JERCICIO DE PODER DE LAS JUNTAS DE ACCIÓN COMUNAL

EJERCICIO DE PODER DE LAS JUNTAS DE ACCIÓN COMUNAL

Con el tiempo las Juntas de Acción Comunal de los barrios han tomado cada vez más fuerza y se han convertido en organismos de ayuda para los habitantes de los barrios, intermediarios entre las entidades distritales en la búsqueda de soluciones a problemáticas que se presentan en cuanto a seguridad, uso del espacio público, aseo, prestación de servicios públicos, entre otros; al mismo tiempo han jugado un papel muy importante en temas como la convivencia entre los vecinos del barrio, la defensa y respeto de los derechos de los habitantes y la implementación de normas de convivencia. Lo anterior demuestra como las Juntas de Acción Comunal en cabeza de sus líderes y apoyados por la comunidad asumen una corresponsabilidad social y ejercen un poder participativo y solidario dentro de la comunidad.

A pesar de la evolución que han tenido dichas Juntas y aunque ahora son vigiladas por entidades distritales como el IDEPAC y ASOJUNTAS, en algunos casos los agentes que ejercen dicho poder hacen un mal uso de los recursos, aprovechan su poder para obtener beneficios propios, se olvidan de los intereses de la comunidad y se aprovechan de la ignorancia de los habitantes frente a temas que tiene que ver con los deberes de estos líderes, las ideas preconcebidas y naturalizadas por parte de la comunidad sobre la mala actuación de las entidades que ejercen la veeduría y apoyo a las Juntas de Acción Comunal y en general sobre las entidades gubernamentales referente al apoyo a las comunidades, ha creado en el imaginario de los habitantes ideas de impotencia y de falta de apoyo por parte de dichas entidades lo que se refleja en la baja participación de los habitantes de los barrios en dichas organizaciones.

Pero no todas las Juntas de Acción Comunal hacen un mal uso del poder, en algunos casos, como en el barrio Salitre Greco de la ciudad de Bogotá, la Junta de Acción de Comunal en cabeza de su presidenta, ha logrado grandes cambios para el bien de los habitantes del barrio, ha promovido la participación de los habitantes en diferentes actividades culturales, se crearon comités de apoyo para la convivencia, la mediación en problemas, la seguridad y la cultura, cada uno de estos comités están conformados por los habitantes del barrio y de esta forma la participación de ellos es más activa.

En este caso se habla entonces de la segunda forma de trabajo comunitario que expone la autora Maritza Montero (2006) en su libro teoría y práctica de la psicología comunitaria, “en los movimientos comunitarios surgidos de abajo hacia arriba, es decir, desde generaciones de base generadas por las comunidades”

Concluimos entonces, que el poder en sí mismo no es ni bueno ni malo, es el uso del poder el que determina si se está ejerciendo de la forma adecuada, de ahí la importancia de ser unos actores sociales responsables y asumir de forma adecuada nuestros derechos y deberes en el uso del voto para elección de nuestros líderes y representantes y es en este punto donde la psicología social comunitaria juega un papel muy importante ya que se encarga de fortalecer a la comunidad y de focalizar los esfuerzos en un solo objetivo común, por lo tanto, cuando las comunidades tiene claros estos puntos, al momento de elegir lo harán a conciencia.

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