Evolución Histórica Del Concepto De Recaída
Enviado por mendezynavarro • 12 de Agosto de 2011 • 2.349 Palabras (10 Páginas) • 1.063 Visitas
EVOLUCION HISTORICA DEL CONCEPTO DE RECAIDA
César Méndez Navarro.
1.- RESUMEN
El fenómeno de la recaída, consustancial al proceso de recuperación de las adicciones, es un foco de atención relativamente reciente en la historia del estudio y tratamiento de las adicciones. Tanto desde el Modelo Moral preponderante a principios de siglo, como posteriormente desde el Modelo Médico, pasando por los aportes en el intento de una explicación científica de los Modelos de Aprendizaje por Condicionamiento Clásico y el modelo cognitivo-conductual de explicación del fenómeno y de orientación para la intervención en la prevención de recaídas de Marlatt, hasta el Modelo Transteórico del Cambio de Prochaska y Di Clemente, han buscado dar cuenta del concepto, explicación y abordaje del complejo fenómeno de la recaída en los procesos de rehabilitación de personas con consumo abusivo o dependiente de sustancias psicotrópicas y/o alcohol.
Las recaídas en los procesos de rehabilitación del abuso y/o dependencia del consumo de drogas durante los años en que me ha correspondido trabajar con usuarios con esta problemática siempre ha sido un tema en el que muy claramente se ponen en evidencia las diferencias de paradigmas entre profesionales de un mismo equipo interventor y esto se ha transformado muchas veces en un elemento obstaculizador del avance del proceso de los usuarios al no ser capaces los profesionales de ponerse de acuerdo en la mirada al fenómeno de la recaída.
En el presente trabajo pretendo aportar a la comprensión del fenómeno de la recaída a través de la revisión de algunas de las distintas definiciones dadas al mismo en diferentes momentos del desarrollo del estudio de las recaídas y de la revisión de algunas formas de abordaje en el ámbito de la prevención de su ocurrencia. El objetivo no es traer la “verdad” respecto a cómo entender y abordar el fenómeno, sino aportar a la discusión respecto del mismo ofreciendo así una oportunidad para revisar nuestros paradigmas y prácticas y mejorar la calidad de nuestras intervenciones.
2.- DEFINICIONES Y ABORDAJES
En materia de definiciones, me parece importante destacar que por regla general, el mantenimiento de la abstinencia es el objetivo último dentro del proceso de cambio que se inicia para abandonar el consumo de drogas. Esta abstinencia va a estar dificultada por las características adictivas de la sustancia y por cómo se ha integrado la droga dentro de la forma de vida del usuario. La principal amenaza para la abstinencia suele ser la recaída y la definición de esta es crucial, ya que delimita los procesos de recuperación de la adicción. Para tratar de establecer una línea evolutiva en la concepción de este fenómeno, me parece necesario remitirse a principios de siglo, época en la que de acuerdo a lo que hoy denominamos Modelo Moral, la recaída era vista como una “confirmación del carácter intrínsecamente malvado del adicto” y poco más tarde desde el Modelo Médico como “un símbolo de una mala curación o de una gravedad especial del problema” y como “recurrencia de los síntomas de una enfermedad tras un período de mejoría” Destaca en tales definiciones el carácter de valoración del problema como un resultado y no como un objeto de estudio en sí mismo. Si bien entre quienes trabajamos en rehabilitación existe, a mi juicio, un consenso mayoritario (por lo menos a nivel de discurso) en torno a lo extempóreo de tales formas de concebir las recaídas, no es extraño encontrarnos con que muchas de las personas comunes y corrientes, incluso los mismos usuarios y/o sus familias tienen concepciones similares tanto en torno al consumo como a las recaídas, lo que agrega un mayor nivel de dificultad a la intervención. Incluso me atrevo a decir que entre quienes llevamos un tiempo dedicados al trabajo con usuarios de drogas, no son pocos los que en fuero más íntimo les resulta dificultoso desprenderse de concepciones similares influenciados probablemente por ideas integradas a partir de los procesos de socialización más primarios y de los que nos cuesta hacernos cargo y más aún modificarlos.
Avanzando en el tiempo, me parece interesante la definición de recaída de Marlatt y Gordon (1985, 1996) que plantea este fenómeno como “el restablecimiento de la conducta adictiva, pensamientos y sentimientos asociados a la conducta adictiva, después de un período de abstinencia”. De acuerdo a estos autores, las causas más comunes que aparecen concomitantes a una situación de recaída, se refieren a que la persona nunca ha aprendido las habilidades necesarias para lograr y mantener la abstinencia. El usuario fracasa al reconocer las situaciones de riesgo de recaída y reacciona a destiempo. Existe dificultad para manejar la ansiedad o cualquier estado emocional negativo, lo cual bloquea la posibilidad de dar una respuesta adecuada al control. El usuario espera que la droga le ayude a aliviar, evitar o mejorar la situación que está viviendo.
El aspecto que me parece importante destacar de esta visión es que se establece una diferencia entre caída o quiebre de abstinencia y recaída, como dos eventos diferentes aunque interrelacionados (muy a menudo a mi juicio se tiende a homologarlos). El quiebre de abstinencia es un consumo puntual que no supone, necesariamente retroceso a la línea base de consumo que existía antes de tomar la decisión de cambio. La recaída, por su parte, implica además del consumo de drogas, la vuelta a un estilo de vida anterior; los mismos ambientes, el delinquir, etcétera.
Desde una visión basada en el cambio como proceso, la ruptura de la norma autoimpuesta de estar abstinente puede significar un retroceso, pero no implica necesariamente un paso atrás de mayor envergadura y no tiene porque significar una recaída total. En este aspecto, a mi parecer, resulta preponderante la visión del terapeuta, la que se visibilizará en sus intervenciones con el usuario.
Ante un quiebre de abstinencia es importante actuar para prevenir la recaída. Los quiebres de abstinencia se suelen manifestar en situaciones de celebración y de permiso para el consumo y suelen coincidir con ocasiones puntuales de celebración como cumpleaños, Navidad, etc. o en situaciones de stress emocional frente a eventos en los que el usuario no tiene experticia para enfrentarlos. También pueden manifestarse como un salto de la norma. En mi opinión pueden constituir el primer paso para una recaída o también pueden constituir un hecho aislado, pero en ambos casos deben ser entendidos y abordados como parte del proceso y señales de alerta. Desde esta visión se puede definir a la recaída como un indicativo de que algo va mal y de la necesidad de volver a analizar la organización planteada para el logro de la abstinencia
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