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Enviado por cruz12 • 5 de Octubre de 2014 • 1.764 Palabras (8 Páginas) • 177 Visitas
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1. Persuadir, u obtener acción
2. Informar
3. Impresionar y convencer
4. Entretener
De aquellas discusiones surgió la Fórmula Mágica para la construcción del discurso. Comenzamos a utilizarla en nuestras clases y siempre la hemos utilizado desde entonces. ¿En qué consiste la Fórmula Mágica? Simplemente en esto: comience su discurso detallándonos su Ejemplo, un incidente que ilustre gráficamente la idea fundamental que usted pretende transmitir. Segundo, en términos específicos, claros y definidos, explíquenos su Objeto, díganos exactamente cómo quiere que actúen sus oyentes y, tercero, dénos su Razón, es decir, aclare las ventajas o beneficios que obtendrán sus oyentes cuando hagan lo que usted les solicita.
La Fórmula Mágica constituye un método efectivo de presentar lo que, según usted, debe hacer o evitar su auditorio.
PRIMERO: Ofrezca su ejemplo, un incidente de su vida.
• Fundamente su ejemplo sobre una única experiencia personal.
• Comience su discurso con un detalle de su ejemplo.
• Llene su ejemplo con detalles importantes.
• Vuelva a vivir su experiencia mientras la relata.
SEGUNDO: Enuncie su objeto: cómo pretende que actúe el auditorio.
• Abrevie y especifique su objeto.
• Procure que su objeto sea fácil de llevar a cabo por quienes lo escuchan.
• Exprese su objeto con energía y convicción.
TERCERO: Manifieste la razón o el beneficio que puede esperar el auditorio.
• Asegúrese de que la razón guarda relación con el ejemplo.
• Asegúrese de poner énfasis en una razón, una solamente.
CAPÍTULO 8. El discurso informativo
Muchas veces al día hablamos para informar de algo: dar directivas o instrucciones, explicar o relatar algún hecho. De todos los discursos pronunciados semanalmente en cualquier parte, el informativo sigue en importancia sólo al discurso que tiende a persuadir o inducir a la acción.
La capacidad de expresarse claramente procede a la capacidad de inducir a los demás a la acción.
Éste capítulo contiene algunas sugestiones para ayudarlo a expresarse con tanta claridad y discernimiento que sus oyentes no tendrán ninguna dificultad para comprenderlo. “Todo lo que puede ser pensado- dice Ludwing Wittgenstein- puede pensarse con claridad”. Todo lo que puede ser dicho, puede decirse también con claridad.
PRIMERO: Limite su tema para ajustarse al tiempo de que dispone.
SEGUNDO: Ordene sus ideas una tras otra.
TERCERO: Enumere sus puntos a medida que los expone.
CUATRO: Compare lo desconocido con lo familiar
• Transforme los hechos en imágenes.
• Evite los términos técnicos.
QUINTO: Emplee apoyos visuales.
CAPÍTULO 9. El discurso para convencer
En una ocasión, un grupo de hombre y mujeres encontró un huracán en su camino. No se trataba de un huracán real, pero era lo que más se le aproximaba. Se trataba de un hombre: Maurice Goldblatt. Así es como lo describe uno de los integrantes de aquel grupo.
Sinceridad, entusiasmo, buena fe y una firme determinación de consagrarnos algunos minutos, de la misma manera que él se consagraba año tras año, a su gran causa. Todos estos factores nos llevaron a coincidir con el orador, a simpatizar con él, a sentir interés y voluntad de hacer algo por su causa.
PRIMERO: Gane confianza mereciéndola.
SEGUNDO: Obtenga una respuesta afirmativa.
TERCERO: Hable con un entusiasmo contagioso.
CUARTO: Muestre respeto y estima por su auditorio.
QUINTO: Empiece de forma amigable.
CAPÍTULO 10. El Discurso improvisado
La facultad de coordinar los pensamientos y hablar improvisadamente, es aun más importante, en algunos sentidos, que la habilidad de hablar sólo después de una larga y laboriosa preparación. Las exigencias de los negocios modernos y las contingencias actuales que estimulan la comunicación oral, hacen imperativa la capacidad de agilizar rápidamente los pensamientos y verbalizarlos con fluidez. Muchas de las decisiones que afectan a la industria y al gobierno en nuestros días no han sido tomadas individualmente, por un hombre en particular, sino en torno a una mesa de conferencias. El individuo, aun así, tiene su voz y lo que debe decir tiene que ser forzosamente expuesto ante el grupo. Aquí es donde la capacidad de hablar improvisadamente cobra vida y produce sus efectos.
PRIMERO: Practique discursos improvisados.
SEGUNDO: Prepárese mentalmente para hablar improvisadamente.
TERCERO: Introduzca un ejemplo inmediatamente.
CUARTO: Exprésese con ánimo y vigor (dejarse llevar por las palabras)
QUINTO: Utilice el principio de “aquí y ahora”: para un discurso improvisado obtenga ideas de tres fuetes: el auditorio, la ocasión, los oradores previos.
SEXTO: No hable de forma impremeditada ni pronuncie un discurso improvisado.
CUARTA PARTE: EL ARTE DE LA COMUNICACIÓN
CAPÍTULO 11. PRONUNCIANDO EL DISCURSO
¿Puede creerlo usted? Existen sólo cuatro medios, y solamente cuatro, mediante los cuales nos ponemos en contacto con el mundo. Somos valorados y clasificados por esos cuatro contactos: lo que hacemos, lo que parecemos, lo que decimos y cómo lo decimos.
Descubrí que el tiempo y la energía desperdiciados anteriormente para enseñar a los alumnos a “respirar diafragmáticamente” podrían ser empleados para los objetivos más importantes de liberarlos de sus inhibiciones y de la resistencia general a expresarse con soltura; advertí que de esa manera podría alcanzar rápidamente resultados positivos, resultados verdaderamente sorprendentes. Agradezco a Dios que me diera el buen tino de obrar como lo hice.
PRIMERO: Rompa el caparazón de la timidez.
SEGUNDO: No trate de imitar a otros, sea usted mismo.
TERCERO: Converse con su auditorio.
CUARTO: Ponga el corazón en sus charlas.
QUINTO: Practique haciendo su voz fuerte y flexible.
QUINTA PARTE: EL DESAFÍO DEL DISCURSO EFICAZ
CAPÍTULO 12. PRESENTAR ORADORES, ACEPTAR Y ENTREGAR PREMIOS
Cuando se le pide que hable en público, tal vez tenga que introducir a otro orador, o pronunciar un discurso más extenso que tenga por objeto informar, entretener, convencer o persuadir.
El discurso de introducción responde al mismo propósito de una presentación social. Une
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Enviado por cruz12 • 5 de Octubre de 2014 • 1.764 Palabras (8 Páginas) • 177 Visitas
1. Persuadir, u obtener acción
2. Informar
3. Impresionar y convencer
4. Entretener
De aquellas discusiones surgió la Fórmula Mágica para la construcción del discurso. Comenzamos a utilizarla en nuestras clases y siempre la hemos utilizado desde entonces. ¿En qué consiste la Fórmula Mágica? Simplemente en esto: comience su discurso detallándonos su Ejemplo, un incidente que ilustre gráficamente la idea fundamental que usted pretende transmitir. Segundo, en términos específicos, claros y definidos, explíquenos su Objeto, díganos exactamente cómo quiere que actúen sus oyentes y, tercero, dénos su Razón, es decir, aclare las ventajas o beneficios que obtendrán sus oyentes cuando hagan lo que usted les solicita.
La Fórmula Mágica constituye un método efectivo de presentar lo que, según usted, debe hacer o evitar su auditorio.
PRIMERO: Ofrezca su ejemplo, un incidente de su vida.
• Fundamente su ejemplo sobre una única experiencia personal.
• Comience su discurso con un detalle de su ejemplo.
• Llene su ejemplo con detalles importantes.
• Vuelva a vivir su experiencia mientras la relata.
SEGUNDO: Enuncie su objeto: cómo pretende que actúe el auditorio.
• Abrevie y especifique su objeto.
• Procure que su objeto sea fácil de llevar a cabo por quienes lo escuchan.
• Exprese su objeto con energía y convicción.
TERCERO: Manifieste la razón o el beneficio que puede esperar el auditorio.
• Asegúrese de que la razón guarda relación con el ejemplo.
• Asegúrese de poner énfasis en una razón, una solamente.
CAPÍTULO 8. El discurso informativo
Muchas veces al día hablamos para informar de algo: dar directivas o instrucciones, explicar o relatar algún hecho. De todos los discursos pronunciados semanalmente en cualquier parte, el informativo sigue en importancia sólo al discurso que tiende a persuadir o inducir a la acción.
La capacidad de expresarse claramente procede a la capacidad de inducir a los demás a la acción.
Éste capítulo contiene algunas sugestiones para ayudarlo a expresarse con tanta claridad y discernimiento que sus oyentes no tendrán ninguna dificultad para comprenderlo. “Todo lo que puede ser pensado- dice Ludwing Wittgenstein- puede pensarse con claridad”. Todo lo que puede ser dicho, puede decirse también con claridad.
PRIMERO: Limite su tema para ajustarse al tiempo de que dispone.
SEGUNDO: Ordene sus ideas una tras otra.
TERCERO: Enumere sus puntos a medida que los expone.
CUATRO: Compare lo desconocido con lo familiar
• Transforme los hechos en imágenes.
• Evite los términos técnicos.
QUINTO: Emplee apoyos visuales.
CAPÍTULO 9. El discurso para convencer
En una ocasión, un grupo de hombre y mujeres encontró un huracán en su camino. No se trataba de un huracán real, pero era lo que más se le aproximaba. Se trataba de un hombre: Maurice Goldblatt. Así es como lo describe uno de los integrantes de aquel grupo.
Sinceridad, entusiasmo, buena fe y una firme determinación de consagrarnos algunos minutos, de la misma manera que él se consagraba año tras año, a su gran causa. Todos estos factores nos llevaron a coincidir con el orador, a simpatizar con él, a sentir interés y voluntad de hacer algo por su causa.
PRIMERO: Gane confianza mereciéndola.
SEGUNDO: Obtenga una respuesta afirmativa.
TERCERO: Hable con un entusiasmo contagioso.
CUARTO: Muestre respeto y estima por su auditorio.
QUINTO: Empiece de forma amigable.
CAPÍTULO 10. El Discurso improvisado
La facultad de coordinar los pensamientos y hablar improvisadamente, es aun más importante, en algunos sentidos, que la habilidad de hablar sólo después de una larga y laboriosa preparación. Las exigencias de los negocios modernos y las contingencias actuales que estimulan la comunicación oral, hacen imperativa la capacidad de agilizar rápidamente los pensamientos y verbalizarlos con fluidez. Muchas de las decisiones que afectan a la industria y al gobierno en nuestros días no han sido tomadas individualmente, por un hombre en particular, sino en torno a una mesa de conferencias. El individuo, aun así, tiene su voz y lo que debe decir tiene que ser forzosamente expuesto ante el grupo. Aquí es donde la capacidad de hablar improvisadamente cobra vida y produce sus efectos.
PRIMERO: Practique discursos improvisados.
SEGUNDO: Prepárese mentalmente para hablar improvisadamente.
TERCERO: Introduzca un ejemplo inmediatamente.
CUARTO: Exprésese con ánimo y vigor (dejarse llevar por las palabras)
QUINTO: Utilice el principio de “aquí y ahora”: para un discurso improvisado obtenga ideas de tres fuetes: el auditorio, la ocasión, los oradores previos.
SEXTO: No hable de forma impremeditada ni pronuncie un discurso improvisado.
CUARTA PARTE: EL ARTE DE LA COMUNICACIÓN
CAPÍTULO 11. PRONUNCIANDO EL DISCURSO
¿Puede creerlo usted? Existen sólo cuatro medios, y solamente cuatro, mediante los cuales nos ponemos en contacto con el mundo. Somos valorados y clasificados por esos cuatro contactos: lo que hacemos, lo que parecemos, lo que decimos y cómo lo decimos.
Descubrí que el tiempo y la energía desperdiciados anteriormente para enseñar a los alumnos a “respirar diafragmáticamente” podrían ser empleados para los objetivos más importantes de liberarlos de sus inhibiciones y de la resistencia general a expresarse con soltura; advertí que de esa manera podría alcanzar rápidamente resultados positivos, resultados verdaderamente sorprendentes. Agradezco a Dios que me diera el buen tino de obrar como lo hice.
PRIMERO: Rompa el caparazón de la timidez.
SEGUNDO: No trate de imitar a otros, sea usted mismo.
TERCERO: Converse con su auditorio.
CUARTO: Ponga el corazón en sus charlas.
QUINTO: Practique haciendo su voz fuerte y flexible.
QUINTA PARTE: EL DESAFÍO DEL DISCURSO EFICAZ
CAPÍTULO 12. PRESENTAR ORADORES, ACEPTAR Y ENTREGAR PREMIOS
Cuando se le pide que hable en público, tal vez tenga que introducir a otro orador, o pronunciar un discurso más extenso que tenga por objeto informar, entretener, convencer o persuadir.
El discurso de introducción responde al mismo propósito de una presentación social. Une
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