La Imaginación Sociologica
Enviado por Melbg • 29 de Marzo de 2013 • 1.639 Palabras (7 Páginas) • 789 Visitas
Charles Wright Mills - La imaginación sociológica - Cap 1: La promesa
Los hechos de la historia contemporánea son también hechos relativos al triunfo y al fracaso de los hombres y mujeres individuales. Ni la vida de un individuo ni la historia de una sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas. Los hombres no poseen la cualidad mental esencial para percibir la interrelación del hombre y la sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y del mundo. Aún cuando no se sientan consternados. Los hombres advierten con frecuencia que los viejos modos de sentir y de pensar se han ido abajo y que los comienzos más recientes son ambiguos hasta el punto de producir parálisis moral. Lo que los hombres necesitan es una cualidad mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro de ellos, esto se llama la imaginación sociológica, lo que posibilita la reflexión acerca de la relación entre experiencia individual y contexto.
1. La imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario histórico más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de diversidad de individuos. El primer fruto de esa imaginación es la idea de que el individuo sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino localizándose a sí mismo en su época. También nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad, ésa es su tarea y su promesa y es la señal de todo lo mejor de los estudios contemporáneos sobre el hombre y la sociedad. Es la capacidad de pasar de una perspectiva a otra, de las transformaciones más impersonales y remotas a las características más íntimas del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas. Los hombres, por medio de la imaginación sociológica, adquieren un modo nuevo de pensar, experimentan un trastrueque de valores; en una palabra, por su reflexión y su sensibilidad comprenden el sentido cultural de las ciencias sociales.
2. La distinción más fructuosa con que opera la imaginación sociológica es quizás la que hace entre “las inquietudes personales del medio” y “los problemas públicos de la estructura social”. Esta distinción es un instrumento esencial de la imaginación sociológica y una característica de toda obra clásica en ciencia social. Una inquietud es un asunto privado: los valores amados por un individuo le parecen a éste que están amenazados. Los problemas se relacionan con materias que trascienden del ambiente local del individuo y del ámbito de su vida interior. Darse cuenta de la idea de estructura social y usarla con sensatez es ser capaz de descubrir esos vínculos entre una gran diversidad de medios; y ser capaz de eso es poseer imaginación sociológica.
3. ¿Cuáles son en nuestro tiempo los mayores problemas para los públicos y las inquietudes clave de los individuos particulares? Para formular problemas e inquietudes, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y cuáles preferidos y apoyados por las tendencias características de nuestro tiempo. El nuestro es un tiempo de malestar e indiferencia, pero aún no formulados de manera que permitan el trabajo de la razón y el juego de la sensibilidad. En lugar de inquietudes, hay con frecuencia la calamidad de un malestar vago; en vez de problemas explícitos, muchas veces hay sólo el desalentado sentimiento de que nada marcha bien.
“El principal peligro” para el hombre reside hoy en las fuerzas ingobernables de la sociedad contemporánea misma, con sus métodos impersonales de producción, sus técnicas envolventes de dominación política, su anarquía internacional, en una palabra, con sus penetrantes transformaciones de la “naturaleza” misma, del hombre y las condiciones y finalidades de su vida. La primera tarea política e intelectual del científico social consiste hoy en poner en claro los elementos del malestar y la indiferencia contemporáneos. Es a causa de esta tarea por lo que las ciencias sociales se están convirtiendo en el común denominador de nuestro periodo cultural, y la imaginación sociológica en la cualidad mental más necesaria.
4. En todas las épocas intelectuales tiende a convertirse en común denominador de la vida cultural determinado estilo de pensamiento. Uno de los significados de la idea de un común denominador intelectual es que los hombres pueden formular sus convicciones más poderosas según sus términos. Otros términos y otros estilos de pensamiento parecen meros vehículos de escape y oscuridad. El que prevalezca común denominador no significa, naturalmente, que no existan otros estilos de pensamiento y otros tipos de sensibilidad. Creo yo que la imaginación sociológica se está convirtiendo en el principal común denominador de nuestra vida cultural y en su rasgo distintivo. Las cualidades de esta imaginación se han convertido en rasgos fundamentales de esfuerzo intelectual y de sensibilidad cultural en una gran diversidad de expresiones. Es una cualidad que parece prometer de la manera más dramática
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