Inteligencia Emocional
Enviado por nardalopez75 • 16 de Octubre de 2012 • 2.815 Palabras (12 Páginas) • 384 Visitas
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL - (Daniel Goleman)
¿PARA QUE SON LAS EMOCIONES?
Nuestras emociones nos guían cuando se trata de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado importantes para dejarlas solo en manos del intelecto:
Los peligros
Las perdidas dolorosas
La persistencia hacia una meta a pesar de los fracasos
Los vínculos con un compañero
La formación de una familia
Solo se trata de amor.
Cuando las pasiones aplastan a la razón
Un legado emocional de la evolución es el temor que nos mueve a proteger a nuestra familia del peligro. Pero mientras nuestras emociones han sido guias sabias en la evolución a largo plazo, las nuevas realidades que la civilización presenta han surgido con tanta rapidez que la lenta marcha de la evolución no se puede mantener al mismo ritmo; razón por la cual a lo largo de la historia surgieron las primeras leyes y declaraciones:
El Código de Hammurabi de los Sumerios
Los Diez Mandamientos de los Hebreos
Los Edictos del emperador Ashoka
Interpretados como intentos por dominar, someter y domesticar la vida emocional. A pesar de estas limitaciones sociales, las pasiones aplastan a la razón una y otra vez.
Nuestra valoración de cada encuentro personal y nuestras respuestas al mismo están moldeadas no solo por nuestro juicio racional o nuestra historia personal, sino también por nuestro pasado ancestral.
En resumen, con demasiada frecuencia nos enfrentamos a dilemas posmodernos con un repertorio emocional adaptado a las urgencias.
Impulsos para la acción
La cautela, puede salvar vidas porque permite parar, prestar atención, tener en cuenta el peligro inminente y actuar con cautela.
Todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. Cada emoción juega un papel singular. Se están descubriendo más detalles fisiológicos acerca de cómo cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de repuesta:
La IRA: la sangre (ritmo cardiaco elevado y adrenalina) fluye hacia las manos (golpear o tomar un arma).
El MIEDO: la sangre va a los músculos piernas (fácil huir), deja de circular en la cara, el cuerpo se congela, alerta general y se prepara para la acción.
La FELICIDAD: el centro nervioso inhibe los sentimientos negativos que permite manifestar tranquilidad, descanso general y entusiasmo para cualquier tarea.
La SORPRESA: mayor alcance visual al levantar las cejas y permite mas información posibilitando idear el mejor plan de acción.
El AMOR: despertar parasimpático (respuesta de relajación) que genera un estado general de calma y satisfacción, facilitando la cooperación.
El DISGUSTO: su expresión facial, sugiere intento de bloquear las fosas nasales para evitar un olor nocivo o escupir un alimento perjudicial.
La TRISTEZA: caída de energía y el entusiasmo por las actividades de la vida, se acerca a la depresión, el metabolismo se hace más lento, crea la oportunidad de llorar y luego, cuando recupera la energía planifica un nuevo comienzo.
Estas tendencias biológicas a actuar están moldeadas por la cultura a lo largo de la historia. Mientras en el pasado una ira violenta pudo permitir la supervivencia, hoy el hecho de tener a acceso a armas automáticas puede convertir las acciones de un niño en una reacción desastrosa.
Nuestras dos mentes
Ante situaciones muy dolorosas, traumáticas y continuas (divorcio, duelos, enfermedades, etc); se evidencian las dos mentes:
La racional: que piensa, es consciente, reflexiva, capaz de analizar y medir (esta en la cabeza)
La emocional: que es impulsiva, a veces ilógica, mas ineficaz, (esta en el corazón)
Estas dos mentes:
Son facultades semiindependientes
Cada una refleja una operación de un circuito distinto pero interconectado al cerebro
Pero, operan en ajustada armonía en su mayor parte:
entrelazan sus diferentes formas de conocimiento para guiarnos por el mundo
existe un equilibrio en el que la emoción alimenta e informa las operaciones de la mente racional y esta depura o anula la energía de las emociones.
Están exquisitamente coordinadas
Los sentimientos son esenciales para el pensamiento y éste, para el sentimiento
Solo declinan ante la presencia de LAS PASIONES
Como creció el cerebro
El cerebro humano pesa mas o menos 1 ½ kg de células y jugos nerviosos, es tres veces más grande que el primate no humano (pariente más cercano).A lo largo de la evolución, nuestro cerebro ha crecido de abajo hacia arriba:
La parte más primitiva es el tronco cerebral: raíz que regular las funciones vitales básicas (respiración, metabolismo), controla las reacciones y movimientos estereotipados.
Luego, surgieron los centro emocionales: su raíz más primitiva es el sentido del olfato
Posteriormente, evoluciono el cerebro pensante el gran bulbo
Después, evoluciono el sistema límbico, que añade emociones al repertorio: anhelo, furia, amor, temor, etc. Este, luego refino dos herramientas poderosas: aprendizaje y memoria
Las relaciones entre el bulbo olfativo y el sistema límbico: hace distinciones, reconoci-miento, comparaciones y discriminaciones de olores
Finalmente, se agregó la Neocorteza y conexiones con el sistema límbico (asiento del pensamiento que comparan y comprenden lo que perciben los sentidos). Estos vínculos posibilitan por ej.: vinculo madre-hijo.
Las zonas emocionales están entrelazadas a través de innumerable circuitos que ponen en comunicación todas las partes de la neocorteza.
ANATOMIA DE UN ASALTO EMOCIONAL
Los asaltos nerviosos o emocionales son los estallidos emocionales. Se producen en un instante, es una reacción antes de que la neocorteza, el cerebro pensante, vislumbre lo que está ocurriendo. Luego de un asalto emocional la persona tiene la sensación de no saber que les ocurrió.
Estos asaltos no son aislados, sino que nos ocurren con bastante frecuencia. Muchas veces decimos: “perdió los nervios”, “estalló con alguien” y, luego, tras un poco de reflexión y comprensión nos parece “injustificado”; eso también es un asalto emocional, es un ataque nervioso que se origina en la amígdala, un centro del cerebro límbico.
No todos los asaltos límbicos
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