Ensayo Sexualidad
Enviado por litzaa30 • 28 de Enero de 2013 • 1.967 Palabras (8 Páginas) • 438 Visitas
En esta presentación espero brindar algunos elementos que permitan tender puentes entre las diferentes disciplinas escolares que, desde una estrategia curricular transversal, deben hacerse cargo de ofrecer espacios de enseñanza para que niños/as, adolescentes y jóvenes reciban la Educación Sexual Integral establecida por la normativa nacional.
Entendemos que pensar al cuerpo sexuado desde la noción de “construcción social” abre un interesante abanico de posibilidades en esta dirección. No se trata, huelga decirlo, de negar la “dotación” material que cada persona “recibe” a través de sus genes sino de incluir en el análisis la potencia modificadora de la interacción con el medio ambiente y el medio social.
En la actualidad nuestros cuerpos muestran como nunca antes la fuerte incidencia que tienen, y que pueden llegar a tener, las diferentes posibilidades y modalidades de “intervención” que el mercado propone a la población. Solo algunos ejemplos nos introducen rápidamente al mundo en que se vuelen difusas las fronteras entre “lo dado” y “lo hecho”.
Los piercings, los tatuajes, las cirugías estéticas muestran fuertes modificaciones de los cuerpos, algunas más perdurables que un simple maquillaje matinal, un brushing, una depilación. Algunas no pueden volverse atrás.
Así, estas intervenciones van a más allá de un cambio de aspecto coyuntural y, con frecuencia, intervienen en la definición identitaria de un sujeto. En otras palabras, “quiénes somos” se define en parte por el “qué hacemos” con nuestros cuerpos. Generalmente, se concibe a la identidad como el conjunto de características o circunstancias que hacen que alguien o algo sea reconocido, sin posibilidad de confusión con otro y a la vez como la conciencia que tiene una persona de su pertenencia a uno o varios grupos sociales o a un territorio, y significación emocional y valorativa que resulta de ello.
Esto significa que la “identidad” permite reconocer o reconocerse. En este sentido, tiene una base muy estable porque remite a la propia historia y al sentido de estabilidad indispensable para vivir...Pero mirado en el mediano y largo plazo, la cuestión es más compleja: con frecuencia, después de un proceso de psicoanálisis, parece que llega a cambiar “el pasado” a partir de su re significación.
Uno de los teóricos más significativos en el estudio de la construcción social del cuerpo, Michel Foucault (1990), postula la necesidad de desencializar a la identidad y al cuerpo como categorías unificadas, coherentes y fijas; y los historiza como el producto de fuerzas sociales que los definen, moldean y regulan por la cultura dominante a través de la historia.
La identidad no excluye la diversidad de pertenencias, tampoco se hace activa hasta que el grupo llega a establecer en esta diversidad un orden de prioridad, es decir, de jerarquía. Los criterios de identificación cambian, con relación a los valores dominantes en una sociedad y en una época determinada de la historia. Los estereotipos tienen la función de ordenar el mundo a nuestro alrededor, ya que funcionan socialmente para establecer y mantener la hegemonía del grupo dominante.
Así, al pertenecer a diferentes grupos, vamos adoptando formas compartidas de ser y de vivir nuestros cuerpos: una nación o grupo étnico, un sector socioeconómico, una generación, y muchos otros, configuran un significado valorativo que implica la existencia de relaciones de poder: el “quiénes somos” y el “qué hacemos con nuestros cuerpos” está enmarcado en un abanico de posibilidades, amplias o restringidas, pero nunca infinitas.
Con el concepto de “sexo-género” estamos nombrando justamente a la definición de posibilidades con las que, en un espacio- tiempo determinado, debe lidiar un sujeto al construir su cuerpo sexuado.
La sexualidad es el elemento básico de la personalidad, del propio ser, su forma de manifestarse y comunicarse, de sentir, de expresar y vivir el amor humano. Impregna todos los planos de la persona: el físico, psico-afectivo, espiritual y social. Esta sexualidad se desarrolla y no se construye. Dentro de este concepto, se puede hablar también de la genitalidad, que es sólo un aspecto de la sexualidad, que tiene que ver con los órganos de reproducción y las sensaciones que se producen a partir de los mismos.
Otro de los conceptos que son necesarios clarificar es el de identidad sexual. Ésta se refiere al sexo psicológico, que supone la convicción íntima y firme de pertenencia a un sexo determinado. Intervienen en su desarrollo la noción de sexo asignado y atribuido, de sexo comporta mental, el sexo en vinculación con el esquema corporal, la identificación, el complemento y las evitaciones de estereotipas sexuales. En el desarrollo de la identidad sexual, que toma largos años de la vida, es fundamental el sexo identificado y la reconfirmación del sexo. Influyen también los llamados roles sexuales, y desprendidos de éstos, el sexo aprendido a través de la práctica.
En la identidad sexual juegan diversos factores. Siendo el ser humano un ser histórico, las diversas experiencias, conductas, prácticas sexuales influyen decididamente en su identidad sexual.
En cambio, el concepto de orientación sexual se desprende del de identidad sexual, al alcanzarse el sexo identificado y reconfirmado, coincidiendo con la época en la que se completa el desarrollo cerebral. Se trata de la preferencia sexual que se establece en la adolescencia (momento de mayor vulnerabilidad en el desarrollo de la identidad sexual).
Tiene una base biológica y es configurada por otros factores como la educación, la cultura y las experiencias propias. El impulso sexual es muy plástico en su origen, se va haciendo en el tiempo cada vez más específico, más delimitado, hasta llegar a identificar como objeto de deseo no simplemente a un individuo, del sexo opuesto en general, sino a determinado hombre o mujer en concreto.
Existen otros dos términos referentes a la sexualidad humana que usualmente se confunden, en lugar de diferenciarse. La relación sexuada es la relación común entre personas de diverso sexo, señalada por la estima, el respeto, la amistad y la afectividad, sin implicar el cuerpo sexuado, la genitalidad física: de hecho, el encuentro, el diálogo o el conflicto entre dos personas de diverso
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