Ensayo sobre La conducta operante

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PRINCIPIOS DEL CONDICIONAMIENTO OPERANTE

Alejandro López Garza

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Contingencias: Los ABC de la conducta

Los principios del condicionamiento operante describen la relación entre la conducta y los eventos ambientales (antecedentes y consecuentes) que afectan la conducta. Esta llamada contingencia, comprende 3 componentes: (A)antecedentes, (B)conductas, y (B)eventos consecuentes. Los eventos antecedentes se refieren a se refiere a los estímulos anteriores a la conducta (instrucciones, gestos, entre otros). La conducta se refiere a los eventos que proceden a la conducta. Considerando los ABC, parece que los eventos antecedentes deberían estudiarse primero, sin importar que aparezcan antes de la conducta. Si los eventos antecedentes que controlan la conducta se entendieran y alteraran, habría poca o nula necesidad de modificar las consecuencias de la conducta. Los antecedentes abarcan los contextos en los cuales ocurren conductas y las consecuencias, por tanto, son importantes como base inicial para comprender la conducta. Aquí se enfatizan las consecuencias que prosiguen la conducta. Las conductas antecedentes y contextuales a menudo son más sutiles, por lo que son más difíciles de detectar y cambiar. Pueden presentarse tanto en puntos distantes en el tiempo como actuales y pueden comprender múltiples influencias, que afectan la conducta actual. Muchos eventos antecedentes adquieren su influencia por su asociación con ciertas consecuencias.

Los cambios conductuales suceden cuando ciertas consecuencias son contingentes a la ejecución. Una consecuencia es contingente cuando de entrega solo después de que la conducta blanco se ha realizado y no está disponible de ninguna otra forma. La entrega no contingente de consecuencias comúnmente no presenta cambios sistemáticos en una conducta blanco preseleccionada.

La noción de contingencia es importante porque las técnicas conductuales alteran la conducta modificando las contingencias que influyen sobre ella. Los principios del condicionamiento operante se refieren a distintos tipos de relaciones contingentes entre la conducta y los eventos que la siguen. Los principios más importantes son el reforzamiento, castigo y extinción.

Reforzamiento

El principio de reforzamiento se refiere a un incremento en la frecuencia de una respuesta cuando a esa respuesta le siguen ciertas consecuencias. La consecuencia que procede a la conducta debe ser contingente a la misma. Un evento contingente que incrementa la frecuencia de una conducta se conoce como reforzador. Los reforzadores positivos y negativos constituyen los dos tipos de eventos que pueden usarse para incrementar la frecuencia de una respuesta (Skinner, 1953). Los reforzadores positivos son eventos que se presentas después de una respuesta desempeñada y que incrementan la frecuencia de la conducta a la que siguen. Los negativos (eventos aversivos o estímulos aversivos) son eventos que se retiran luego de realizar una conducta y que incrementan la conducta que precede su retiro.

Un reforzador se define por su efecto sobre la conducta, si un evento sigue a una respuesta, y la frecuencia de esa conducta aumenta, el evento es un reforzador positivo. Las recompensas como premios, sumas de dinero o vacaciones, suelen tener un gran valor, pero no necesariamente incrementan la probabilidad de ocurrencia de las respuestas a las que proceden. Aunque el valor reforzante de un evento no puede conocerse sobre la base sola de las afirmaciones verbales de la persona. Esta puede no darse cuenta o no considerar como recompensa muchos eventos que son reforzadores; solo si la conducta se incrementa, el evento es un reforzador positivo.

TIPOS DE REFORZADORES POSITIVOS

Hay reforzadores positivos primarios y secundarios, o incondicionados y condicionados. Los eventos, que son reforzadores primarios adquieren su valor reforzante sin un entrenamiento especial. Tal vez los reforzadores primarios no lo sean todo el tiempo.

Muchos eventos que controlan la conducta son reforzadores secundarios, estos comprenden eventos como el elogio, calificaciones, etc.; adquieren su valor reforzante con el aprendizaje. los eventos que alguna vez fueron neutrales pueden adquirir propiedades reforzantes al juntarse con eventos que tienen esta función (tanto reforzadores primarios como otros condicionados).  Si un estímulo neutro se presenta repetidamente antes o junto con un estímulo reforzante, el neutro se convierte en reforzador.

Cuando se junta reforzados condicionado con muchos otros reforzadores, se le denomina reforzador condicionado generalizado, estos son muy efectivos para modificar las conductas debido a que han sido juntados con una variedad de eventos.

En los programas de modificación conductual, se usan muchas veces reforzadores generalizados en forma de fichas, que pueden ser de póquer, monedas, boletos, etc. Las fichas actúan como reforzadores por que se pueden cambiar por muchos otros eventos reforzantes. Por ejemplo, en un salón de clases, pueden darse fichas a los estudiantes por su participación, por terminar deberes en clase, entre otras conductas. La potencia de las fichas deriva de los reforzadores que sustituyen su valor. Los eventos que las fichas pueden comprar se conocen como reforzadores sustitutos.

Para identificar reforzadores positivos es importante tener en mente dos consideraciones. Primero, un evento, como el elogio, pueden ser reforzadores positivos para uno, pero no para otro, aunque algunos eventos poseen una amplia generalidad para servir como reforzadores, como el dinero o la comida, otros no lo tienen. Segunda, un evento puede ser reforzador para alguien bajo ciertas circunstancias o en un determinado momento.

EL PRINCIPIO DE PREMACK

Aunque los reforzadores no se limitan a los estimulos que se presentan al cliente, permitir a un individuo que se involucre en ciertas respuestas, puede usarse como un reforzador, Premack (1965) vio que cuando a un individuo se le da la oportunidad de elegir entre varias respuestas, las conductas que se desempeñan con una frecuencia relativamente alta pueden reforzar conductas que se realizan con una frecuencia relativamente baja. Si la oportunidad de ejecutar una respuesta más probable se hace contingente al desempeño de una respuesta menos probable, la frecuencia de esta última se incrementará.

El principio de Premack se formuló para reflejar la siguiente relación:
De cualquier par de respuestas o actividades en las que se involucra un individuo, la más frecuente se reforzara a la menos frecuente. Es decir, una conducta de más alta probabilidad puede reforzar una de menor probabilidad. Para determinar que conductas son de alta o baja frecuencia, deben observarse las conductas que una persona hace cuando se le da la oportunidad de comprometerse en la conducta sin limitaciones. Como observar a un niño durante el recreo, así se puede observar cuales son sus conductas frecuentes.

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