Entendiendo la imagen física

Desde las primeras civilizaciones, el hombre siempre se preocupó por cómo lucía frente a los demás. Hoy en día, sigue siendo un pilar fundamental en cuanto a relaciones humanas se trata, pero ¿qué tan importante es la imagen física en la sociedad que nos rodea hoy en día?

La imagen física abarca diferentes aspectos a los que, por lo regular, no les tomamos mucha importancia. Creemos que con vernos al espejo y que nos guste nuestro aspecto estamos dando una buena impresión a los demás, pero en realidad hay ciertos parámetros que hay que tomar como punto de partida para saber qué se nos ve bien y que no.  Es importante reconocer que tener una buena imagen nos hace sentir cómodos y seguros de nosotros mismos; transmitimos confianza y provoca credibilidad en nuestra persona en nuestros actos y esto es de suma importancia, ya que a diario socializamos con personas en la oficina, la universidad y dar una buena impresión es fundamental, ya que causa un gran impacto en la otra persona de manera inconsciente.

Es importante saber que la imagen física es un código de comunicación no verbal, ya que a través de esta transmitimos sentimientos que pueden ser positivos y negativos a nuestro receptor y viceversa. Cuando vemos a una persona por apenas unos segundos es impresionante la cantidad de información que podemos deducir acerca de ella, como su nivel socioeconómico, estilo de vida, su cultura e incluso gustos y actividades que realiza en cuestión de segundos; lo mismo pasa con la otra persona, pues también obtiene información acerca de nosotros y genera un juicio de valor con tan solo habernos visto una vez.

Este código de comunicación no verbal está conformado no solo por las prendas de vestir sino también por el peinado, maquillaje y accesorios que puede ir desde aretes, cadenas y collares hasta el cinturón, zapatos, el reloj que llevamos y lentes, por decir solo algunos.

La imagen física, además de la indumentaria, comprende las formas y medidas de la cara y cuerpo, los colores y texturas que usamos en nuestras prendas; también comprende la postura, manera de caminar y de expresarse con ademanes y gestos faciales, los cuales deberíamos de tener muy presentes y estudiarlos para usarlos a nuestro favor y ser poseedores de una buena imagen personal. Esto, claramente, se refleja en nosotros y los demás lo perciben.

Los psicólogos han descubierto que una simple mirada a distintos colores nos altera la presión sanguínea, los latidos del corazón e incluso el ritmo de la respiración y esto se debe al efecto generado por la psicología del color que nuestro cerebro procesa de manera natural. Esto se debe a que percibimos y nos comportamos de diferente forma ante distintos colores, así como las emociones que suscitan en nosotros dichos tonos. Tendremos que usar colores que vayan en armonía con los colores de nuestra naturaleza física, como lo son el cabello, la piel y los ojos, para producir un efecto positivo y causar buena apariencia.

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