Juegos "no tan locos"
Enviado por magaid • 29 de Noviembre de 2012 • Trabajo • 568 Palabras (3 Páginas) • 390 Visitas
Juegos "no tan locos"
Leer el texto, variando la intensidad según el tamaño de las letras
En el ejemplo que se da a continuación, vemos que las letras tienen diferentes tamaños; lo que debemos hacer es leer ese párrafo respetando el tamaño de las letras. Si es una letra grande la leeremos más fuerte, si es una letrra pequeñita la leeremos en voz baja. Si en un renglón las letras se achican, nosotros también iremos bajando el tono de nuestra voz.
"El mundo está preocupado porque
los tigres de Bengala se extin-
guen, por eso cada tanto mandan
a alguien para que los cuente.
"La última vez le toco a Jerónimo
Walawalkar Evans, un muy ex-
perto contador de tigres, persona
lista y meticulosa que nunca se per-
mitió distracciones en su oficio."
( Ema Wolf. Nabuco, etc. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 1998.)
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¿Quién Continúa?
(¿A quién le tocará?)
El maestro preparará unos papelitos con números, del 1 al ... (tantos como niños haya en el salón). Los mezclará, bien mezclados (porque se puede mezclar mal mezclado) en una bolsa o un sombrero. Luego pasarán los niños y cada uno tomará un papelito, el cual deberá esconder, sin decirle a nadie qué número le tocó en suerte. Cada niño tendrá un número escondido en su mano, esto creará cierto misterio, porque sabemos nuestro número, pero no sabemos qué número le habrá tocado al compañero que está sentado al lado nuestro, o a la compañera de adelante.
El juego consiste en que, de a uno, cada niño deberá leer un renglón completo, o, como siempre haremos, hasta el primer punto (seguido o aparte).
Comienza con el niño al que le tocó el número 1. El debe decir «uno», y comenzar a leer (hasta terminar el renglón o hasta el primer punto, como hayamos acordado). Inmediatamente, el niño que recibió el 2, debe decir «dos» y continuar él con la lectura. Luego otro niño dirá «tres» y seguirá leyendo. Y así hasta que se terminen todos los números. De esta manera iremos leyendo el texto con un poco de expectación, de misterio, sabemos cuándo será nuestro turno, pero ignoramos quiénes estarán antes y quiénes nos seguirán. Se me ocurrió que, para agregar más misterio a este juego, se podría hacer de noche y con la luz apagada..., pero después pensé que a la noche nadie va a la escuela (y que sin luz tampoco alcanzaríamos a leer nada). O sea que descartemos esta última idea.
Variante
Cada niño escribe, en un papelito, su nombre, después hace una bolita con él y se lo da al maestro, que mezclará todos los papelitos (mezclando bien mezclado). Luego irá sacando de a uno, leyendo el nombre del niño al que le tocará leer (un renglón o hasta el próximo punto), termina ése e inmediatamente (para que no se
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