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Especialización Hemisférica: lóbulos De La Corteza Cerebral, Funciones Del Hemisferio Izquierdo & Derecho


Enviado por   •  22 de Junio de 2013  •  3.438 Palabras (14 Páginas)  •  1.198 Visitas

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Especialización hemisférica: lóbulos de la corteza cerebral, funciones del hemisferio izquierdo & derecho.

*Especialización Hemisférica

De entre todas las estructuras y órganos que posee el ser humano, uno de los más interesantes campos de estudio para la psicología y para la neurofisiología es el cerebro.

Es el órgano maestro de nuestro cuerpo, elabora la conducta. Su propósito primordial es el de crear reacciones musculares y glandulares el cual es el asiento de la conciencia, de la compasión y de la creatividad, ayuda a determinar lo que uno piensa, siente y aprende, así como lo que hace con ayuda de las neuronas

El cerebro es uno de los órganos más grandes de todo el cuerpo, por lo regular suele pesar alrededor de 1300 g. De entre sus características, su forma es especialmente interesante por la relación entre su forma y sus funciones tan complejas.

El cerebro está recubierto por unas capas de tejido llamadas meninges, que le brindan protección.

Puede dividirse en lóbulos frontal, temporal, parietal y occipital o bien en dos hemisferios. Las estructuras circundantes no forman parte del cerebro como tal y los dos hemisferios se encuentran en constante comunicación por medio de un conjunto de neuronas y cuerpos axónicos llamados cuerpo calloso.

Lóbulo Occipital= Visión

Lóbulo Parietal= Sentidos de la piel y de los músculos

Parte del Lóbulo Temporal y de la Fisura Temporal = Audición

Corteza Pre central= Control motor o de movimiento

El cerebro está compuesto por alrededor de 1000 billones de neuronas distribuidas en los dos hemisferios. A pesar de la aparente simetría del cerebro, su estructura resulta ser especialmente engañosa con respecto a las funciones que lleva a cabo.

De manera general, por estudios realizados hace ya algún tiempo, lo que comúnmente se sabe es que el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo y que el hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo. Esto es cierto y concuerda con la noción de simetría cerebral. Pues podemos afirmar entonces las funciones cerebrales que se realizan en un determinado punto del hemisferio derecho se realizan entonces en un punto simétrico en el hemisferio izquierdo, ¿pero qué tan cierto es esto?

Podemos poner como ejemplo una situación empírica y cotidiana sobre este asunto: imaginemos por un momento que alzamos nuestra mano izquierda cerrando el puño durante algunos segundos, después la bajamos y levantamos la mano derecha, a la misma altura, durante algunos segundos. Descubrimos entonces que podemos hacerlo sin dificultad, pero ahora imaginemos que tomamos un lápiz con nuestra mano derecha y comenzamos a escribir nuestro nombre e inmediatamente después tomamos el mismo lápiz con la mano izquierda e intentamos escribir. ¿Lo haríamos igual de fácil?

Algo sucedió en nuestro organismo que provocó que no obtuviéramos resultados tan satisfactorios. Esta es una prueba de que la aparente simetría del cuerpo es engañosa. Con el cerebro la simetría es igual de engañosa, pues probablemente la parte encargada de controlar una de las manos no pudo desenvolver tan bien su papel como lo hubiese hecho el otro lado.

Se considera entonces como especialización hemisférica a la realidad de aquella diferencia atómica, bioquímica y funcional del hemisferio derecho con respecto al hemisferio izquierdo. En realidad lo que sucede es que estas diferencias de cada hemisferio contribuyen de manera complementaria para lograr una unidad.

*De la masa inservible a la especialización hemisférica.

Anteriormente, cuando los antiguos filósofos griegos discutían cuestiones del cuerpo se preguntaron la naturaleza del cerebro, de cual no tenían idea de para que funcionara. Aristóteles, mente influyente hasta la edad media, sugirió que en realidad el nacimiento de todos los pensamientos, ideas y razonamientos se encontraban en el corazón, ya que según era apreciable, aquel guerrero que recibía una herida en el corazón moría de manera muy precipitada. En cambio el cerebro no era más que una masa localizada en la cabeza que si recibía una herida, muchas veces no era causa de muerte. Para Aristóteles era difícil comparar una masa grisácea e inerte con el dinámico y caluroso corazón. Al cerebro se le asignó entonces la función de ser un regulador de la temperatura de la sangre y el controlador de la purificación de la ira del cuerpo.

Otro forma de ver al cerebro fue la de los egipcios, quienes tenían por seguro que el ser humano era un ser hueco y que dentro de él se encontraban pequeños hombres que, según creían, les daban la vitalidad y el movimiento. Esta idea era corroborada por ellos mismos cuando un egipcio se agachaba y otro desde un ángulo superior veía dentro del ojo del primer hombre. Lo que veían era a un pequeño hombre a través del ojo del hombre. A este hombre se le llamó Homúnculo.

René Descartes, hace tres siglos, ofreció como solución a esta cuestión de la mente la posibilidad de separar lo físico de lo mental y proponer su propia teoría de cómo funcionaba la mente.

Para 1800 ya se tenía una verdadera idea sobre la importancia del cerebro para la mente y para el ser humano. Aún así sus conocimientos de electroquímica eran muy pobres, por ello no hubo grandes avances.

Un hombre llamado doctor Gall comenzó a postular teorías de la conducta en base al descubrimiento de cierta protuberancia en el cerebro de aquellas personas que presentaban una conducta delictiva. Trato de asociar protuberancias a ciertos aspectos de la personalidad y a esto le llamo frenología. Pero no pudo continuar porque con el paso del tiempo pareció ser incoherente.

Más tarde en la guerra franco-prusiana, médicos militares: G. Fritsch y E. Hitzig estaban a cargo de heridos de guerra y de enfermos. Entre ellos se encontraban algunos soldados que tenían una parte del cráneo abierto debido a ataques con bala de cañón. Entonces experimentando con ellos se les ocurrió que podrían inducir impulsos eléctricos al cerebro para ver que sucedía. Descubrieron entonces que al inducir un impulso sobre un área determinada del cerebro, esta acción provocaba un movimiento espasmódico.

Después de este evento no hubo mucho tiempo antes de que se comenzaran a hacer mapeos acerca de las funciones cerebrales por medio de impulsos eléctricos. Con el descubrimiento del funcionamiento electroquímico del cerebro y las nuevas herramientas y adelantos tecnológicos en cuestiones eléctricas permitieron un avanza notable en el estudio y comprensión del cerebro.

Pronto se descubrió de igual forma que no todos los estímulos se relacionaban con la percepción de una señal o un movimiento, por lo que se consideró

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