LAS IMÁGENES QUE SE USAN EN LAS PRESENTACIONES DE POWERPOINT
Enviado por Iraidern • 13 de Octubre de 2013 • 1.397 Palabras (6 Páginas) • 315 Visitas
Las imágenes que usan los estudiantes, los maestros o cualquiera que esté exponiendo algún tema en PowerPoint, tienen un carácter muy particular, el de ser un escenario del crimen. Estas imágenes se ponen como recursos alternos a las palabras escritas y/o verbalizadas, ahí cuando la palabra ya no puede decir más, como una extensión de las palabras; es decir que se ponen como la continuación de las palabras expuestas para ayudarlas en su comprensión.
Pero resulta que cuando uno trata de atender a lo que dice o dicen los que exponen, en esa dificultad de atender y entender los conceptos o ideas que se tratan de instaurar en la presentación, uno se va perdiendo entre las imágenes y las palabras, como si un ave rapaz nos despojara de nuestro espacio y tiempo, y nos llevara muy lejos a un lugar sustrayéndonos de la realidad. Por eso cuando se expone en PowerPoint, vemos que nuestro auditorio está lejos de la realidad, lejos de atendernos y entendernos. Es así que vemos entre nuestro auditorio personas escribiendo en las butacas, personas comiendo, personas haciendo dibujos en los márgenes de la libreta, otros tantos jugando con los celulares, otros tantos se han ido muy lejos tanto que han abandonado su cuerpo y por eso vemos que sus cabezas y el cuerpo entero quedan debilitados y tendidos en las bancas, otros se ponen a escribir sobre las imágenes que se ponen en las presentaciones de PowerPoint. Pero también hay unos cuantos que en efecto, logran anclarse a las imágenes.
Entonces ¿en dónde queda esa alianza entre imagen y palabra que permite la comprensión de las ideas expuestas? ¿Acaso la imagen no ha venido a reforzar ya la comprensión de la palabra en la exposición? Sí, sí hay una alianza y un refuerzo, pero más que eso, hay una complicidad entre las imágenes y las palabras que se ponen en las diapositivas de PowerPoint. No hace falta ser un experto en artes visuales, en estética o en semiología para poder dar cuenta de esas grandes o en ocasiones diminutas imágenes, basta con recordar la gran mayoría de imágenes que se usan en las diapositivas para advertir de esa complicidad entre la imagen y la palabra.
Cuando uno ve esas imágenes que se proyectan a través del cañón, lo privan de la realidad, ya que las escenas que nos presentan en esas imágenes no son escenas que uno ve en su cotidianidad, y ya hablando desde este espacio llamado México, las escenas de las imágenes no tienen relación con la realidad mexicana. Tal vez porque el lugar de procedencia de las imágenes sea de ese buscador tan utilizado llamado “Google”, y que por tanto las imágenes que nos mostrarán como resultado de nuestra búsqueda en Google, reflejarán otra realidad paralela a la mexicana.
Es sencillo comprender esto, si uno teclea en el apartado de imágenes del buscador Google la palabra “psicólogo”, fácilmente nos encontramos con la cotidiana escena del psicólogo americano en donde se encuentra un hombre o una mujer muy bien vestidos, que fungen como psicólogos, enfrente del paciente que no está tan bien vestido como el psicólogo, pero que también presenta una vestimenta en muchas ocasiones aliñada, y con un fondo blanco sin objetos ni características que den cuenta del lugar en donde están, o en el mejor de los casos nos encontramos con las mismas escenas pero con un fondo perfectamente diseñado, como si el tiempo no pasara entre ese lugar que está bien diseñado para que parezca un excelente consultorio. También podemos teclear la palabra “familia”, y los resultados no serán nada alejados de la escena anterior, pues resulta que la organización de las imágenes que se muestran como resultado de nuestra búsqueda, están predeterminadas de tal forma que sólo encontraremos imágenes de personas blancas, muy unidas, sonrientes, bien vestidas y sobre todo, una característica muy importante que hace insoportable nuestra realidad, me refiero a la dirección de las miradas de esas imágenes de “familia”, uno se podrá preguntar ¿a quién ve esa familia? ¿A quiénes miran? ¿Acaso están preguntándonos sobre la estructura de nuestra familia? ¿o simplemente representan ese gran modelo ideal de una familia “bien”? lo cierto es que así como podemos teclear las palabras “psicólogo” y “familia”,
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