La Educacion En Los Niños Autistas

Las personas autistas son usualmente excluidas en la sociedad por su manera de ser, su poco desarrollo a nivel social y por su falta de comunicación debido a que el autismo es un trastorno que causa deterioro a nivel psico-motor, si la exclusión se da en los adultos, en los niños debe ser aun peor, porque son incapaces de comprender la verdadera magnitud del problema.

Por eso surge el principal cuestionamiento, ¿un niño autista puede recibir una educación como la de los demás niños? A la cual yo respondo que sí pueden ser educados como cualquier otra persona, tomando en cuenta el grado de autismo que posee el niño.

“El autismo es un trastorno neurobiológico causado por un daño a nivel genético en la que se caracteriza por la falta de relaciones sociales, carencia de habilidades para la comunicación, rituales compulsivos persistentes y resistencia al cambio.” (Fledith.15.2010)

Un niño con estas características no se relaciona con las personas de su alrededor y prefiere, en cambio, jugar de manera repetitiva con un objeto, con un juguete o con su propio cuerpo. A pesar de conocer sus principales características las verdaderas razones por las cuales se da este trastorno aún son desconocidas.

La educación de un niño representa siempre un desafío, pero intentar llegar a un niño autista con algún problema de aprendizaje puede resultar particularmente complicado. Pero del mismo modo que resulta difícil, educar a un niño autista de manera efectiva no es imposible si se cumple con unos pocos y simples requisitos como:

• Informarse de manera adecuada obre este trastorno, sus características, clases de autismos y más.

• Preparar actividades en las que el niño autista se pueda incluir sin problema alguno.

• El ambiente de trabajo debe ser acogedor.

Estos son alineamientos indispensables para que un niño pueda recibir clases sin problemas en los cuales se pueda ver afectado su a nivel psicológico.

Podemos tomar como prueba el siguiente testimonio de la Sra. Tania Escalante, quien tiene un hijo de 3 años con el síndrome de autista.

Ella asegura que al principio fue un poco difícil asimilar la situación, pues hace medio año se entero de que su primer hijo tenía dicho trastorno y aunque fue extremadamente duro no permitió que esto fuese un obstáculo ni para su bebé ni para ella, peor para el resto de su familia. Al saber esta noticia, inmediatamente acudió con los especialistas y determinaron que el autismo de su niño era apenas en un 30% y que con el tratamiento adecuado el podría continuar con su vida normal. El niño actualmente tiene una terapeuta de lenguaje en casa y además asiste al preescolar, donde están informados sobre la situación del alumno. Cuenta ella que desde ese momento hasta ahora Geovanny, su hijo, ha tenido un gran progreso, se integra aun más y ha aumentado la cantidad de palabras

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