Jorgito el contador

Jorgito el contador

Había una vez un niño llamado Jorgito, que tenía 10 años, muy amable y cariñoso, le gustaba mucho la escuela, era el mejor en su clase y más en las matemáticas, vivía con su padre y dos hermanos.

Jorgito quería ser un hombre exitoso y tener mucho dinero, para así poder comprar la casa y carro de sus sueños y poder viajar alrededor del mundo. Sus padres siempre le decían que para eso, tendría que estudiar y trabajar muy duro para conseguir sus sueños.

Un día la maestra le pregunto que quería ser de grande, a lo que le contesto que quería ser contador como su abuelo; decía que el ayudaba a mucha gente, empresas y que siempre trabajaba con números, que era una persona muy inteligente, por eso cada semana lo visitaba porque le encantaba trabajar con él y aprender un poco más lo que es ser contador.

Al paso de los años Jorgito entro a la Universidad a la carrera de Contador Público, se dio cuenta que no era nada fácil, todos los días tenía que llegar a su casa y ponerse a estudiar.

Un día platicando con su abuelo, le dijo que estaba pensando en cambiar de carrera, que todo era muy complicado, además poco a poco se daba cuenta que había mucha corrupción entre empresas y contadores, no toda la información que se manejaba era verídica, ya que con poco dinero todo se arreglaba y tenía miedo que eso algún día pudiera perjudicarlo.

Su abuelo le comento que no era así, que existía la ética profesional, que mientras el fuera una persona honesta y responsable, todo sería diferente, que aprendería como actuar frente a esas situaciones y trabajar de una manera estable y honrada. Que a pesar de los obstáculos que se le presentaran se esforzara y creyera en el mismo.

Jorgito se puso a pensar en todo los consejos que le dio su abuelo y siguió en la carrera de Contador Público. Siempre fue el más inteligente en su clase y cada vez se daba cuenta que en verdad era lo que quería ser en un futuro.

Hasta que llego el día en que se graduaría, su abuelo y familia estaban muy orgullosas de él, ya que al fin había logrado lo que él siempre había querido sería una persona feliz, responsable y con talento.

FIN

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