Ensayo Sobre La Homosexualidad

Homosexualidad: ¿Enfermedad, opción o condición intrínseca?

El concepto homosexualidad a sufrido modificaciones conceptuales a lo largo de la historia universal, definido como la atracción sexual, afectiva y emocional por personas del mismo sexo, sin embargo, también se utilizan términos como gay – referido a hombres homosexuales – y lesbianas – referido a mujeres homosexuales. Retomando el tema de la homosexualidad en la historia universal se ha visto presente desde la Grecia Antigua, donde una relación de este tipo era considerada normal, sana y cotidiana, no era tema de discusión y era totalmente permitida la relación entre un joven y un adulto que podría o no tener una familia conformada con esposa e hijos, el cual, de cierta forma lo apadrinaba y le entregaba educación política, social, científica y moral. Hoy en día, en muchos países, incluyendo el nuestro, la homosexualidad es vista como una “desviación” o una “enfermedad” y es catalogada como un pecado, teniendo que ver totalmente el cristianismo y en sí la Iglesia Católica, ya que en la época medieval el pensamiento teológico, que regía al hombre en todo sentido, y la Inquisición (organismo encargado de perseguir a herejes) aplicó torturas y pena capital en la hoguera hacia la mayoría de los homosexuales residentes en Europa, falleciendo así de una manera indigna e injustificada.

En la actualidad, países como Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Irán y Yemen se castiga con pena de muerte (1) y está catalogada como ilegal en al menos 76 países (2). En cambio, en España donde se ha luchado con el fin de eliminar la homofobia y otorgar nuevos derechos hacia estos grupos, se ha legalizado el matrimonio homosexual y la adopción de hijos. En cuanto a nuestro país, Chile, hoy en día es un tema un poco más abierto, ya que cada vez son más homosexuales se están manifestando pasivamente en las calles, en actos culturales y actividades que unen a grupos heterosexuales con homosexuales, demostrando así el repudio contra algunas personas que creen tener el derecho de discriminar y marginar, como es el caso de la Iglesia Católica y el conservadurismo chileno que han ido conformando durante nuestra historia un pensamiento poco tolerante, exclusivista, dejando fuera cualquier manifestación que vaya contra sus principios, logrando influenciar gran parte de la población limitando y, aun mas, controlando lo más personal que como seres humanos tenemos: la libertad sexual e íntima. Produciendo a personas y a una sociedad cada vez más homofóbica y con prejuicios irracionales hacia homosexuales, manifestándose en insultos, agresiones físicas y psicológicas, hasta la muerte como la mayor expresión vista aquí en el país por parte de grupos neo-nazis.

Aun así, proliferan movimientos que luchan por esta libertad y privacidad, tales como la CUDS, ILGA, Las Otras Familias, Exigimos Igualdad, Movilh, Mums, etc. Y que también luchan, especialmente el Movilh, por derogar el artículo 365 del Código Penal, el cual dice que la edad del consentimiento sexual para homosexuales es de 18 años, mientras que en relación a los heterosexuales está fijada en 14 años. Además existe el día Internacional contra la homofobia, respaldado por la ONU, y dedicado a fomentar la libre expresión de amar y de tener los mismos derechos que tienen personas heterosexuales.

“Chile un país de oportunidades”, ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? tal vez muchas, ¿Oportunidades para quienes? Para aquellos que han aceptado vivir en esta sociedad construida por heterosexuales e imponiendo un modelo de éxito familiar, social, económico y sexual atribuido al concepto de “normalidad” como único medio de llegar verdaderamente a ser felices y triunfantes. Sin contabilizar el machismo que aun está presente en nuestra sociedad y lo que esta característica (de país subdesarrollado) estanca el proceso de aceptación de la homosexualidad como una opción viable y legitima de no tan solo lograr un lugar en la sociedad con leyes que permitan el libre ejercicio de ella, sino también como una demostración a la mentalidad machista de que no todo es tan estricto, ni debe ser guiado siempre bajo parámetros impuestos por sí mismos, sino mas bien por parámetros que entre todos

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