Freud Y Fechner
Enviado por dulciis16 • 10 de Septiembre de 2013 • 8.756 Palabras (36 Páginas) • 317 Visitas
Introducción
En el presente trabajo, trataremos de manera resumida el tema de los sueños que aparece en el libro: ¨introducción al psicoanálisis¨ de Sigmund Freud, que resulta una interesante iniciación en esta ciencia del psicoanálisis. Uno de los descubrimientos más importantes de Freud es que las emociones enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, y que recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados, de lo que hablaremos más adelante, y cómo en los sueños se encuentra lo que Freud llama: ¨contenido manifiesto y contenido latente del sueño¨.
Este resumen que se hará más bien para facilitar la comprensión de dichos capítulos aparecidos en este libro, en donde iremos desglosando cada capítulo procedente al tema de los sueños detenidamente, ya que en esta ocasión solamente nos enfocaremos en ello para el estudio del psicoanálisis freudiano.
Los sueños
Dificultades y primeras aproximaciones
Se descubrió un día que los síntomas patológicos de ciertos sujetos nerviosos poseen un sentido, lo que constituye la base y el punto de partida del tratamiento psicoanalítico. En este tratamiento se observó que los enfermos incluían entre sus síntomas algunos de sus sueños, y esta inclusión fue lo que hizo suponer que dichos sueños debían poseer igualmente sentido propio.
Interpretar los sueños significa hallar un sentido oculto en ellos.
Como características esenciales de los sueños, Freud apunta dos:
1. Cuando soñamos nos hallamos dormidos. Así, los sueños son una manifestación de la vida psíquica durante el reposo. El reposo es un estado en el que el durmiente no quiere saber nada del mundo exterior. Entonces, los sueños no serían otra cosa que la forma que el alma, tiene de reaccionar durante el estado de reposo a las excitaciones que sobre ella actúan.
2. Los procesos psicológicos del reposo difieren por completo de los de la vida despierta.
Freud discute esa influencia de estímulos no pertenecientes a la vida psíquica en los sueños, como son:
-En los sueños dominan las imágenes visuales
- El sueño es una reacción a un estímulo perturbador del reposo.
- Recorre algunos estudios sobre los sueños, de distintos psicólogos, añadiendo sus observaciones personales, que refuerzan esa relación perturbación-sueño.
- Es en los sueños que acaban en el despertar del sujeto en los que fácilmente logramos establecer la influencia de las excitaciones perturbadoras del reposo. En los que tienen lugar durante el sueño, mucho antes del despertar, es más difícil encontrar cuál fue el estímulo.
- La perturbación puede no ser externa: una sensación cinestésica de cualquier órgano también contribuiría a la formación del sueño.
- El sueño no reproduce fielmente el estímulo, sino que lo elabora, lo designa por una alusión, lo incluye en un conjunto determinado o lo reemplaza por algo distinto.
Freud estudia el fenómeno de lo que llama "sueños diurnos". En español, serían las ensoñaciones, supongo fantasías que nos llevan a la introversión, en estado despierto.
Afirma que no tienen nada que ver con el estado de reposo. Estas producciones imaginarias no son sucesos o alucinaciones, sino representaciones, ya que al fantasear no vemos, como en los sueños, sino que lo pensamos. Son escenas y sucesos en los cuales el egoísmo, la ambición, la necesidad de potencia o los deseos eróticos del soñador diurno hallan satisfacción. Muchos de ellos son abandonados y sustituidos al cabo de poco tiempo, mientras que otros se conservan y desarrollan formando largas historias que van adaptándose a las modificaciones de la vida del sujeto.
Estas ensoñaciones son la materia bruta de la producción poética
Pero siempre es el soñador en persona quien, directamente o por identificación manifiesta con otro, es el héroe de sus ensoñaciones.
Condiciones y técnicas de la interpretación
Freud va desarrollando tres hipótesis para la interpretación de los sueños:
1. Los sueños no son un fenómeno somático, sino psíquico. No aporta prueba alguna; sólo aduce que no tiene prueba en contra.
2. Se realizan en nosotros hechos psíquicos que conocemos sin saberlo. La demostración de la 2ª hipótesis la basa en los fenómenos hipnóticos. Si a un individuo en estado de sonambulismo hipnótico se le hacía experimentar alucinaciones, al despertar parecía no saber nada de lo sucedido durante su sueño. Pero si el analista insiste, y le asegura que sabe lo que se le pregunta y que debe recordarlo, el sujeto empieza a vacilar en su negativa, reflexiona, y acaba por recordar, como a través de un sueño. Según Freud, estos recuerdos le eran inaccesibles, y no sabiendo que los conocía, creía ignorarlos por completo. La similitud entre el estado de reposo natural y el sueño hipnótico permite a Freud afirmar que el mismo proceso se da en el primero que en el segundo. La diferencia principal, el hecho de que el hipnotizado mantenga una relación con su hipnotizador, la compara al llamado sueño de nodriza, que sólo se despierta si le sucede algo al bebé que cuida, y no por otros estímulos.
Si el sujeto del sueño tiene un conocimiento del sentido de su sueño, la labor del analista se limitará a hacerle hallar tal conocimiento y comunicarlo. No se le pide al sujeto que revele al analista enseguida el sentido del sueño, pero sí se le supone capaz de encontrar tanto el origen del mismo como el círculo de ideas e intereses de que proviene.
El analista pedirá al sujeto que le explique cómo ha llegado a soñar tal o cual cosa, y se considerará su primera respuesta como una explicación.
Como el sueño es complejo, se puede descomponer en sus elementos y examinar detalladamente cada uno de ellos. Cuando el sujeto del sueño comunica que no tiene idea alguna sobre el sentido de su sueño, se le contradice con insistencia, y se le asegura que la falta de ideas es imposible
. Así el analista acaba por lograr que el sujeto produzca una ocurrencia cualquiera, y además facilitará al analista informaciones de tipo histórico sobre su vida.
El enlace de los sueños con las impresiones recibidas durante los últimos días anteriores a ellos es frecuente. Conservando siempre el sueño como punto de partida, el sujeto recordará sucesos más lejanos y a veces pertenecientes a épocas muy pasadas.
3. La primera idea del sujeto debe procurar al analista lo que busca o ponerle sobre sus huellas. Freud no cree en la libertad y espontaneidad psicológicas: mantiene
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