Ensayo la crisis en la adultez mayor y la psicoterapia geriatrica

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Nombre del estudiante: Miguel angel Cabrera Landaverde

Nombre del trabajo: Ensayo la crisis en la adultez mayor y la psicoterapia geriatrica

Fecha de entrega: 26-abril-2017

Campus: Juriquilla

Carrera: Psicología LX

Cuatrimestre: 8o

Nombre del maestro: Araceli Gómez Alva

LA CRISIS EN LA ADULTEZ MAYOR Y LA PSICOTERAPIA GERIATRICA

       La adultez mayor es una etapa del desarrollo del ser humano que inicia a los 60 años y termina en el momento en el que la persona fallece, y se caracteriza por ser un periodo de grandes cambios en todas las áreas de funcionamiento.

“En América latina hay acuerdos con relación a la perspectiva del adulto mayor, las concepciones de este varían de acuerdo con la cultura de cada país, el momento histórico, la clase socioeconómica o la raza.” (Aranibar, 2001). “Los cambios a nivel biológico en la adultez mayor producen un declive en el organismo que lleva al origen y mantenimiento de un sinnúmero de patologías, entre ellas las más comunes son la hipertensión arterial y la diabetes. A nivel psicológico, la persona en esta etapa de desarrollo atraviesa por un proceso de reflexión y comienza a contemplar su vida como un conjunto, que lo lleva a evaluar la manera como ha vivido su vida. A nivel social algunos de los hechos que impactan la vida del adulto mayor se relacionan con el temor por la pérdida de los seres queridos, la jubilación y con ella la inclusión social, la falta de actividades físico-recreativas y la disminución de la interacción social”  (Norte, 2010)

      En la edad adulta mayor hay quienes viven felices y quienes viven en desesperación, la primera resulta cuando las personas se sienten contentas, tranquilas y sin miedo a la muerte; en su contraparte, la desesperación, las personas no tienen esperanza, se sienten deprimidas y aterrorizadas por la muerte inminente.

La salud mental del adulto mayor está determinada por aspectos de su historia clínica, la incidencia de padecimientos que generan incapacidad y afectan el funcionamiento cerebral.

       Los hombres y mujeres en esta etapa experimentan el fenómeno llamado crisis del adulto mayor. Cuyas causas pueden ser como: separación afectiva, crisis de pareja, un fracaso personal, estar con alguien que ya no se quiere, problemas sexuales, laborales, económicos, etc.  

       Hay un cuestionamiento acerca de la forma de vida, se sufre insomnio, depresión, fatiga, incertidumbre ante el futuro, pérdida de apetito, aumento en el consumo de alcohol y cigarro, perdida de interés por su apariencia personal, además se sienten desanimados, tensos insatisfechos con su vida y hasta pierden interés por su trabajo. En esta etapa de crisis es cuando aparecen los efectos reales de la vejez, se vive la decadencia física, y la inevitable realidad de una muerte segura.

          La crisis se trata de aparentar, las mujeres quieren verse más jóvenes y los hombres tratan de mostrar su virilidad, los dos aparentan éxito, seguridad y confianza, se esfuerzan por demostrar algo que no es, sin embargo no quieren reconocer su crisis, esconden los síntomas y no examinan las causas pensando que la crisis simplemente va a pasar, evitan plantearse cambios que su vida está pidiendo a gritos y no alcanzan ese cambio por su absurda soberbia y manipulación, creyendo tener el control de todo.

        Algo muy importante que deberían saber los adultos es que la plenitud de la vida está en la edad madura y no en la juventud. Se cree que es en la etapa de juventud cuando se puede ser más feliz y se gastan grandes esfuerzos para buscar la felicidad, sin embargo, la juventud debería ser para tomar buenas decisiones que repercutirán en la futura vida adulta, la juventud es para prepararse para vivir plenamente durante la edad adulta.

      Alrededor del 20% de las mujeres y el 10% de los hombres atravesamos por un periodo de gran depresión durante nuestra vida. Sin embargo, es muy frecuente confundir la depresión con la crisis de la edad madura. La crisis masculina de la edad madura incluye todos los síntomas de la depresión, pero existe casi siempre una característica que la identifica: el hombre con depresión se da por vencido. Cae tan bajo dentro de sí mismo que se rinde. Está convencido de que no sirve para nada, que nada puede hacerse al respecto. El hombre en crisis, sin embargo, lucha por salir, no importa que tan deprimido pueda sentirse. Se tiñe el cabello, se hace manicura, se compra un automóvil sport, comienza una relación amorosa o se insinúa ante las mujeres. Cabe señalar que esto sucede tanto en el hombre como en la mujer y en ambos casos algo importante que se puede hacer es invertir tiempo y dinero en el cuidado personal porque esto eleva la auto estima.

       Durante un periodo de crisis es cuando se llevan a cabo decisiones drásticas, y que no necesariamente pueden ser equivocadas, es importante reflexionar, madurar el problema y resolverlo, aprovechando la crisis como una oportunidad y tener el cuidado de no dejarse llevar por impulsos y cometer un error que pueda acarrear consecuencias negativas. En una situación de crisis no importa cuánto apoyo se pueda recibir, lo seguro e inevitable es que se tendrán que resolver algunos problemas específicos como: insomnio, abuso de alcohol, impotencia sexual, problemas conyugales, insatisfacción laboral, y temor a las enfermedades y/o muerte.

“El hombre en crisis, merece toda la ayuda y el apoyo que puedan encontrar. Sobre todo, si se siente inquieto, desdichado, frustrado o asustado. Pero él o ella deben darse cuenta de que, a pesar del apoyo que puedan o no recibir, es principalmente él o ella quien debe luchar para superar esa condición.” (Newman, 2010)

“Dentro de las investigaciones realizadas sobre el adulto mayor se ha encontrado que los programas de intervención no solo son necesarios, sino que han mostrado su efectividad en las variables estudiadas, pues las herramientas psicológicas contribuyen al “desarrollo y puesta en práctica de sistemas de evaluación y programas de intervención” para hacer frente a los problemas comportamentales y psicológicos de los adultos mayores. Por tanto, el psicólogo es el profesional idóneo, dotado del conocimiento y habilidades necesarias para la elaboración de programas de intervención.” (Norte, 2010)

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