La Esencia Y Estructura
Enviado por MIGUEL240 • 17 de Noviembre de 2012 • 1.752 Palabras (8 Páginas) • 749 Visitas
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LA ESENCIA DE LA ESTRUCTURA
INTRODUCCIÓN
En la lectura que se recoge a continuación se parted e que toda actividad humana organizada plantea dos
requisitos, a la vez fundamentales y opuestos: la división del trabajo en distintas tareas que deben
desempeñarse y la coordinación de las mismas.Así, la estructura de una organización puede definirse como
el conjunto de todas las formas en que se divide el trabajo en tareas distintas, consiguiendo,
posteriormente, la coordinación de las mismas.
La división del trabajo viene, en gran medida, determinada por el sistema técnico disponible en la
empresa. No obstante, la coordinación (segundo requisito) presenta más complicaciones por el hecho de estar
implicados más medios. La coordinación en la organización va a quedar recogida en lo que se denominan
MECANISMOS DE COORDINACIÓN. Éstos son elementos esenciales de la estructura, de ellos parte todo lo
demás, y en ellos se fundamenta la estructuración de las organizaciones.
LECTURA DE LA SRA. RAKU
La señora Raku se dedicaba a la cerámica en el sótano de su casa. Ello le suponía realizar una
serie de distintas tareas, como hacer porciones de barro, dar forma a las piezas, pulirlas cuando
estuvieran medio secas, preparar y aplicar a continuación los esmaltes y, finalmente hornearlas. La
coordinación de todas estas actividades no le suponía problema alguno: lo hacía todo ella.
El problema vino por su ambición y por lo atractivo de sus piezas. Los encargos que recibía
excedían su capacidad de producción, así que contrató a la señorita Bisque, que tenía unas ganas
enormes de aprender el oficio de ceramista. La señora Raku se vio entonces obligada a dividir el
trabajo: dado que las tiendas de artesanía querían que las piezas fueran realizadas por ella misma,
se decidió que la señorita Bisque hiciera porciones de barro y preparara los esmaltes, quedando
todo lo demás en sus propias manos. Para ello había que coordinar el trabajo, lo que representaba
un mínimo problema ya que dos personas en un taller de cerámica pueden comunicarse
informalmente sin demasiada dificultad.
La solución puesta en marcha funcionó estupendamente, hasta tal punto que, al poco tiempo, la
señora Raku se encontró nuevamente frente a un exceso de pedidos. Necesitaba más ayudantes.
Pero esta vez, anticipándose al día en que ellos mismos dieran forma a las piezas, la señora Raku
se decidió por contratarlos directamente de la escuela de cerámica de la localidad. Así, mientras el
aprendizaje de la señorita Bisque le había llevado algún tiempo, los tres nuevos ayudantes sabrían
exactamente, y desde el principio, lo que tenían que hacer, adaptándose de inmediato. Incluso
siendo cinco personas, la coordinación no presentaba problema alguno.
No obstante, y tras contratar dos ayudantes más, empezaron a surgir problemas de coordinación.
Un día, la señorita Bisque tropezó con un cubo de esmalte y rompió cinco piezas. En otra ocasión,
la señora Raku abrió el horno y se encontró con que todas las macetas habían sido esmaltadas por
error de color fucsia. Entonces cayó en la cuenta de que siete personas, en un pequeño taller de
cerámica, no podían coordinar todo el trabajo mediante el simple mecanismo de coordinación de
la comunicación informal (había 21 posibles canales mediante los cuales podían comunicarse dos
de dichas personas). Para colmo, la señora Raku, que ya se daba a conocer como Director General
de Cerámicas Limitadas, se veía obligada a prestar más y más atención al trato con los clientes,
siendo más probable en esos días encontrarla vestida con un conjunto de Chanel que con unos
tejanos viejos. Así que nombró a la señorita Bis que como “directora de estudio”, pasando ella
misma a ocuparse exclusivamente de la supervisión y coordinación del trabajo de los cinco
ceramistas.
Y la empresa siguió creciendo. Los siguientes cambios importantes se produjeron cuando se
contrataron los servicios de un analista de procesos de trabajo, quien recomendó que cada persona
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realizara una única tarea en una de las líneas de productos (jarrones, ceniceros, macetas y figuras
de animales): el primero haría porciones de barro, el segundo les daría forma, el tercero las puliría,
y así sucesivamente, realizándose la producción en cuatro cadenas de montaje. Cada uno seguía
una serie de instrucciones normalizadas, preconcebidas con miras a coordinar todo el trabajo.
Naturalmente, Cerámicas Limitadas ya no vendía a tiendas de artesanía. La señora Raku
solamente aceptaba pedidos al por mayor, muchos de los cuales provenían de cadenas de grandes
almacenes.
La ambición de la señora Raku no conocía límites, así que en cuanto pudo diversificó sus
actividades. Empezó por baldosas de cerámica, pasando luego a revestimientos para cuartos de
aseo y, por último, a ladrillos de barro. La empresa pasó por tanto a dividirse en tres secciones:
productos de consumo, de construcción e industriales. Desde su despacho del piso 55 del Edificio
Cerámica coordinaba las actividades de las distintas secciones, revisando trimestralmente el
rendimiento de cada una y pasando personalmente a la acción cuando las cifras de beneficio o
crecimiento no alcanzaban los niveles presupuestados. Un buen día, sentada en su despacho
revisando estos presupuestos, alzó la vista hacia los rascacielos de los alrededores y decidió dar a
su empresa el nuevo nombre de “CERÁMICO”.
LOS MECANISMOS DE COORDINACIÓN
Hay cinco mecanismos de coordinación o control que parecen explicar las formas fundamentales en que
las organizaciones coordinan su trabajo: la adaptación mutua, la supervisión
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