Ensayo Piensa Diferente Vive Diferente

Ensayo “Piensa Diferente, Vive Diferente”

“Nuestra forma de actuar esta determinada por nuestra forma de pensar, por lo tanto si cambiamos nuestra forma de pensar podremos cambiar la forma en que hacemos frente a la vida.” Esta es probablemente una de las lecciones más importantes con las que alguna vez pude haberme encontrado.

Recuerdo que la primera vez que encontré una lección similar fue hace unos 4 años en un  libro de seducción que comencé a leer en mi último año de CCH y que hablaba de la “zona de confort”. Recuerdo que la reflexión que hacían ahí en el libro, era más o menos así… “comúnmente buscamos nuevos océanos surcando las mismas rutas, y para encontrar nuevos océanos debemos dejarnos guiar por nuevas corrientes”.

El libro nos incitaba a cambiar nuestra manera de actuar frente a la vida, para alcanzar nuevas potencialidades.  Decía que es muy difícil cambiar patrones de pensamiento pero que si nos obligábamos a nosotros mismos a “dejar los miedos atrás”, a actuar de forma diferente y dejarnos guiar por los consejos que ahí se daban, nuestra forma de pensar cambiaria también.

Mientras estaba leyendo el primer capitulo del libro “Piensa diferente, vive diferente” me puse a pensar en el efecto tan beneficioso que me trajo el hacer actividad física y el mejorar mi alimentación.

Recordé que en mi etapa de bachillerato mi alimentación era todo menos sana. No fue sino hasta que salí del bachillerato que comencé a cambiar mi alimentación y a realizar ejercicio.

Al principio era muy difícil el dejar de lado la comida chatarra y el ponerme a trotar cinco minutos. Sin embargo, después de un mes y medio, comencé a darme cuenta del cambio que estas simples actividades le daban a mi cuerpo y mi mente. Mi postura y mi respiración mejoraron, ya no me enfermaba cada semana, dejaron de salirme granitos en cantidades tan grandes, se elevo mi estado anímico, me sentía mas despierto durante la mañana, y comencé a sentirme más fuerte y seguro de mi mismo.

Y se que aunque en la lectura la idea esta en que “cambiando tu pensar y cambiara tu salud”, en mi experiencia también podría decirse que “cambiando tu salud, tu forma de pensar también cambiara”

Me atrevería a decir que el acceder a tu estructura genética  y mejorarla es igual de importante que acceder a tu estructura mental y mejorarla.

Soy un fiel creyente de que “Eres lo que crees”, de que nuestra vida puede llegar a nuevos niveles, tan solo potenciando el pensamiento. Cada persona tiene la capacidad de lograr lo que se proponga, solo hace falta tomar la decisión y cambiar.

En el segundo capitulo se nos pone en la mesa una idea que me salto demasiado y que me causo una gran cantidad de ruido en el momento en que la leí: que sólo usamos el 5% del cerebro. Es una idea atractiva, pues sugiere que podríamos ser mucho más inteligentes, exitosos o creativos si lográramos aprovechar ese 95% que desperdiciamos.

Recuerdo que en algún programa de la National Geographic o de Discovery Channel desmintieron esta idea, y que pusieron en prueba esta idea. Fue mediante el uso de  resonancia magnética que los neurocientíficos vieron que una simple acción, como cerrar y abrir el puño de la mano o decir unas pocas palabras requiere de la actividad de mucho más de una décima parte del cerebro. Incluso cuando la persona no esta haciendo nada, el cerebro está haciendo mucho

Quizás Dyer pensó utilizar la cifra del 5% precisamente por ser muy atractiva, pues es tan baja que ofrece un potencial enorme para mejorar. Y es que todos queremos ser mejores. Y en verdad creo que podemos serlo, si trabajamos en ello para lograrlo.

Sin embargo, dejando esta nimiedad de lado, encontré muchísimo que rescatar de este capitulo. Es en varias ideas que se nos presentan  a lo largo donde recordé mucho de una exposición que realice hace poco, donde se nos explica que tenemos muchos hábitos tan arraigados que los hacemos sin esfuerzo. Pero  es en las actividades nuevas donde nuestro cerebro se pone a trabajar para realizarlas.

Mientras escribo esto me puse a pensar en que anteriormente me costaba muchísimo trabajo escribir a computadora y que ahora lo hago sin esfuerzo. O también recordé el gran esfuerzo que me tomo el elegir una carrera al salir de bachillerato. En lo angustiado y cansado que me pareció tomar tal decisión.

Me parece muy acertada la idea de decir que nuestro cerebro funciona siguiendo hábitos y se acostumbra a funcionar en automático sin realizar un esfuerzo mental intenso, y que por el contrario cuando necesitamos tomar una decisión importante o cuando necesitamos crear un nuevo habito nos cuesta mucho trabajo en hacerlo. Y esta en nosotros y en nuestra mente consiente el cambiar hábitos.

Cuando comencé a leer por segunda vez el capitulo 3 me puse a pensar nuevamente y con total seriedad por un lado, en todas aquellas excusas que logre superar y que me han traído hasta aquí, y por otra parte en todo mi “catalogo de excusas” que me ha impedido alcanzar mi verdadero potencial.

Es curioso, porque aunque he superado una excusa en algunos ámbitos, la misma excusa sigue impidiendo desarrollarme en otros. Es decir, recuerdo que generalmente me preocupaba mucho la dificultad de ciertas lecturas, tareas y actividades escolares o en entender y empatizar con los demás, sin embargo ahora mi preocupación por la dificultad se da en empatizar conmigo y en el  contactar con mis sentimientos.

No me considero una persona satisfecha. De hecho no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí satisfecho plenamente con mi vida ó si alguna vez me he sentido realmente satisfecho. Supongo que siempre supuse que mi vida podría llegar a ser mucho mejor. Esta es una sensación de la cual siempre he sido muy consiente: Insatisfacción.

Anteriormente en este ensayo he mencionado lo mucho que me tomo elegir que carrera estudiar. Y es probablemente en esta etapa de mi vida donde mas contacto tuve con excusas, pues recuerdo que entre todas esas excusas me sentía abrumado y angustiado en cuanto al futuro.

De hecho las acciones que tome en esa etapa de mi vida se vieron fuertemente influenciadas por las excusas que me contaba a mi mismo. Estas acciones aun me pesan bastante.

En los párrafos siguientes me tomare la libertad de contarles brevemente como fue que yo elegí carrera. Y Primero que nada, creo importante señalar que en ese entonces me encontraba bastante inseguro emocionalmente.

Comencemos con el principio. Durante el cuarto semestre me pidieron elegir un área en la que me gustaría desempeñarme los últimos dos semestres de bachillerato.  Para ayudarme a elegir recurrí al área de psicopedagogía y ahí me hicieron un test vocacional, el cual me aseguraron que me ayudaría a tomar la mejor decisión.  Total que al realizar el test comencé a sentirme aliviado, pero solo durante un periodo corto de tiempo. Unos días después cuando fue el momento de saber los resultados, recuerdo que el psicoterapeuta me felicito por mi versatilidad en cuanto a habilidades y conocimientos se refería. Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que en teoría no importaba que carrera yo decidiera estudiar, pues iba a ser bastante bueno en ella de todas formas. Me sentí orgulloso y feliz, pues sentía que mis esfuerzos en la escuela habían valido la pena. Sin embargo el orgullo se transformo en angustia, y la felicidad en consternación. Me encontraba exactamente en la misma situación que antes. No sabia que estudiar.  Elegí ingeniería civil, pues siempre se me dijo que yo seria excelente en algo relacionado a la arquitectura. Y ese solo fue el principio de la historia.

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