La Intervención Psicopedagógica

LA INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Principios de la intervención psicopedagógica

Recogiendo algunas características señaladas por diversos autores, la Intervención Psicopedagógica debería tender a ser:

1.- Principio de Planificación.- poseer un carácter planificado resulta de capital importancia para que la misma llegue a alcanzar los objetivos que persigue y el prestigio que ha perdido en los últimos años.

Para que la intervención Psicopedagógica tienda a ser una actividad planificada es necesario que tengamos en cuenta las siguientes condiciones:

a) El modelo de funcionamiento ha de estar referido a programas claramente definidos conceptual y operativamente.

b) Las responsabilidades de los distintos elementos que participan en cada programa deben de estar claramente delimitadas.

c) Los compromisos del orientador o equipo y los centros y/o profesores respecto a cada programa de intervención han de explicitarse, siendo recomendable la firma de “contratos”.

2.- Principio de Prevención.- Adaptado este principio a la actividad psicopedagógica, podríamos decir que consiste en actuaciones planificadas sobre las variables (diseño curricular, metodología, objetivo, actitudes del profesorado, de la familia, etc.) que actúan negativamente sobre una población escolar (comunidad educativa, sector de edad, nivel escolar), produciendo un número determinado de alumnos con necesidades educativas (extraordinarias o especiales no previstas en los currícula ordinarios), disminuyendo el número de ocurrencias.

3.- Principio de Sistematización.- La intervención psicopedagógica ha de tener una serie de condiciones para lograr un carácter sistémico:

a) Consideración de todos los “casos”, nosotros preferimos hablar de situaciones problemáticas, como “sistemas” en los que están incidiendo multitud de variables que tienen entre sí relaciones interactivas, especialmente de carácter contextual.

b) Realización de “análisis de contextos” en que se produce la situación problemática, y nunca de “análisis de sujetos”.

c) Respuesta educativa a las necesidades detectadas tanto a nivel del sujeto, como a nivel institucional-contextual (profesor, grupo, familia, etc.).

4.- Principio de Curricularidad.- El curriculum escolar es “la piedra de toque” a la que debe de estar referida cualquier intervención psicopedagógica, incluso cuando estemos hablando de la vertiente vocacional de la orientación. Entendemos que debe ser curricular en un doble sentido:

a) Se deberían incluir en el curriculum ordinario criterios, principios, contenidos, evaluación, etc., tanto lo referido a la optimización de los procesos de aprendizaje como las referidas a las habilidades psicosociales y la “orientación vocacional”.

b) Que el curriculum escolar sea el punto de referencia obligado de las respuestas educativas que la Orientación Educativa proporcione a las necesidades educativas planteadas por individuo, grupo o colectividad.

5.- Principio de Cooperación.- Las condiciones que han de cumplirse para hablar de intervención compartida entre profesores y pedagogos son,

a) Existencia de objetivos comunes de la intervención en marcha.

b) Establecimiento explícito de los compromisos y los niveles de colaboración de cada parte implicada en la intervención (profesor, Jefe de Estudios, Dirección, Psicopedagogo, etc.).

c) Participación conjunta del psicopedagogo y el profesor en las actividades que implique la intervención.

d) Evaluación conjunta de los resultados de la intervención.

Los “planes” o “programas” como elemento vertebrador de la orientación.

La intervención psicopedagógica constituye uno de los elementos fundamentales que configuran el sistema de recursos que hacen posible la orientación educativa. La intervención psicopedagógica en

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