Factores Psicológicos o internos del agresor

Factores Psicológicos o internos del agresor

Por: Hernán Caballero P

En la actualidad, en nuestro país el problema del bullying, es decir, el acoso físico o psicológico que sufren los escolares, se ha incrementado de manera notable. Según las últimas estadísticas, ‘’en el año 2017 hubo 5,591 denuncias de acoso y el 40% de escolares reconoce que es víctima de bullying’’ (Sausa,Mariela, 2018,10 de marzo, violencia escolar en Perú va en aumento- Peru21).Idealmente, debería haber una adecuada socialización entre los compañeros de clase. Sin embargo, la realidad es que existen una serie de factores que afectan esta socialización y generan conflictos entre los escolares. Por parte de los agresores cabe mencionar la existencia de una serie de causas psicológicas que determinan su conducta. Entre estas causas destacan la falta de empatía y la baja autoestima. A continuación, se explicarán de manera detallada cada una de ellas.

En primer lugar, uno de los principales factores psicológicos que determina el comportamiento de los agresores es la falta de empatía en ellos. La empatía “es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona” (Anguis,Beatriz, 2018, Empatía, mucho más que ponerse en el lugar de otro-Psicología y mente).En el bullying se aprecia que los agresores, generalmente, son incapaces de comprender los sentimientos del otro; es por ello que agreden de forma física o psicológica sin importarles el daño que puedan causar en sus víctimas. Por ejemplo, las constantes agresiones pueden generar ansiedad, depresión, bajo rendimiento escolar, agresividad, nerviosismo, cambios en el apetito, irritabilidad, insomnio, dolores en el cuerpo e incluso deseos suicidas en las personas afectadas por el bullying. No obstante, lo más grave y preocupante de toda esta situación es que, por lo general, los agresores muestran una casi total ausencia de sentimientos de culpabilidad en relación a las acciones ofensivas que llevan a cabo. Esta realidad resulta alarmante por al menos dos motivos. Primeramente, porque al no tener sentimientos de culpa va a resultar muy difícil hacer que los agresores sean conscientes del daño que causan a sus víctimas; en segundo lugar, y como consecuencia de lo antes mencionado, va a ser muy complicado lograr que cambien esa conducta agresiva.

Ahora bien, la falta de empatía no es el único factor psicológico presente en los agresores que condiciona su conducta violenta. Otra causa de orden psicológico que también determina la agresividad, es la baja autoestima. La autoestima se puede definir como “la autovaloración de uno mismo, de la propia personalidad” (Malena,2008,11 de marzo, Definición de Autoestima, La guía de Psicología). Por lo tanto, la baja autoestima viene a ser la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa y digna de ser amada por los demás. El sentimiento de autoestima es fundamental para tener una personalidad equilibrada, ya que garantizará que la persona se sienta bien consigo misma. Es comprensible que si alguien tiene alta autoestima también se sentirá bien con los demás. Por el contrario, la baja autoestima genera sentimientos de frustración en la persona, lo que consecuentemente generará agresividad y comportamientos violentos. Lo anteriormente dicho es lógico porque, si la persona se encuentra frustrada, seguramente querrá descargar esa frustración con otras personas, para lo cual llevará a cabo actos agresivos. Cuando se presenta esta situación en niños y adolescentes se generan comportamientos de acoso escolar que pueden ser entendidos como formas violentas de descargar la frustración de esos niños y adolescentes.

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