costas de su propia felicidad y de sí mismas. Hay muchos casos, y ya ahora hablando tanto de hombres como de mujeres, en los que se dejan de lado sus intereses, sus metas y deseos y se empieza a vivir por y para la otra persona (ya sea el esposo, la esposa, los hijos, la pareja, etc…), este es un claro indicador de que no se está amando sanamente, pues este sentimiento no puede lograr que tu dejes de ser tú haciendo que te olvides de tus metas y aspiraciones. Algo importante de recordar y que el autor menciona innumerables veces es que “para poder amar, primero tiene que amarse uno mismo”. La pregunta que surge entonces es ¿Hasta dónde debemos amar sin perdernos en el proceso? La respuesta, citando al autor, es “El límite lo define tu integridad, tu dignidad y tu felicidad”. En otras palabras, debemos amar hasta donde nuestra relación sea constructiva y sintamos que alguien nos hace bien, que nos deja desarrollarnos y viceversa. Tenemos el derecho a ser felices, si es con una pareja a o sin ella eso no importa, lo que realmente importa es sentirse bien, tranquilos, sin presiones ni angustias y sobre todo realizados y felices.

La segunda parte trata sobre el ¿Por qué nos cuesta tanto ponerle límites al amor? Este punto tiene varias explicaciones. En primer lugar, el autor plantea algo que parece un cliché pero no deja de ser verdad, nos cuesta tanto porque hay una lucha constante entre la razón y la emoción, entre lo que queremos y lo racional, entre lo que pensamos que es y lo que en realidad es. Muchas veces dejamos que lo que sentimos domine lo que sabemos que debe ser, es como una guerra constante. Las personas que dejan que el sentimiento las domine llegan a un punto de idealizar a la otra persona, de vivir a expensas de ella, por y para ella y creen firmemente que el amor es eterno, que no tiene límites y que no importa que tan dañino sea pues, según su criterio, si se ama todo se puede. Estos pensamientos, en mi opinión, no solo son tóxicos si no también peligrosos, empezando por que no existe el amor perfecto, todos somos seres humanos y todos tenemos fallas, en cuanto a eso, la idea sería ayudar a mejorar esas fallas, no tratar de cambiar a la persona, sino a ayudarla a crecer. Por otro lado, al amor hay que ponerle límites, saber decir hasta donde llega sin que se vea afectada tu individualidad y tu dignidad. Por último nadie tiene una bola de cristal para saber si la persona que tienes al lado es el amor de tu vida, no hay certeza de nada cuando se trata de dos personas, al final el enamoramiento dura poco y lo que viene después requiere más que de un sentimiento para perdurar y va a depender de ambas partes. Pienso que tal vez el origen de esta idealización se deba a las novelas, los cuentos de niños con su “vivieron felices para siempre” o al ejemplo que cada uno vio en sus padres, ya que todos estos factores van creando un montón de mensajes que se van metiendo en nuestro subconsciente. En segundo lugar, los pensamientos negativos también confabulan para que nos sea difícil ponerle límites al amor ya que, al tener un auto concepto bastante disminuido y una autoestima resquebrajada, es apenas lógico creer que la persona a la que estas unida a ese momento es el “ángel salvador” y que si no estás con él/ ella, pues entonces no eres nadie, que si lo dejas entonces nadie te volverá a amar, que no eres merecedora o merecedor de amor o simplemente que lo más cómodo es quedarte con la persona que estas antes que pasar por una separación. Y aquí quiero señalar algo importante y es que todos de por sí ya somos merecedores de lo mejor, hay que convencernos de eso, cada uno tiene un valor incalculable, y nunca va a ser mejor conformarse que liberarte y encontrarte contigo mismo de nuevo. En tercer lugar, tenemos a los pensamientos conformistas frente a los mandatos sociales. Vivimos en un tiempo en el los mandatos sociales ya no están tan presentes, en el que aceptar ciegamente todas las normas y dejarse llevar por el qué dirán ya han pasado un poco de moda o simplemente ya no tienen tanta importancia. Sin embargo, aún se ven muchos casos de mujeres que son maltratadas y siguen con sus parejas, si bien en algunos casos esas mujeres víctimas de abuso no se separan por ser criticadas o porque se enteren de que era una mujer violentada, la inmensa mayoría es por motivos de baja autoestima. Creo que una buena parte de la sociedad, en especial el género femenino, se empezaron a preguntar ¿POR QUÉ? ¿Por qué es justificable permanecer al lado de alguien que te hace infeliz, que te humilla y que te maltrata todo en nombre de las apariencias y el buen look social? Y la respuesta mayoritaria al parecer fue NO. Y por último, otro factor que nos hace difícil ponerle límites al amor son los pensamientos catastróficos ante el futuro, las personas por lo general sienten miedo hacia lo desconocido pero como mencione, el futuro es incierto uno no sabe que pueda pasar y es por eso que se producen los mayores temores de gente que principalmente cuenta con una baja autoestima pues piensan que es mejor algo conocido (así sea malo) a la opción de tener algo mejor. Pero ¿por qué conformarse?, el que no arriesga no gana y yo creo firmemente que hay que hacer todas las apuestas posibles

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