Enviado por MAYRA • 12 de Enero de 2014 • Tesina • 5.415 Palabras (22 Páginas) • 196 Visitas
RESUMEN
A continuación se muestra la forma en que la sociedad y la cultura influyen en el comportamiento y las formas de pensamientos de los demás. Las normas sociales son reglas que la sociedad ha creado y que van pasando de generación en generación, a través del tiempo se van modificando o algunas desaparecen, pero estas reglas o constructos sociales se reflejan en la conducta de cada individuo debido a que es muy difícil comportarse en oposición a estas, se puede convertir en una gran carga moral porque para los demás no es bien visto lo que no está dentro de estas normas, estas normas pueden ser rígidas o flexibles dependiendo de cómo las modifique o las vea cada sistema familiar, que es el entorno más cercano al sujeto y donde tiene sus orígenes la formación de las personas y los valores que cada quien considere como primordiales. También estos constructos sociales difieren dependiendo de la cultura en la que se viva, es decir son propias y diferentes en cada cultura. Otro factor de comportamiento son los valores también juegan un papel importante en el desenvolvimiento del ser humano ya que estos determinaran su conducta ante los demás, las conductas pueden ser naturales o fomentadas.
PALABRAS CLAVE: Constructo social, valores, dilema moral y conducta.
¿Eres quién quieres ser… o eres un producto más que la sociedad ha creado?
El comportamiento humano es influenciado por las normas que la sociedad ah creado en cada cultura, estas normas repercuten o limitan el desenvolvimiento de cada individuo de tal forma que pareciera imposible romper estas reglas, ya que son constructos muy fuertes porque están respaldados por una multitud de personas. El propio humano se edifica en una serie de constructos sociales para poder identificarse, el cual representa mediante su comportamiento.
El mundo en el que se vive es un mundo dinámico donde nada es constante todo va cambiando a través del tiempo las cosas se modifican a diario, pero ¿Realmente todo cambia? ¿Los tiempos han cambiado?
¿Se puede ser libremente y comportarse de la manera que el individuo quiere sin ser atacado por la multitud?
Al parecer solo las cosas materiales cambian, las personas siguen con esas formas de pensar ancestrales, actúan como sistemas cerrados disfrazados de abiertos, eso es lo que aparentan ser sistemas abiertos, pero al vivir ciertas situaciones las intentan resolver con ideologías pasadas, a través de la experiencia no cognitivamente, la gente se cierra ante ideas transmitidas por sus descendientes haciendo ver estas como verdades absolutas que nadie puede cambiar, pareciera que todo es diferente pero no es así, el ser humano sigue esclavizado ante los mismos estilos de vida que se tenían anteriormente incluso, se puede observar en la calle cuando se observa a mucha gente pasar, las personas con actitudes y forma de vestir diferente a los demás provoca crítica hacia su persona, los padres siguen eligiendo a la pareja de sus hijos, siguen influyendo en su conducta y en su forma de vestir, son pocos los que logran salir de esta norma, se prefiere acatar a todo lo que la sociedad impone con tal de no ser rechazados aunque no necesariamente cumplan con estas por voluntad, salirse implica mucha responsabilidad, es más fácil y cómodo obedecerlas.
Dentro de cada sociedad existen una serie de normas de convivencia que responden a un deseo generalizado de orden y estabilidad social. Son convencionalismos que se han ido estableciendo y transformando a lo largo de la historia en concordancia con una serie de costumbres y tradiciones. Cuando las normas sociales dejan de ser útiles para la convivencia dentro de una sociedad determinada, e incluso se convierten en una traba para la misma, suelen ser sustituidas por otras nuevas que sean más apropiadas a los cambios sociales experimentados; no obstante, algunas permanecen como parte integrante de la cultura de un pueblo o grupo social (Limas, 2012).
Las sociedades actuales se caracterizan por su dinamismo y ambivalencia con estructuras sociales más flexibles o liquidas y en las que se insertan individuos con múltiples identidades y pertenencias.
El comportamiento de la persona (así como de otros organismos e incluso mecanismos), cae dentro del rango de lo que es visto como lo común, lo inusual, lo aceptable y por fuera de los límites aceptables. La aceptación del comportamiento es relativamente evaluada por la norma social y regulada por diferentes medios de control social (Vazquez, 2012).
Los constructos sociales son un conjunto de reglas o normas aceptadas e inculcadas socialmente, son modelos correspondientes y comunes a una determinada sociedad, y no particulares a cada caso. Sostiene que la gente crea la realidad social influida por sus interacciones o conversaciones con los otros y así como se van conservando (Cloninger, 2003).
Sin embargo para Paul watzlawick “No hay una ‘realidad real’, sino representaciones de la realidad, esta es fruto de la convención interpersonal y social, de los atributos que se asignan en un momento y lugar a las diferentes partes de esa experiencia de realidad. Por eso, la realidad no es una, sino que la forman sensaciones, visiones e interpretaciones” (Mendolla, 2012).
El ser humano se manifiesta a través de sus conductas, mismas que están influenciadas por diversos factores como son: los factores biológicos (los genes) y los factores ambientales o de socialización, estos últimos se refieren a la influencia de la familia, los amigos y la sociedad.
Se distinguen 2 tipos de conductas:
La conducta natural: Es aquella en la cual el individuo actúa de manera común, sin ser inducido por nadie y que además cumple con un estado de equilibrio del individuo en relación a sus fines y actividades: Comer, necesidades fisiológicas, instintos y reflejos.
La conducta fomentada: Es aquella en la que el individuo actúa de manera inspirada o impulsada por los demás, se refiere también a las normas culturales que determinan el ambiente de una persona, a las funciones asumidos por las personas dentro de los grupos (Viveros, 2011) .
La forma de interaccionar con los demás puede convertirse en una fuente considerable de estrés en la vida. El entrenamiento asertivo permite reducir ese estrés, enseñando a defender los legítimos derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido. Se puede afirmar que ser una persona asertiva aporta en las relaciones interpersonales una mayor relajación. Se define asertividad como la habilidad personal que permite expresar sentimientos, opiniones y pensamientos, en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar
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