La Metacognición

Metacognición significa el conocimiento de uno mismo, a los propios procesos y productos cognitivos o a toda relación que tenemos con ellos. La metacognición indica la regulación y organización de estos procesos en relación con los objetos cognitivos sobre los que se trata. El objeto de estudio de la metacognición es el conocer aquellas diversas operaciones mentales y saber cómo, cuándo y para qué debemos usarlas.

Flavell plantea que la metacognición implica el conocimiento de la propia actividad cognitiva y el control sobre dicha actividad. Conocer la propia cognición, quiere decir, tomar conciencia del funcionamiento de nuestra manera de aprender. Controlar las actividades cognitivas implica, controlar el proceso intelectual y evaluar los resultados. Se puede decir también, que la metacognición es el conocimiento de las distintas operaciones mentales y saber cómo, cuándo y para qué debemos usarlas. (Otero, 1990 citado por Gonzáles, 1996 pag.6).

Brown, definió a la metacognición como el conocimiento de nuestras cogniciones (Brown, 1978 citado por Burón 1998, pag.10). Siendo ésta definición una de las primeras definiciones de la metacognición. Pero últimamente se está haciendo gran énfasis en la función autoreguladora y no sólo cognitiva de la metacognición.

Cuando se habla que la metacognición es el “conocimiento de las cogniciones”, cogniciones toma un significado, de cualquier operación metal: percepción, atención, memorización, lectura, escritura, comprensión, comunicación, entre otras. Dicho lo anterior, la metacognición es el conocimiento que tenemos de todas estas operaciones mentales: qué son, cómo se realizan, cuándo hay que usar una, qué factores interfieren su operatividad y qué factores ayudan, etc. Y para hacer referencia a caca uno de estos aspectos metacognitivos, se habla entonces de metamemoria, meta-atención, metalectura, metaescritura, metaignorancia, etc.

La metacognición tiene dos componentes:

1) Conciencia de las habilidades, estrategias y recursos que se necesitan para desarrollar una tarea con efectividad y

2) Habilidad para utilizar mecanismo autorreguladores (movimientos de planificados, evaluación efectiva de las actividades en proceso, control del resultado del esfuerzo y solución de dificultades) para asegurar la consecución de una tarea con éxito.

FACETAS METACOGNITIVAS.

1.- Meta-atención. La meta-atención es el conocimiento de aquellos procesos implicados en la acción de atender; es decir, a qué hay que atender, qué hacer mentalmente para atender, cómo evitar las distracciones, etc. Todo este conocimiento nos da paso a darnos cuenta de las distracciones y poder autorregularlas tomado medidas que las corrijan. Un ejemplo de esto, es cuando queremos concentrarnos en el estudio para preparar un examen y en nuestro entorno hay demasiado ruido, nos retiramos a un lugar silencioso o con poco ruido o nos tapamos los oídos para así controlar y poder regular los distractores del ruido. Cuando tomamos éstas medidas, es porque conocemos cómo funciona nuestra atención y sabemos qué factores están interfiriendo con nuestra acción de atender.

2.- Metamemoria.

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