Fitoestabilización:

2. Fitoestabilización: es aplicado en sitios moderadamente contaminados, ésta técnica de contención utiliza plantas que produzcan compuestos químicos para reducir la biodisponibilidad e inmovilizar contaminantes en la interface-raíz evitando el transporte a capas subterráneas y la atmósfera, logrando inmovilizar cualquier elemento tóxico para el ambiente.

En conclusión, las limitaciones que puede tener la fitoestabilización es el grado de contaminación del suelo, no elimina los contaminantes solo los inmoviliza y hay que controlar la solubilidad de los contaminantes.

Tiene un costo promedio en Europa de 10-30 Euros por m3 de suelo.

3. Fitoinmovilización: Técnica de contención que ayuda a la disminución de la solubilidad de metales y la re-vegetación de sitios contaminados.

En este caso, las raíces de las plantas y los microorganismos asociados impiden el movimiento de contaminantes evitando su llegada a la parte superior de la planta.

4. Fitovolatilización: Ocurre mientras las plantas crecen y por medio del proceso de volatilización elimina contaminantes del suelo o del agua; la liberación del contaminante a través de sus hojas, generalmente, se da en formas volátiles menos tóxicas.

5. Fitodegradación o fitotransformación: Aunque está en fase de investigación, esta técnica consiste en la degradación, en el interior de la planta, de contaminantes orgánicos en moléculas más simples transformando o disminuyendo su toxicidad.

En algunas ocasiones favorece el crecimiento de la planta, pero por otro lado, corre el riesgo de entrada de contaminantes en la cadena trófica, otra limitante es, al igual que la fitoextracción, la poca profundidad y la densidad del enraizamiento.

Tiene un costo promedio en Europa de 10-30 Euros por m3 de suelo.

6. Rizofiltración: Técnica de concentración y acumulación, similar a la fitoextracción, aplicable en descontaminación de agua subterránea. Consiste en el uso de plantas crecidas en cultivos hidropónicos, el agua se filtra por las raíces para absorber, adsorber y acumular los contaminantes disueltos.

Pueden usarse plantas acuáticas o terrestres, éstas últimas se prefieren por la gran densidad de las raíces y elevada área superficial.

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