LA PALABRA COMO TRATAMIENTO PARA LO PSIQUICO

Cuando se habla de un tratamiento psíquico se quiere decir que es un tratamiento desde el alma que tiene como fin resolver los estados de ánimo en los que se encuentra una persona, y el recurso más importante para lograr este objetivo es la palabra. La medicina hasta hace poco le dio valor a este tratamiento anímico, ellos se basaban en que el estado de ánimo dependía de lo corporal y no al contrario; es por esto que si había alguna alteración en un individuo no se tendría una comprobación clínica; por esta razón, los médicos llegaban a la conclusión que la alteración era funcional del cerebro, más no estructural. Freud, medico neurólogo, toma como base éste elemento para suponer que el daño no se debería presentar en la esfera corporal sino en un otro lugar, el cual sería el alma o lo psíquico.

Un claro ejemplo de como las expresiones influyen en el estado de ánimo sobre el cuerpo, son la tensión o relajación que maneja una persona en sus músculos faciales, postura de miembros, ojos, en fin son signos en los que se puede observar y llegar a la conclusión de cuál es el estado de ánimo de esta, conocidos como efectos, estos efectos ejecutan una influencia ya sea negativa o positiva frente a las enfermedades físicas del cuerpo.

Al comienzo del texto se menciona a las palabras como el recurso para este tratamiento, cabe resaltar la importancia de estas, ya que pueden llegar hacer la puerta de éxito para influir en los demás, teniendo como resultado que su estado de ánimo vaya variando de una forma positiva a medida que pasa el tiempo y eliminando dichas patologías, de mucha importancia y de interés, es como a medida que transcurre el tiempo se van tomando influencias positivas y todo gracias a la hipnosis, claro está que la hipnosis solo es fundamental cuando ningún otro tratamiento ha sido útil , sería lógico que tanto el médico que ha visto y sigue el proceso del paciente este relacionada con la persona encargada de la hipnosis, esto con el fin de que los resultados puedan ser útiles para las dos partes, ya que estos procesos tienen como objetivo dejar hábitos patológicos, como estados neuróticos, pero muchas veces la sugestión puede triunfar en el proceso, es ahí cuando se debe ser realista ya que quizás haya algún defecto y que esto pueda llegar a ocasionar cambios de ánimos ya sean positivos o negativos.

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