Ensayo: Metamorfosis Infantil
Enviado por The Program • 22 de Abril de 2019 • Ensayo • 1.428 Palabras (6 Páginas) • 127 Visitas
Ensayo: Metamorfosis Infantil
Salazar Julio - C.I. V- 21.081.684
Universidad Central de Venezuela
INTRODUCCIÓN
Los expertos en el desarrollo humano definen a la infancia como la etapa crucial en la adquisición de conocimiento. Es cuando se aprende el lenguaje y, sobre todo, la interacción con otras personas y la concepción de uno mismo como ser (Ajuriaguerra, 1973). Las descripciones de personajes como Lloyd de Mause de los nuevos modelos de historia nos invitan a estudiar las llamadas “modas” (infanticida, de abandono, ambivalente, intrusiva, social y de ayuda). Esto nos ha permitido entender la percepción que se ha tenido de la infancia a través de los siglos, desde el punto en donde al niño no se le tomaba en cuenta, hasta en tiempos recientes, donde se le he catalogado como grupo social independiente, explicando cómo la imagen actual del Infante se ha construido a través de las generaciones mediante el estudio y desarrollo de sus múltiples perspectivas y dimensiones (psicológica, social, cultural, etc).
Es por esto que me he hecho las siguientes preguntas: ¿Debo abordar la Infancia como problemática social o generacional? ¿Es importante su transformación para generar soluciones a nuevas problemáticas? ¿Quién tiene o debe tener la iniciativa o poder de hacer ese cambio? ¿Es un cambio necesario? Y, ¿en qué plazo nos beneficiaríamos más como especie de estos cambios? (corto, medio, largo). Por ello, en el siguiente escrito pretendo hacer un acercamiento a la idea de la transformación generacional de la Infancia y cómo dicho cambio podría beneficiar a la humanidad más allá de tratar la infancia como objeto social. El lector debe considerar que este ensayo no se enfocará en responder el total de las interrogantes, aunque se hará el intento. Partiendo desde una perspectiva generacional no pretenderé conceptualizar a profundidad ni delimitar la idea presentada, ni mucho menos buscar concentrarla hasta el punto de solidificarla, al menos por ahora.
La estructura del trabajo consistirá en un apartado donde se presenten los argumentos que sustenten la idea y sus contra argumentos, finalizando en la conclusión, donde se dará una opinión más personal del tema, más allá de responder las anteriores interrogantes.
PROBLEMÁTICA
Según Casas (1998) “Las representaciones sobre las formas de solucionar problemas están obviamente influenciadas por las representaciones sociales sobre la infancia y por la representaciones compartidas sobre los problemas sociales acerca de la infancia”. Lo que hoy percibimos como problemática social, referente al tema de la infancia, no tiene mayor importancia que la que en su momento le dio el hombre de la Edad Media a los niños, a mi parecer. En cambio, considero el no cambio generacional de “Infancia” y todo lo que ese término engloba y representa actualmente como posible problemática, viéndolo desde una perspectiva generacional.
Esto en tiempos actuales representaría el resolver los actuales problemas que se perciben socialmente en la vida de los infantes para la satisfactoria introducción de mecanismos, digamos, tecnológicos y sociales que favorezcan un óptimo desarrollo –dirigido- del individuo en sus etapas de desarrollo biológico (Principalmente los primeros 18 años de vida). Aunque el estudio de la percepción del Infante durante las generaciones indique que los cambios siempre han existido, se debe hacer un esfuerzo por dirigir estos cambios, no sólo reconocer o resolver las problemáticas.
Es cierto que al momento de plantear la existencia de un problema se debe observar desde múltiples perspectivas la gravedad de éste y si se quiere cambiar algo. Se debe consultar al colectivo para saber el estado actual del objeto que se pretende cambiar y si el cambio es necesario o positivo en comparación al estado actual, representando ello el logro pretendido (Casas, 1998). Dicho esto, se presenta el dilema de decidir quién debe estar encargado de efectuar y dirigir el cambio. Este planteamiento no se debe tomar a la ligera, ya que la compleja estructura social actual podría entorpecer y desfavorecer dicha decisión.
Otro aspecto para tomar en cuenta es la dificultad para efectuar los estudios que permitan el cambio generacional necesario para la transformación de lo que hoy conocemos como Infancia, debido a la complejidad de la recolección de datos sobre -entre otros- los aspectos psicosociales que afectan específicamente a la población infantil (cita libro y año). Aunque estos aspectos sirvan como contra argumento a lo que en este trabajo se plantea, los continuos avances tecnológicos en campos como el de la inteligencia artificial permitirían mejorar las capacidades de los investigadores para afrontar los obstáculos divisados actualmente y facilitar la estructuración de sistemas más eficientes para la selección de figuras o entidades encargadas de dirigir los cambios pertinentes para la resolución de problemáticas presentes y futuras.
Pasando de lo anterior dicho, insisto en que se reconozca la importancia de la constante transformación y avance de estudios enfocados en las etapas de inmadurez física y mental de los individuos, ya que un mejor reconocimiento de las mismas posibilitaría la creación e implementación de herramientas que fomenten el desarrollo para la creación de humanos mejores capacitados y prepararles para los futuros desafíos que nuestra raza afrontaría (como podría ser la futura colonización de nuevos planetas y adaptación a nuevos biomas).
Adicionalmente, Casas (1998) afirma que “Algún aspecto de la identidad colectiva de los adultos parece haberse construido por oposición a la infancia, en vez de con la infancia”. Lo que llamo yo una de las tantas máscaras creada por el que en muchos reconocemos como el “Adulto joven”, quizá excluyendo a una minoría de estos que mantienen conexión con su “niño interior”. Son los que típicamente buscaban desligarse de lo que fueron, de esa etiqueta social de ser un niño o menor para adoptar los comportamientos de sus iguales y ser aceptado o reconocido por estos. Esto lo considero un punto en contra para las investigaciones que se enfocan en resolver problemáticas de la Infancia, ya que psicológicamente se estudia la relación entre niños y adultos como grupos sociales, mas no se hace especial énfasis en estudiar los rastros de Infancia en estos adultos y qué papel puedan representar los hallazgos encontrados para futuros estudios.
Cabe destacar cuando Casas (1998) se refiere a “La percepción mayoritaria de la infancia como categoría social claramente distinta, íntegra, de alguna manera, una imagen descalificadora de la misma como grupo social”. Durante décadas se ha utilizado expresiones como “qué infantil eres” de forma negativa o al adolescente decirle “ya no eres un niño” por estar haciendo alguna actividad o gestos que se perciban como infantiles. Esto último reforzaría mi necesidad de que se mantuviese la continua transformación de la percepción de la infancia, su papel y rol en la sociedad, ya que un cambio en la percepción de, en este caso, el infante como grupo social ayudaría a facilitar la implementación de programas que ayuden en las relaciones entre adultos y niños, y la aceptación de los aspectos positivos -sobre los negativos- de ser niño, para así ayudar a facilitar el entendimiento, la resolución de las problemáticas que afrontarían y la implementación de mejoras para el desarrollo de los menores.
CONCLUSIÓN
Como se ha podido apreciar a lo largo del presente trabajo, lo que entendemos por infancia ha experimentado cambios constantes a través del tiempo. Actualmente disponemos de la tecnología y mentes brillantes necesarias para dirigir dicho cambio de forma que afecte positivamente el desarrollo de futuras generaciones. Problemas que tenemos hoy en día como sociedad podrían resolverse manteniendo el enfoque en estos estudios y desarrollo de lo que hoy conocemos como Infancia: descubriendo y aprovechando el potencial del infante, podremos controlar lo que serán las posteriores generaciones. Aunque existen aspectos que presentan un obstáculo a lo que en este trabajo plantea, tengo la certeza de que los continuos avances tecnológicos mejoraran las capacidades de los humanos en sus etapas tempranas de desarrollo, permitiendo afrontar los obstáculos divisados y facilitando así la estructuración de sistemas más eficientes para la resolución de problemáticas presentes y futuras.
Más allá de las conclusiones, me gustaría agregar algunas palabras. Pienso que el paso agigantado al que avanza el desarrollo tecnológico nos brindará beneficios importantes a la hora de decidir quién debe dirigir el cambio. Mediante iniciativa humana, una autentica inteligencia artificial podría, digamos, dirigir una organización conformada por las mentes más brillantes del mundo, junto a personajes de vasta experiencia en múltiples campos del desarrollo humano. Para finalizar, me gustaría que te hicieras las siguientes preguntas: ¿A qué jugabas tú cuando eras niña/o?, y, ¿a qué juegas ahora?
REFERENCIAS
- Ajuriaguerra, J. (1973). Ciencias del Hombre. Cuaderno Nº1. Cap. I. El niño en la historia. Problemas psicológicos (pp. 5-20)
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