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LA PRÁCTICA DE LA HIPNOTERAPIA.


Enviado por   •  13 de Junio de 2016  •  Síntesis  •  1.212 Palabras (5 Páginas)  •  308 Visitas

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LA PRÁCTICA DE LA HIPNOTERAPIA

Aplicación

El tratamiento hipnoterapéutico puede dividirse en cinco etapas:

  1. Preparación del paciente.
  2. Inducción hipnótica.
  3. Profundización de la hipnosis.
  4. Empleo del trance hipnótico para propósitos terapéuticos.
  5. Terminación.

Durante estas etapas, se usa una clasificación y pruebas para el trance hipnótico (anexo 1)

Aunque estas etapas no pueden separarse en la práctica, son útiles para planificar el tratamiento. Seguidamente se presenta una descripción de cada etapa con ejemplos y procedimientos.

  1. Preparación para la hipnosis

La preparación implica tres aspectos: el establecimiento de la relación con el paciente, la clarificación de conceptos erróneos sobre la hipnosis y la posible exploración de la capacidad para el trance. Hay que señalar un punto importante. Muchos pacientes van a un hipnoterapéuta esperando entrar en trance inmediatamente. Se recomienda satisfacer esas peticiones, puesto que cuando obtienen lo que piden tienden a mejorar.

Hay varios test que pueden utilizarse para evaluar la capacidad para el trance. Algunos de estos se han organizado en tareas secuenciales, como la Escala de Susceptibilidad Hipnótica de Stanford o la Escala de Susceptibilidad Hipnótica de Harvard para grupos. Hay algunas pruebas de preinducción hipnótica que son útiles para la selección inicial de la hipnotizabilidad de los pacientes y se describen seguidamente:

  • Levitación y pesadez de la mano y el brazo. Se les dice a los sujetos que extiendan los 2 brazos hacia el frente, que coloquen una palma para arriba y la otra para abajo y que cierren los ojos. Se les pide que se imaginen que se ha colocado un gran peso en la primera mano, haciendo que cada vez pese más y que se ha atado un globo de helio en la segunda, haciendo que cada vez sea más ligera. Se hacen repetidamente sugestiones como “y tu mano derecha se está haciendo cada vez más pesada y tu mano izquierda se está volviendo cada vez más ligera”. La distancia final entre las dos manos es un indicador general de la hipnotizabilidad del sujeto.
  • Balanceo de la postura. Se dice a los sujetos que permanezcan de pie derechos y que cierren los ojos. El hipnotizador coloca luego las manos sobre los hombros del sujeto y las mueve ligeramente hacia delante y hacia atrás haciendo la sugestión al sujeto que su cuerpo seguirá esos movimientos.
  • El péndulo de Chevreul. Se coge el péndulo con los dedos pulgar e índice. Se extiende el brazo hacia delante. Se mira fijamente al péndulo imaginándose que se mueve bien en el sentido de las agujas del reloj o bien hacia adelante o hacia atrás.
  • Atracción y repulsión de las manos. Se dice a los sujetos que extiendan las manos hacia adelante, con las manos una enfrente de la otra, y que cierren los ojos. El hipnotizador hace sugestiones de que las manos son como imanes y que se juntan o se separan, como “y puedes sentir como tus manos se can repeliendo cada vez mas o se van atrayendo cada vez más”.

  1. Inducción de la hipnosis

  • El método más común y que consume más tiempo es la Relajación Progresiva. La relajación puede comenzar bien por la cabeza o por los pies, pero muchos terapeutas prefieren iniciar por la cabeza, sin embargo no es necesario relajar cada grupo de músculos en profundidad y es necesario acompañarlo de sugestiones.
  • La fijación de los ojos o Braidismo, saca provecho de la fatiga natural de los músculos oculares y de la creencia común de que los ojos se vuelven pesados, de forma involuntaria, cuando uno entra en un trance. Se le dice al individuo que mire fijamente a un punto, justo por encima de la línea normal de visión, mientras que le hipnotizador hace la sugestión de que sus ojos se están volviendo cada vez más pesados y que en un momento será imposible mantenerlos abiertos. Finalmente el sujeto cierra los ojos, no por la sugestión, si no por la fatiga de los ojos. Sin embargo el sujeto supone que realmente está en un trance y por consiguiente se aumenta la credibilidad del hipnotizador.
  1. Profundización del trance
  • La técnica de las escaleras. Después de la inducción se le pide al sujeto que se imagine que está bajando por unas escaleras y con cada peldaño que baja va profundizando mas en el trance, generalmente se utiliza de 10 a 20 peldaños.
  • La técnica del buceo. Pide al sujeto que se imagine que esta buceando en el mar cada vez más hondo, mientras profundiza cada vez más en el trance. No se recomienda hacerlo con personas que no viven cerca al mar o que tienen miedo al agua.
  • Técnica de la fragmentación. En este método se hipnotiza, deshipnotiza y rehipnotiza sucesivamente al sujeto. Con cada rehipnotización sucesiva, se le hace la sugestión de que profundice aun más en el trance. Por ejemplo, el hipnotizador puede sugerir que un brazo se vuelva rígido y luego se relaje, con la sugestión de que el sujeto se relaje cada vez más con cada repetición del procedimiento.
  • Contar. Se le dice al sujeto que cuente, bien hacia delante o hacia atrás, hasta un número, con la sugestión de que por cada número que va contando ira profundizando cada vez en el trance.
  • Imagen de un reloj de arena. “Imagínate un reloj de arena e imagina también los granos de arena cayendo de la parte superior a la parte inferior”. Se sugiere que con cada grano de arena que cae, el sujeto entrara en un trance cada vez más profundo.
  1. Empleo del trance hipnótico

Durante el trance, se pueden dar instrucciones constructivas, modificando el pensamiento negativo e irracional y empleando la imaginación de forma terapéutica. Seis principios generales, que pueden utilizarse en la construcción de la mayoría de las sugestiones hipnóticas, son las siguientes:

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