La Guerra Declarada Contra El Niño Afeminado

La guerra declarada contra el niño afeminado

Giancarlo Cornejo.

Resumen

Dice Cornejo: “Esta parte de mi narrativa la escribí inspirado por el bello ensayo de Eve Sedgwick “How to bring your kids up gay” (1993 [2007]).” Donde se plantea la patologización de la homosexualidad concentrada en la figura del niño afeminado.

Dentro de su ensayo, Cornejo recuerda sus vivencias en la escuela y la familia donde es “torturado”, “hostilizado”, convertido en objeto de “burla” como el mismo lo refiere por profesores y compañeros. Pero también por su propia familia como el mismo lo menciona: “Mi padre al llegar a mi casa me reprendió, y no dudó en culparme por la hostilización sistemática de la que era protagonista en el colegio.”

“Por muchos meses sentía demasiada angustia, no podía dormir, me dolía la cabeza y el cuerpo, lloraba antes de ir a dormir, me encontraba queriendo decir cosas que no sabía qué eran exactamente pero que las tenía que decir… Entonces le dije a mi mamá que tenía algo que decirle, y lo que pronuncié balbuceando fue “Mamá, creo, que me llaman la atención los hombres”. Mi mamá también empezó a llorar, porque ella entendió qué quise decirle. Ésta puede ser vista como la escena en que salgo del closet, pero…. Ningún closet fue destruido, ni las bestias que lo habitaban fueron domadas y aniquiladas. El pedido o súplica que le hice a mi madre no fue que me ayude a salir del closet, sino que hiciera más habitable el closet para mí (y también para ella). Yo no salí del armario, ella entró más bien al mío.”

“…la mayoría de sujetos no heterosexuales que conozco hemos llorado (o lloramos) por no ser heterosexuales. Uno podría argumentar que no es que lloremos o hayamos llorado por no ser heterosexuales sino que lloramos por no tener los privilegios que la heterosexualidad implica.”

“Yo no fui el único patologizado por estos profesores, psicólogas y psiquiatras lo fueron también mis padres, y especialmente mi madre.”

Opinión

Así como las palabras crean y dan certezas, también deshacen y disuelven.

La injuria marca el cuerpo y define identidades.

(Cornejo, 2011)

Mi comentario está encaminado hacia el afecto, la protección, el respeto y el cuidado que debe ser recibido y brindado dentro de la familia. Cuando recordamos que las funciones de la familia son socialización, cuidado, afecto, estatus y expresión de la sexualidad (Membrillo, 2008) nos damos cuenta que estas funciones fallan cuando uno de sus miembros es rechazado. No es solo el caso de los niños afeminados como en este ensayo, sino también de niños producto de violación, embarazo no deseado, niños gorditos, flaquitos, feos, enfermos, etc., que son rechazados y viven la angustia de un entorno que no sienten como seguro ni propio. El rechazo marca

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