Influencia Minoritaria Y Cambio De Representaciones Sociales Normativas

Estudiar psicología es estudiar a la persona humana. Sin embargo, ésta no es solamente un individuo, un ente aislado de la sociedad, que puede vivir de manera independiente a ésta, definitivamente no. El hombre está hecho para vivir en sociedad, para interactuar con las demás personas, para crecer a través de ese “otro generalizado” con el cual puede dialogar gracias a un “código común” que comparten. El mundo entero está habitado por personas que se necesitan mutuamente y que, por eso mismo, a través del lenguaje, construyen significados que todos pueden entender. Por lo tanto, el hombre no se puede comprender sino como un sujeto activo que aprehende y describe el mundo, a través de sus grupos de pertenencia o referencia; los cuales están constantemente determinando sus visiones de mundo. Es por esto que, el estudio de la psicología y la psiquis del hombre, no puede ser netamente en un plano individual, sino que es inmensamente necesario indagar en el estudio de una psicología social, para así poder comprender a cabalidad el pensamiento del hombre, el cual, como dijimos antes, está, en gran parte, si es que no totalmente, influido por la sociedad y, más específicamente, por los grupos a los que pertenece. Es decir, el hombre, más que individuo, es un sujeto social.

Al nosotras darnos cuenta de esta realidad nos surgen algunas dudas: ¿Cómo se forman las representaciones sociales? ¿Quiénes están detrás de este proceso? Dentro de este sujeto social, ¿existe una individualidad en el pensamiento o todos estamos de acuerdo con lo mismo? ¿Qué pasa con quienes no comparten cabalmente los significados establecidos por la sociedad? A lo largo de este ensayo iremos dando respuesta a algunas de estas interrogantes; decimos algunas, porque también queremos generar en ustedes un proceso reflexivo acerca del tema que estamos presentando. Sin reflexión hay un pensamiento demasiado pasivo, fácil de ser manejado. ¿Queremos realmente eso?

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