La Discapacida
Enviado por maicolalexissisa • 4 de Agosto de 2013 • 654 Palabras (3 Páginas) • 211 Visitas
3. La súper e híper-animalidad humana
Hemos roto la muralla existente entre naturaleza (vida) y cultura, entre hombre y animal. Nuestro ser es plenamente viviente y animal y no sobrenatural, todas las dimensiones de nuestro ser son resultado de la evolución biológica y del proceso de hominización. Como hemos visto, en el proceso evolutivo el hombre desarrolla, ciertamente, el reino de la cultura y a través de él se va diferenciando de la naturaleza y de la animalidad. Pero esto no significa que dejemos de ser animales, sino que somos culturales gracias a nuestra (híper-) animalidad. Las cualidades humanas que singularizan a nuestra especie no son el resultado de proceso sobrenatural o trascendental alguno, sino que resultan todas gracias al híper/súper desarrollo de cualidades vivientes y animales asimismo desarrolladas en los mamíferos, los primates y mediante el proceso de hominización. Al final del proceso de hominización la animalidad se convierte en humanidad y pasamos a ser «meta-animales», seres espirituales (noosfera) en los que la evolución se ha transformado en devenir histórico. Pero estas cualidades meta-animales no son sobre-naturales, sino que constituyen emergencias que son posibles, precisamente, en virtud de nuestra (súper-) animalidad:
todo lo que nosotros creemos que depende de la inteligencia en sí, de la afectividad en sí, de la subjetividad en sí, de la individualidad en sí, depende de la inteligencia, de la afectividad, de la subjetividad, de la individualidad animales. No sólo son animales nuestra anatomía y nuestra fisiología, también lo son nuestra alma y nuestro espíritu. Somos meta-animales por el alma y el espíritu porque somos súper-animales (Morin 1980: 258).
Al concebir la complejidad antroposocial como enraizada en la vida, Morin escapa al antropologismo sobrenaturalista. Al concebirla como emergencia, evita todo reduccionismo biologista.
Somos «híper-vivientes» e híper y súper-animales (híper- mamíferos y súper-primates) porque las cualidades de la vida, de los mamíferos y de los primates encuentran en nosotros una manifestación extrema y paroxística. Todas las capacidades y cualidades vivientes y animales, sean principales, ocasionales o potenciales, adquieren con el ser humano un desarrollo extremo (cf. 1980: 486-488). Como animales somos seres sexuales. Como híper-animales somos seres híper-sexuales. La sexualidad no es recluible en su funcionalidad reproductora. Somos seres constitutivamente sexuados; la sexualidad concierne al núcleo (y no sólo a la periferia reproductiva) de nuestra personalidad e identidad. Los animales son seres de necesidades, escaseces, carencias e insuficiencias, que constituyen los «caracteres existenciales» permanentes de la individualidad animal. Debido a estos caracteres, el animal es un ser de deseos. Las necesidades y los deseos se van multiplicando con la evolución
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