Genio Creativo y Relaciones con los Trastornos Mentales

Genio Creativo y Relaciones con los Trastornos Mentales

Podemos definir la creatividad como la capacidad de crear o inventar mediante la fuerza del ingenio y la meditación, algo nuevo, una idea, un objeto… que anteriormente no existía, y empleando para ello como nota general, la originalidad. Aún con todo crear no significa partir de un conjunto en blanco o de la nada, ya que para crear es preciso poseer amplios conocimientos previos, memoria, capacidad de razonamiento, así como habilidades lingüísticas y de síntesis. Ante tal ambigüedad en la definición de la creatividad, Escobar, A., & Gómez-González, B. (2006), proponen la siguiente definición a la acepción de creatividad: “creatividad es la función cerebral que se asocia, analiza, e interpreta el conocimiento adquirido para la generación de nuevas ideas, que benefician al individuo o a la comunidad”

Existen multitud de ejemplos de creatividad, aplicada a otra multitud de campos, desde el ámbito de neurología, como es el caso del premio nobel español Santiago Ramón y Cajal, y su estudio morfológico que lleva a definir a la neurona como unidad independiente. Pero también al ámbito económico, pueden ser la invención de la bombilla (Tomas Alba Edison), la televisión en color (Guillermo González Camarena), o la indiscutible creatividad necesaria para crear música en todos los estilos, desde el la música clásica hasta la música rock

La pregunta clave que ahora en este trabajo nos preguntamos, es si la creatividad tiene relación con la existencia de trastornos mentales o psicopatologías. De resaltar es que esta pregunta es difícil de responder a día de hoy, cabe resaltar que tras analizar la bibliografía que se emplea en este trabajo, si parece existir un consenso sobre si ciertas anomalías mentales, tienen influencia en el aumento de la creatividad artística, científica, de liderazgo público, en individuos que carecían de ella antes de manifestarse ciertos trastornos mentales o psicológicos. Mostrando por tanto y este sentido que si pareciese existir una relación entre ambos conceptos, si bien dependiendo del tipo de trastorno psicológico los resultados pueden variar significativamente entre unos y otros tipos de trastornos.

Uno de los estudios al respecto más antiguos, es desarrollado por Andreasen, Carolina del Norte (1987), “Creatividad y enfermedad mental: tasas de prevalencia en escritores y sus familiares de primer grado”. Y en el cual se estudiaban las tasas de enfermedad mental en 30 escritores creativos, 30 sujetos de control, y los familiares de ambos grupos, llegando a la conclusión de que los escritores tenían una tasa sustancialmente más alta de enfermedad mental, predominantemente trastorno afectivo, con tendencia hacia el subtipo bipolar. Demostrando de igual modo una mayor prevalencia de trastornos afectivos y creatividad en los familiares de primer grado de los escritores, lo que sugiere que los rasgos de creatividad y enfermedad mental se dan juntos en las familias y podrían estar mediados genéticamente, y que la inteligencia y la creatividad son habilidades mentales independientes. En este sentido podemos destacar el caso personal de la escritora británica Virginia Wolf, cuyo caso aparece explicado en detalle en el artículo de Figueroa, G. (2005). “Virginia Woolf: enfermedad mental y creatividad artística”, y en el cual se abordan los problemas mentales de la escritora, así como los de sus antecesores y hermanos de la misma, y se relacionan con sus niveles de creatividad para la escritura y la inteligencia en general, mostrando de manera tórico una relación entre ambos conceptos tal cual describía el artículo de ), “Creatividad y enfermedad mental: tasas de prevalencia en escritores y sus familiares de primer grado”, visto anteriormente. También tenemos estudios como los realizados por Chavez-Eakle, R. A., Lara, M. D. C., & Cruz-Fuentes, C. (2006) en su artículo “Personality: ¿A possible bridge between creativity and psychopathology?”, los cuales encontraron fuertes correlaciones negativas entre la creatividad y la psicopatología en todas las subescalas, además de que la psicopatología estaba más relacionada con la personalidad que con la creatividad. Estos hallazgos sugieren que el tratamiento de la psicopatología cuando está presente podría facilitar el desarrollo del potencial creativo. En esta misma línea de pensamiento, encontramos a Loa, N., Chávez, R. A., & Lara, M. (2005), en su artículo “La creatividad y el relato en los diferentes tipos de delirios crónicos, un estudio descriptivo”, los cuales sostienen el hecho de que algunas actuaciones de las personas que sufren delirios crónicos, pudieran asociarse con determinadas relaciones del pensamiento creativo. 

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