La Importancia De La Memoria

1. La importancia de la memoria

La memoria es la capacidad que nos permite recordar nuestras vivencias pasadas. Una persona sin memoria no puede utilizar sus experiencias pasadas para aprender y evitar cometer los mismos errores en el futuro. Sin memoria ni siquiera tendríamos una identidad personal. Por tanto nuestro sentido del yo o de la autoconciencia, que nos hace saber que siempre somos la misma persona a través de los momentos y experiencias de nuestra vida, no podría existir si nuestra memoria no funcionara de un modo correcto.

No existe un lugar específico del cerebro donde esté almacenada la memoria, sino que es la totalidad del cerebro la que se ocupa de la capacidad de recordar. Por lo tanto más que de un módulo de la memoria hablaríamos de diferentes módulos de la misma en nuestro cerebro.

Existe una relación entre nuestras emociones y nuestra capacidad memorística. Un recuerdo trae consigo las mismas emociones que vivimos cuando tuvimos la experiencia que ahora recordamos, y podemos decir que tales emociones pertenecen al recuerdo. Se recuerdan con mayor facilidad aquellas experiencias que están asociadas con emociones intensas. Por ejemplo: todo el mundo es capaz de recordar lo que estaba haciendo el 11 de Septiembre de 2001. Esto ocurre debido a que el sistema límbico juega un papel muy importante en la formación de los sentimientos y las emociones. El sistema límbico es crucial a la hora de decidir lo que se almacena en la memoria y lo que queda borrado. Esta labor se efectúa de un modo inconsciente. Al parecer con aquellas vivencias que nos han provocado algún tipo de sentimiento positivo las que se graban más fácilmente en nuestra memoria, excepto en personas con propensión a la depresión, en las que ocurre todo lo contrario.

2. Tipos de memoria

Memoria implícita, es aquella que actúa inconscientemente almacenando información sin haberlo pretendido y sin ser conscientes de ello. Es la más antigua desde el punto de vista evolutivo. A ella le debemos en parte nuestra supervivencia, ya que es la que nos hace huir del peligro. Dentro de la memoria implícita podemos distinguir entre memoria implícita a corto plazo y una memoria implícita a largo plazo.

La memoria implícita a corto plazo se divide en:

- Memoria sensorial: nos relaciona con el mundo exterior pero es anterior al proceso por el que reconocemos e identificamos conscientemente lo que hay en dicho mundo exterior. Por ejemplo: cuando nos encontramos mirando a algún punto de un modo abstraído y sin ver concretamente nada, aún así nuestra memoria sensorial está captando datos del exterior.

- El priming: tiene lugar cuando un individuo es sometido a un estímulo durante un periodo tan breve de tiempo que no es consciente de haberlo percibido. Sin embargo lo ha memorizado a un nivel inconsciente y es capaz de identificarlo después.

La memoria implícita a largo plazo se divide en:

- Memoria sensorial: es la que hace que cuando nos presentan por primera vez a una persona, sintamos que esa persona nos cae bien o mal,

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