La Influencia De La Madre Y El Padre En El Desarrollo Del Niño
Enviado por aleyare • 5 de Enero de 2013 • 1.543 Palabras (7 Páginas) • 1.335 Visitas
La influencia de la madre y el padre en el desarrollo del niño
El desarrollo del apego padres-hijo
La señal más importante es el llanto efectivo para elicitar respuestas del adulto deseoso de eliminar el llanto del niño.
Los bebes desarrollan la capacidad para reconocer a sus padres.
¿Con quien establece el niño relaciones de apego?
El niño forma una relación de apego con aquellas personas que han estado dedicadas a el constantemente durante los primeros meses.
En la mayoría de las sociedades es la madre la cual asume los cuidados: es su cara la que el niño encuentra con mayor probabilidad cuando esta despierto y es ella la que seguramente le cogería y le proporcionara alivio a su malestar.
El niño comienza a responder selectivamente a la separación de su padre y empieza a buscar refugio en su madre cuando algo loa asusta, la aparición de algún extraño o cualquier otra circunstancia angustiosa.
Diferencias sexuales
El padre presta mas atención al niño que a la niña y como consecuencia el niño varón comienza a dirigir su atención y conductas de búsqueda de proximidad/contacto hacia el padre.
Las niñas sin en cambio son mucho mensos consientes puesto que algunas preferían a sus madres, algunas a sus padres y algunas no muestran preferencias.
Los padres se muestran en principio menos preocupados por el hecho de establecer conductas que correspondan al sexo de su hijo cuando este es niña que cuando es niño.
La madre juega el papel de figura primaria de apego para la mayoría de los niños.
Las madres en su calidad de calidad de cuidadoras primarias, tienden mas a ocuparse de las rutinas de cuidado de lo que hacen los padres.
Los padres tienden a jugar con sus hijos relativamente mas que las madres y el propio juego tiende a ser mas impredecible y físicamente estimulante.
Los niños responden más positivamente a las ofertas de juego procedentes de los padres. Los niños continúan mostrando sus preferencias hasta los 4 años, mientras que las niñas orientan sus preferencias hacia sus madres entre los 2 y 4 años de vida.
La identidad sexual se establece en los dos o tres años de vida.
Los niños pueden tener dificultad en establecer roles masculinos cuando el padre esta ausente en la edad temprana.
Diferencias individuales en el apego padre-hijo
Cuando las madres responden con sensibilidad a sus hijos durante el primer año de vida, estos establecen apegos firmes a ellas.
Cuando las madres son insensibles, resultan relaciones inseguras.
Situación extraña: Los niños con un apego firme se comportan del modo predecible ya que utilizan a sus padres como bases seguras desde las que explorar, especialmente en los episodios previos a la separación e intentan restablecer la interacción (proximidad/contacto) cuando se volvían a encontrar con sus padres tras las breves separaciones. Los niños cuyo apego es inseguro son catalogados como “evitadores” porque evitaban activamente a sus padres en el rencuentro. Otro tipo son los “resistentes” porque respondían al rencuentro con enfado ambivalente (buscaban el contacto/interacción y lo rechazaban cuando se les ofrecía).
El niño puede comportarse de manera distinta con su padre que con su madre.
La firmeza del apego, tal como se evalúa en la Situación extraña refleja en el estado actual de la relación niño/adulto.
Cuando los patrones de interacción cambian por algún motivo, la calidad de la relación puede cambiar también, causando cambios en la organización d el a conducta del niño.
No hay periodo especial a partir del cual el niño establezca relaciones que se mantengan formes o inseguras.
La interpretación de la conducta en la situación extraña.
Los apego son las relaciones específicas y duraderas que se caracterizan por la utilización por parte del niño de la proximidad de los adultos como un medio de asegurarse protección y cuidado.
La búsqueda de proximidad y contacto ocurre cuando el niño se encuentra inseguro, angustiado, asustado, cansado o incomodo.
Los apegos implican una tendencia a depender o confiar en determinadas personas mas que en otras.
Una de las principales tareas del a infancia es la de establecer relaciones de confianza con otros.
Para que los niños dependan o confíen en determinados adultos, estos deben haber sido responsables de una conducta predecible y consistente hacia el niño en los primeros meses.
Las expectativas del niño respecto a la responsividad del adulto parecen surgir de secuencias repetitivas angustia/alivio.
Diferencias individuales en la conducta en la Situación extraña.
Los adultos pueden diferir en dos situaciones (predictibilidad y adecuación) y la desviación en cualquiera de las dos dimensiones constituye la inestabilidad.
Conducta Firme: Los adultos que responden predecible y adecuadamente tendrán hijos que acudan a ellos sin dudarlo cuando estén asustados o necesiten consuelo, y que utilizarán al adulto como base segura desde las que explorar.
Conducta de evitación: Los adultos que sean bastantes consientes pero que se comporten con frecuencia
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