Grupos De Apoyo
Enviado por cirilix24 • 22 de Octubre de 2013 • 2.381 Palabras (10 Páginas) • 368 Visitas
Introducción.
Por demás compleja la enfermedad multifactorial conocida como adicción representa todo un reto para el profesional de la salud que pretende acompañar a algún paciente en su proceso de recuperación, debido a que no se trata de un asunto que pueda ser abordado de manera simplista desde una terapia psicológica solamente; desde mi punto de vista, el afectado debe estar en manos de un equipo multidisciplinario que sostenga el proceso cabalmente. Un médico psiquiatra para tratar el componente físico y fisiológico del trastorno, un terapeuta calificado para este tipo de enfermedades y un grupo autogestivo del tipo de Alcohólicos anónimos, Narcóticos anónimos, etc.
Los grupos de apoyo o autoayuda se caracterizan por llevar un programa de recuperación de 12 pasos que tiene su origen en la ciudad de Akron, en Estados Unidos, en 1935, cuando un hombre de negocios de Nueva York, - Bill W. - que había conseguido permanecer sin beber por primera vez tras haberlo intentado en varias ocasiones durante varios años, buscó a otro alcohólico para compartir con él sus experiencias en un esfuerzo por superar un mal momento que estaba atravesando y que temía que lo llevase a una recaída.
Durante los escasos meses de su recién adquirida sobriedad, este alcohólico de Nueva York había observado que sus deseos de beber disminuían cuando trataba de ayudar a otros "borrachos" a permanecer sobrios.
En Akron le pusieron en contacto con un médico de esta localidad, el Doctor Bob S. que tenía problemas con la bebida. Trabajando juntos, el hombre de negocios y el médico descubrieron que su capacidad para permanecer sobrios estaba muy relacionada con la ayuda y estímulo que ellos pudieran dar a otros alcohólicos. Así como compartir entre ellos su experiencia, que a partir de entonces llevaron otros.
En 1939, con la publicación del libro -Alcohólicos Anónimos- , del que la Comunidad tomó su nombre, y con la ayuda de amigos no alcohólicos, A.A. empezó a llamar la atención con su programa, extendiéndose rápidamente, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
En la actualidad la Comunidad funciona a través de más de 100.000 Grupos locales en unos 150 países. (http://www.alcoholicos-anonimos.org)
La filosofía que fundamentó la creación de este grupo es la misma que ha servido para dar fondo y forma a otras muchas asociaciones del estilo como Narcóticos anónimos, Drogadictos anónimos, Comedores compulsivos, Al-Anon, Codependientes anónimos, etc.
Describir desde la investigación lo que son este tipo de grupos no es tan ilustrativo como vivir la experiencia de participar en una reunión, así que obtuve permiso para entrar a una ya que no se trata de reuniones abiertas al público en general, son únicamente para adictos. A continuación describo a grandes rasgos lo que viví.
Por principio de cuentas se trata de reuniones bien estructuradas en donde una persona se encarga de dirigir la sesión. Esta persona no siempre es la misma, por lo que se van turnando la tarea.
Inician con la presentación de los asistentes. Cada uno va diciendo algo así como: “Buenas noches, Soy…. Y soy adicto” o “estoy enfermo de mis emociones”.
Si alguien viene con algún asunto emergente que necesite expresar, pide tribuna y pasa al frente para explicar de qué se trata. Nadie puede aconsejarle ni intervenir en su plática si él no lo autoriza o lo pide.
Así cada uno va pidiendo turno en la tribuna si así lo quiere para expresar lo que necesita y los demás escuchan e intervienen solicitando permiso, como dije antes, a petición del que habla.
Si no hay muchas intervenciones en tribuna, entonces tiene libros básicos que ellos llaman su “literatura” los cuales abordan temas que tienen que ver con la vida cotidiana y la forma en la que por experiencia es mejor actuar ante ella. La literatura es la misma para todos los grupos a nivel mundial.
En un momento dado también se leen unas frases que ellos llaman “axiomas” y que tienen enmarcadas en cuadros puestos a la vista de todos, del tipo de “Vive y deja vivir”.
Un detalle que llamó mi atención es la diversidad de personas que asistieron a la reunión; jóvenes, adultos, viejos, mujeres y hombres de distintas clases sociales y niveles educativos, que hablaban de sus asuntos de manera abierta y franca, algunos de forma muy elocuente y correcta y otros como podían, inclusive con groserías bastante fuertes, sin embargo, el ambiente siempre fue de respeto para el que habla.
No hay un psicólogo, ni médico, ni ningún apoyo externo representado por persona alguna que no sea adicto.
Para finalizar la reunión todos los integrantes se abrazan formando un círculo y hacen una oración que habla de ser adicto pero no morir drogado (que me conmovió profundamente) y se procede a pasar una canasta que ellos llaman “La canasta de la séptima” ya que se rigen por una serie de tradiciones de las cuales la séptima habla de que este tipo de grupos no acepta patrocinios de ninguna especie, todos los recursos con los que funcionan tienen que ser aportados por la comunidad que asiste a sesionar. De la misma forma se van contabilizando los recursos financieros y las cuentas siempre están a la vista de todo plasmadas en una bitácora que se actualiza diariamente.
Nadie dirige en si al grupo para proteger la sobriedad de los miembros ya que el hecho de tener algún tipo de poder sobre los demás es un factor que emocionalmente no les ayuda a mantenerse sobrios.
Las personas que desean asistir deben ser adictos y pueden llegar solos o invitados por algún miembro que funge entonces como “padrino” y que, a veces, acompaña constantemente al nuevo miembro hasta que el peligro de una recaída disminuye.
Cada integrante va celebrando sus aniversarios cuando cumple semanas meses o años de militancia y sobriedad.
Manejan un principio muy importante que es el anonimato y que implica que ningún miembro del grupo puede promoverse en la vida cotidiana como perteneciente a la asociación ya que esto implicaría un riesgo para la salud emocional por el estatus que el propio enfermo puede llegar a sentir y pensar que tiene por su pertenencia.
Conclusión
La experiencia fue muy conmovedora y aleccionadora ya que estos hombres y mujeres dan muestras de una solidaridad y respeto verdaderamente admirable (mi asistencia se gestionó en privado, de manera que los miembros del grupo ni se percataron de que yo estaba ahí precisamente para que la sesión transcurriera como es normal).
Estando ahí me pude dar cuenta de que muchos de ellos hablan de su enfermedad y describen situaciones que parecen bastante comunes en la vida cotidiana; tanto que muchas veces ni siquiera son percibidas
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