Ensayo, El Arte de Ser Feliz

Valentina Moncada Rozo, Código: 426468

Ensayo, El Arte de Ser Feliz.

Inspirado en: Exposición Fotográfica Jesús Abad Colorado.

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INTRODUCCION

Hablar sobre la historia de Colombia evoca una colección de diminutas fichas que se unen para dar significado y sentido a todo cuanto somos. Las personas se unen con lazos invisibles para colectivizar sus historias, con líneas de sangre, raíces genéticas y de convivencia que se transforman en una serie de acciones y vivencias que han impreso un carácter. Una forma de ser colombiano. Colombia ha sido un país marcado por el dolor de la guerra, sin embargo, también ha sido un país reconocido por el trabajo, alegría, colaboración, y solidaridad de su gente. En la entrevista que realizó Las dos Orillas a José Abad, él menciona: “Mis padres con mis tíos y mis tías cuando huyeron por la muerte de mis abuelos, salieron a trabajar en la ciudad, otros fueron al Magdalena medio. Pero mi familia siempre nos habló fue de solidaridad, nos habló fue del respeto, nos habló de humanidad” (Gallo 2019).

Sin embargo, pareciera contradictorio que una persona víctima de la violencia, del desplazamiento forzoso hable de respeto y humanidad. En sus fotografías se plasman los rostros e imágenes de los escenarios más dolorosos de la historia colombiana, los rostros de las víctimas de la guerra que es parte de nuestra historia, en uno de los muros de la exposición se lee un fragmento del poema.  “On the Pulse of Morning” de Angelu Maya: “Ven, siembra tus raíces a mi lado. Por más dolor que ella nos cause, no se puede desandar la historia, pero si se encara con valor, no hay que vivirla nuevamente. Levanta los ojos y mira este día que para ti amanece”. Angelu Maya 1993. En él se extiende una invitación: Para quien tenga un pasado doloroso, ofrece una segunda oportunidad, para quien falla en cada esfuerzo o para quien ha sido herido, es un poema de redención e integridad. Y para cualquiera que haya estado en la oscuridad, antes o ahora sin importar su sombra, es un poema de esperanza.

LA FELICIDAD A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS

¿Como se puede lograr la felicidad en Colombia teniendo como huella o sombra de un conflicto armado colombiano que ha durado más de 60 años?

Vivir en un país marcado con las injusticias de la guerra, con desigualdad social, con tantos horrores conocidos por todos, con diferentes actores que defienden con armas y sangre sus ideas, con un pueblo abatido y tal vez acostumbrado a las muertes sistemáticas no es fácil. La problemática que trae el desplazamiento forzoso de tantas personas a la capital, una capital que recibe a cada uno y que no da abasto, muchas personas buscando oportunidades laborales, el desempleo, los robos, un sistema de trasporte colapsado, filas de personas pidiendo ayuda en las diferentes instituciones gubernamentales, colegios públicos que tratan de integrar a muchos niños cuyos padres necesitan no solo que aprendan sino un espacio en donde estén a salvo mientras ellos tratan de conseguir el sustento. Se creerían entonces que la felicidad no tiene cabida en este país.

Sin embargo, pese a todo lo anterior se puede ver rostros sonrientes en la calle, familias que al llegar la noche se congregan en sus casas buscando la calidez que emana de su grupo, se cuentan las anécdotas del día, se hablan de las expectativas que se tienen para el día siguiente y los sueños que desean ver realizados en sus hijos o en sí mismos, grupos de amigos, vecinos o personas dispuestas a ayudar. Seres que conscientes de la situación del país aportan un grano de arena para lograr la armonía, la sana convivencia y que tienen la esperanza de que todo puede ser mejor. A pesar de todo, hay esperanza y motivos para seguir viviendo. “Sobre la felicidad sobresalen algunos hechos: en América Latina son fuentes de felicidad la familia, la amistad y la solidaridad, al igual que en Indonesia y África”. (Diaz, 2016, p. 19).

Se puede lograr entonces la felicidad a través de los pensamientos que se tienen, al tener sueños, metas claras, al conocer o intuir la razón de la existencia, al optar por un estilo de vida saludable, haciendo dieta no solo de los alimentos que se ingieren, sino de pensamientos, diálogos, e incluso de personas que de una u otra manera no hacen bien con su compañía, la familia, los amigos, la pareja, las relaciones sociales, las mascotas y el entorno son elementos fundamentales a la hora de mantener un equilibrio en la vida. El realizar buenos actos, vivir el presente y el ser conscientes de que la vida es corta invita a aprovechar al máximo nuestra existencia. “Hacer conciencia de la finitud de la vida permite vivirla en un constante presente” (Diaz, 2016, p. 27).

Pero también hay quienes, abatidos por las circunstancias de la vida, no logran sobrellevar el peso de la vida, en la entrevista realizada por el medio Las Dos Orillas a José Abad él habla también de las tumbas de personas cuya causa de muerte fue por pena moral. Cuando se acaba la felicidad, cuando no hay sueños ni motivación, cuando se siente el dolor, el sentimiento de impotencia y de soledad, morir también es una opción para otros.

Hace unos días los medios de comunicación presentaban la triste noticia de la muerte de un estudiante de la Javeriana Johnnier David Coronado. Este estudiante que llegó a Bogotá en busca de una oportunidad de estudio, matriculado en el programa de ayuda del gobierno Ser Pilo Paga, tomo la decisión de acabar con su vida. En una de sus publicaciones en las redes escribe: “He estado tan vacío que mis letras ya no inspiran, ni tristeza ni odio; ni aspiran a ser más que mensajes sin sentido, maldita vida que estas acabando conmigo, con tu gregario existir y mi despreocupado pensar, terminare acabando mucho antes de empezar”. (Sistema Informativo del Canal 1  2019)

Aquí se puede evidenciar que a pesar de que la mayoría de las personas intentan encontrar un estado de equilibrio y de felicidad, cada persona es un ser individual, diferente y trae consigo un mundo único de experiencias de acuerdo con las creencias, los valores, la religión, entre otras, que han influido en el pensar y actuar en su vida reflejándose en un sin número de comportamientos y elecciones. La triada neurótica a la que hacen referencia los logoterapeutas hace su aparición con un sentido de poca valía la pérdida del sentido de la vida. “Cuando el ser humano se siente “atrapado”, cuando la fuerza de las situaciones lo deja inmóvil y sin capacidad de reacción por falta de coraje moral y cae en depresión”. (Diaz, 2016, p. 28).

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