La Mujer Como Hija
Enviado por solexy • 27 de Enero de 2014 • 1.763 Palabras (8 Páginas) • 1.357 Visitas
República Bolivariana De Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Instituto Universitario de Tecnología Industrial
“Rodolfo Loero Arismendi”
(Extensión- Barquisimeto)
Integrantes:
Mervis Crespo
Guillermina Fonseca
Prof.: Debora Suárez
Educación Preescolar
I Semestre
Barquisimeto, Mayo del 2013
INTRODUCCIÓN
La libertad de decidir, pensar y actuar en todos los ámbitos de la vida que encierran a una sociedad, es lo que muchas veces permite que las mujeres se sientan plenas por el hecho de ver que existe un reconocimiento a nuestro papel como mujer.
El llegar a ser buena hija, buena estudiante, profesional, trabajadora, buena esposa, madre, amiga y buena compañera, son algunos de los factores que determinan de alguna manera nuestro orgullo de mujer plena, lo que logramos desarrollar a través de metas fijas y concretas.
En épocas pasadas las mujeres que lograban formar una familia eran las únicas consideradas plenas, producto del machismo acentuado, un concepto que en la actualidad ha variado de forma considerable al demostrar nosotras que la plenitud la alcanzamos cuando realizamos algo que llena nuestras expectativas en el transcurso de la vida y no precisamente con sólo con casarnos y procrear hijos.
Esas necesidades se pueden dividir en básicas que consisten en la alimentación, salud y educación, y las necesidades que van más allá que es tener un trabajo, una casa digna, ser tratadas con respeto y que nuestros derechos humanos sean respetados.
Que una mujer tenga derecho a la vida, al trabajo, a igual nivel de capacitación que el hombre, el que pueda cumplir metas o sueños sin obstáculos, contribuirá a que algunas se sientan realizadas, porque esto les permitirá escalar y por ende alcanzar la plenitud que tanto buscan dentro de su proceso de desarrollo.
Es como que la sociedad tiende a un equilibrio natural donde el rol profesional y familiar empieza a ser más compartido, aseguró y destacó que antes la mujer se masculinizaba; hoy ejerce su rol desde sus características naturales
LA MUJER COMO HIJA
Este es el primer rol, de una mujer "SER HIJA", todas las mujeres desde que nacemos, estamos destinadas a ser hijas, de alguien, pueden ser nuestros padres naturales, nuestros abuelos, padres adoptivos, o cualquier otras personas, que hayan decidido, adoptar el rol de padre, de madre o ambos roles.
Nuestro agradecimiento, debe ser naturalmente para las personas, que día a día, estuvieron cuidando de nosotras, agradecimiento a la vida por habernos permitido vivir, y sobretodo entender que nuestro nacimiento, representa de que somos importante, y de que era sumamente valioso el hecho de que viniésemos al mundo.
Partiendo, de esta realidad de que somos personas valiosas, y que tenemos un valor único; debemos estar agradecidas, de haber nacido, no importa bajo cuales circunstancias, buenas o malas, lo importante es que nacimos, y debemos ser agradecidos, y aprovechar nuestra existencia, para seguir viviendo, y darle mayor valor a nuestra existencia.
Debemos comprender que nuestro valor, no depende de la manera como vinimos al mundo, ni de las circunstancias, en las que nos engendraron, ni de que buenos o malos eran las personas de las que provenimos, nuestro valor, esta implícito, en que somos seres humanos, con mente, sentimientos, emociones, con voluntad propia para decidir, con intelecto, con capacidades, dones, talentos, y habilidades autenticas, no importa si querían que naciésemos o no, no importa si en algún momento, quisieron que muriésemos cuando estábamos en el vientre de nuestra madre, no importa si aun nacimos y no quisieron tenernos a su lado.
LA MUJER COMO MADRE
Tratar de definir el concepto madre, es una satisfacción que tiene como garantía el que todos los días ellas mismas están agregando un nuevo elemento, un nuevo aporte, una nueva cualidad, en función directa de la integración positiva, manifiesta; de ese mundo innovador, creativo, cualitativo, tan especial que responde a un rostro que particulariza al género mujer y al inmortal, maternal-madre.
Desde hace unas décadas, las mujeres han cosechado ganancias para sí mismas y en los roles que desempeñan. La imagen de sumisión quedó atrás. Hoy pueden elegir entre diferentes alternativas, todas dinámicas y modificables: renunciar a la vida de hogar, aceptarla con dignidad, defender la independencia o hacer convivir ambas formas. El objetivo es sostener e incrementar los logros conseguidos y decidir el momento de la maternidad.
Las damas de hoy pueden optar. Pero hay que recordar que los cambios logrados costaron “sangre, sudor y lágrimas” y que la frase de Simone de Beauvoir “mujer no nace, mujer se hace”, explica claramente cómo los condicionantes sociales modelan las dinámicas de género tanto para la sumisión como para la libertad. La sumisión ha sido el imperativo del medio; la defensa de los derechos la fuerza vital liberadora.
Las mujeres modernas necesitan proteger las conquistas logradas durante tantos años por el accionar de luchadoras, enroladas o no, en movimientos feministas. No sería bueno traicionar los avances en materia de construcción de la subjetividad femenina, por ejemplo: autonomía, liberación del patriarcado, acceso a trabajos dignos y lugares de poder, decisión sobre la maternidad o el uso de métodos anticonceptivos.
CONSECUENCIA
La maternidad, ya desde el comienzo mismo, implica una apertura especial hacia la nueva persona; y éste es precisamente el «papel» de la mujer. Es en
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